Si tu vida se desmoronará en este instante ¿Cuánto serías capaz de soportar para mantener unidos los pedazos?
A veces es imposible descifrarlo. No tienes respuesta a la pregunta hasta que sucede.
...
Seis meses atrás todo se derrumbó, no frente a...
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08/09/2025
Te he abandonado, lo sé.
¿Cómo debería empezar? ¿Con una disculpa o una promesa?
Da igual, la última vez que hojeé estas páginas fue hace ocho meses. Es necesario un resumen de todo lo que ha acontecido desde entonces.
¿Cómo comenzar cuándo yo no soy capaz de hacerlo?
Y hablo en todos los aspectos que puedan ser cubiertos. Este diario es nuevo, papá me lo ha regalado, y no tengo idea de qué escribir en esta primera página.
Me he rendido, sé que no será perfecto. No tengo estructura a la hora de expresarme, y hasta cierto punto, ni yo logró comprenderme.
Si buscase una palabra que englobará todo lo ocurrido, usaría Cambios:
Tantos cambios, en tan poco tiempo, se vuelven abrumadores. Todo puede pasar dentro de seis meses, aunque muchas veces no tenemos en cuenta el alcance que ese "todo" puede tener y las repercusiones que puede traer consigo.
No comprendo del todo la brusquedad del cambio, me cuesta asimilarlo, en este instante, que me encuentro de camino a una vida nueva que se siente como la de otra persona.
Una vida en la que no hay lugar para mí. O así se siente. Empezaré por lo más relevante y reciente, luego con todos los sucesos adicionales que te has perdido.
—¡Ya llegamos!
Exclama papá, animado, con una sonrisa que no ha borrado desde que empezamos el recorrido. El movimiento del auto, se reduce hasta detenerse por completo.
Mis ojos permanecen en las nubes, el azul del cielo, y luego se desvían a las suaves sacudidas de las hojas de los árboles. Me veo sumida en alguna especie de trance, hasta que mis ojos reposan en la casa que se alza frente a mí.
Parpadeo unas cuantas veces.
La casa tiene un pequeño patio delantero, un garage, y cuatro pisos.
¿De qué se supone trabaja Vanessa? ¿Para la mafia?
La entrada se encuentra impecable, y la fachada es de un color blanco deslumbrante. Observo detalles en madera, ni idea cual, apuesto que mi papá con tan solo observarla ha reconocido si es de caoba o cedro.
Abro la puerta, y me bajo del auto, arrastrando los pies. En un movimiento fluido saco mi maleta. Gruñó por el esfuerzo, ha de pesar un mínimo de cinco kilos.
Me obligó a sonreír.
—¿Cuánto se tardará el camión de mudanza?
—Quizá unas horas. Me aseguraron que está misma tarde todo se encontraría en nuestra entrada, no tienes que preocuparte por eso.
Desestima mi preocupación con un gesto de la mano.
Ruedo mi maleta hasta la entrada.
Papá se encuentra tras de mí, rodando su maleta cuando mis nudillos golpean la puerta tres veces.
