Capitulo 13

1.3K 43 11
                                    

Punto de vista de Santiago:

El insomnio me esta matando. Desde que nos acostamos, no podía conciliar el sueño.
Lea se encuentra dormida plácidamente entre mis brazos, era una postal hermosa, ella es hermosa.

Recuerdos se me empezaron a venir a la cabeza mientras acariciaba su pelo, la primera vez que nos vimos, nuestra discusión en el despacho, en el hotel, y los más recientes hacia unas horas atrás. Una sonrisa se formó en mis labios al instante.

Todo esta saliendo como lo planeé. Hasta podría decir que está saliendo mejor de lo que yo pensaba.

El decreto y la próxima Ley de bases ya están en marcha. Nada ni nadie va a impedir que podamos lograr lo que nos propusimos. Y los que piensen que nos pueden voltear, son todos unos pelotudos.

Todo marcha acorde al plan.

Con respecto a Lea, ahí es cuando todo se empieza a complicar. No tuve en cuenta que esta pendeja se me iba a meter tanto en la cabeza.

Me vuelve loco y cada vez se me hace mas difícil manejarlo. No voy a parar lo que tengo que hacer bajo ninguna circunstancia pero saber que le voy a causar tanto daño me hace sentir un poco culpable.

No es algo que hubiese querido hacer en otro contexto, pero no me quedaba otra. Nos costó mucho llegar a donde estamos y ni ella ni nadie lo iba a arruinar.

Ya había amanecido y podía ver a través de la ventana como la luz empezaba a iluminar la habitación.Me levanté lentamente para no despertarla y me dirigí hacia la galería.

Saque un cigarrillo y lo prendí. Sentía como el humo quemaba mi garganta, extasis. Cerré los ojos disfrutando el primer cigarro del día y el ruido distante de los pájaros que llenaba mis oídos.  Mi trabajo es muy demandante y requiere mucha energía así que empezar a venir más seguido me vendría muy bien. La paz que encontraba en esa casa era especial.

Pero aunque intentara mi cabeza seguía empecinada en traer a Lea todo el tiempo. La culpa un poco me empezaba a pesar. Tenía muchas cosas que resolver esta semana y una de esas era lograr que Lea no participe en las reuniones. ¿Como iba a hacer eso?

Muy fácil.

Saque el celular de mi bolsillo y marqué.

"Javi, buen día. ¿Como va?"

("Santi. Todo en orden, por ahí todo tranquilo? Que bueno tu llamado")

"Todo perfecto. Supuse que estabas despierto. Llamaba para consultarte sobre el tema del vuelo, quedó confirmado al final?"

("Por supuesto, eso está cerrado. Esta noche nos vamos, pudiste comentarle a Lea? Los necesito a ambos.")

"Estoy en eso. Espero que cuando volvamos esté todo resuelto."

("De eso no te preocupes, dejamos a los mejores moviendo piezas claves.")

"Todo marcha acorde al plan"

("Eso es correcto. Nos vemos esta noche, salimos a las 23hs. Un Abrazo arquitecto")

Sonreí. Estaban en nuestras manos.

Esta noche partíamos hacia Israel para acompañar a Javier en su primer viaje como presidente de la nación. Pero no era más que una estrategia para dejar espacios libres y que los nuestros se encarguen.

Y lo mejor era que nadie lo estaba viendo. Literalmente no la ven.

Iba a tener problemas con Lea? Seguro, eso era obvio. Nada de lo que ella piensa que va a pasar, va a terminar pasando. Pero era algo que iba a tener que resolver más adelante. Paso a paso. Mientras tanto iba a disfrutar de estos días juntos.

Entrelazados por el Poder - Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora