Capitulo 15

921 45 12
                                    

Volviendo al restaurante, empece a buscar con la mirada donde se encontraban los demás ya que en la terraza no estaban.
Mi mirada se posó finalmente en Santiago.

Este se encontraba en la puerta junto con Milei y Karina, pero seguía charlando con una de las chicas de antes. ¿Que le pasa a esta, no lo pensaba dejar en paz? Quería arrancarle todo los pelos.

El calor de la furia subió a mi cuerpo al instante, sentía como empezaba a ver un poco borroso y el ruido de mi alrededor se escucha más y más fuerte. Estaba aturdida.

Observe la situación y mi intuición femenina no estaba fallando. Efectivamente estaba ahí con un solo propósito y lo tenía más que claro. Podía ver cómo usaba de excusa el bullicio que había del interior para acercarse más y más. Y lo peor de todo es que no veía ninguna incomodidad por parte de él, al contrario, se ve que la charla estaba interesante.

Pudo haber sido segundos como una hora, no estaba pudiendo ser consiente del tiempo que transcurría en ese momento.

Mis celos volvían a reflotar en mi interior. No podía soportar verlos un segundo más. Lo que le gustaba hacerse el lindo a este hijo de puta, lo voy a asesinar.

Decidí salir de una vez, quería llegar al hotel y hundirme en un sueño profundo porque si no, iba a colapsar.

—Acá estaban, los estaba buscando. ¿Nos vamos?—pregunté mientras dirigía mi palabra solamente a Karina y Milei, ignorando la existencia de Santiago por completo.

—Si, estamos esperando la camioneta. Pero no se si vamos a entrar todos, venís con nosotros o vas con ellos?—preguntó Karina

¿Como que no entrábamos? ¿Si volvíamos como habíamos venido o no?

Mi cara era de desconcierto total.

—Como que no entramos, de que estás hablando?—pregunté incrédula

—Los becarios se están hospedando en el mismo hotel que nosotros y nos ofertamos a llevarlos.—agregó mientras hacía seña para que el resto de la comitiva se reúna.

Volví hacia la dirección donde se encontraba Santiago y este finalmente unió nuestras miradas. Solo se limitó a sonreírme.

¿Que carajo estaba pasando? Ya no entendía nada, de nada.

La camioneta arribó y finalmente subimos. Íbamos los mismos que habíamos ido sumado la insoportable que estaba con Santiago y para mi grata sorpresa se nos sumó Martín.

—Estoy a un par de cuadras de su hotel, me podrían alcanzar?—preguntó apoyado sobre el techo mientras miraba hacia el interior encontrando mi mirada.

Sonreí. Esto se ponía mejor y mejor.

Finalmente asentimos y este subió posicionándose a mi lado. Si las miradas fueran balas, ni Santiago ni yo estariamos vivos. La camioneta era espaciosa y los asientos estaban enfrentados por lo que nos teníamos que ver las caras si o si.

Mientras Milei llevaba una conversación amena con los becarios la mirada de Santiago me estaba dejando sin aliento.

Podía ver como la chica seguía hablando buscando llamar su atención pero era obvio que el ya no estaba ahí. Su mirada estaba entre Martín y yo, mientras compartíamos una conversación por lo bajo, entre risas, debido a los tragos que habíamos compartido. Definitivamente habían hecho efecto y estábamos tratando de disimular.

Entrelazados por el Poder - Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora