Capitulo 9

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10 de diciembre, 2023.

La mezcla de emociones me apretaba el pecho mientras me ponía el vestido para la Gala en el Teatro Colón. El día había sido un torbellino, lleno de giros que me habían dejado aturdida y dolida. Pero había una chispa de determinación en mí: no iba a permitir que las sombras de lo sucedido opacaran este momento.

A pesar de la traición de Santiago y el sinsabor de sus acciones, me merezco disfrutar por el trabajo arduo que hemos realizado para esta asunción. Aunque mi interior esté herido, sé que hice un trabajo increíble, y la pelotudez de Santiago no va a empañar mi mérito.

Termino de arreglarme, me miro al espejo y respiro profundo. Mi vestido brilla con elegancia, y mi maquillaje resalta mis rasgos. Hoy me siento más linda que nunca, siento que me puedo comer el mundo.

Mi teléfono sonó. Ramiro me había mandado un mensaje: «Estoy abajo»

Sonreí. Esta tarde mientras hacíamos el recorrido presidencial estuvimos juntos y pude conocerlo un poco más. Es muy gracioso y atento, a pesar de no haberle dicho porque no me sentía tan bien, me entendió y se quedó conmigo haciéndome compañía.

A pesar de nuestra diferencia de edad, el tiene 24 y yo 27, lo notaba un chico maduro y que tenia muy claro las cosas, eso me llamo la atención. No lo veía como algo más que un amigo, pero percibía algo bueno en el, no es fácil hacerte amigos en este ámbito.

Baje y allí me esperaba para llevarme al Teatro Colón. Entre risas y chismes, intentamos despejarnos ya que estábamos agotados mentalmente. Al llegar al teatro, la majestuosidad del lugar contrasta con las tormentas emocionales que llevo dentro.

La gala es un despliegue de luces, música y arte, pero mi mente no logra desconectar del todo. A cada paso por el teatro, siento que las miradas de la gente buscan respuestas en mi rostro.

La atmósfera elegante se mezcla con la tensión que aún persiste en mi ser. Nuestro arribo no pasa desapercibido, y las miradas se cruzan, algunos con admiración y otros con curiosidad. Entre flashes y gritos de la prensa para tener sus fotos exclusivas, nos encontramos con el resto de los invitados que se encontraban allí.

Pero mis ojos buscan a Santiago en la multitud. Su ausencia es como una sombra que me acompaña a cada lado que voy.

Karina, con su sonrisa acogedora, nos recibe en la entrada del teatro. Sus ojos captan la tensión que intento ocultar, pero ella no profundiza en el tema. ¿Se habrá enterado?  Yo esperaba que no, por lo menos de mi parte, no había dicho nada. Milei, rodeado por su equipo, nos saluda con entusiasmo. La marcha de la LLA avanza, pero sin rastro del de él.

—¡Lea! ¡Ramiro! Al fin llegaron—exclama Milei, extendiendo su mano con energía.

—Estamos muy emocionados, es un placer para nosotros poder ser parte.—respondo, tratando de que mi tono suene más relajado de lo que realmente me siento.

La música de fondo y las luces tenues del teatro contribuyen a la atmósfera mágica de la noche. A pesar de ello, sigo buscando a Santiago entre los rostros que se aglomeran en la gala. Mi mirada se cruza con la de Karina, y su gesto revela que tampoco lo ha visto.

—¿Viste a Santiago? —me pregunta en voz baja, tratando de no ser escuchada

—No, Kari. ¿Por que? ¿Paso algo? —le contestó con preocupación.

—Nada importante. Quizás ya entró y nos encontramos adentro—me dice intentando restarle importancia.

Mientras Milei es ovacionado y el equipo de la Libertad Avanza celebra, mi mente divaga entre las luces del teatro y la incertidumbre que crece en mi interior.

Entrelazados por el Poder - Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora