Quinta semana.

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Me encuentro a mí misma observando al rubio de reojo

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Me encuentro a mí misma observando al rubio de reojo.
 
Me reprendo por ello. Es inexplicable. No sé que estoy buscando o intentando ver a través de él. Ya me ha demostrado de más de una forma que no es una persona que quisiera tener en mi vida, de ninguna manera.

He visto suficientes destellos de su comportamiento como para concluir que es tan superficial como Ethan y su grupo.

¿Por qué sigo intentando notar diferencias que lo hacen distinto al resto? ¿Por qué sigo buscando razones para pensar que no es igual a ellos? Y ¿Por qué me sigo aferrando a creerlo?

Mi mirada vuelve a buscarlo de reojo.

Quizá para vislumbrar quién es en verdad, porque una parte de mí sigue pensando que se encuentra bien enterrado detrás de esa apariencia, y se ha terminando mimetizando con el grupo en un intento por sobrevivir.

Y no es él, no en realidad, su apariencia es una máscara que ha creado para mantenerse a flote. Una máscara para salvarse a sí mismo de las burlas y agresiones. Una máscara para que nadie note que es igual al resto.

Y en ocasiones, es posible ver las grietas en esa imagen ideada para funcionar de escudo.

Reí ante el pensamiento, me lo estoy imaginando todo.

Eso es lo que me gustaría creer.

Me centré en la clase. Y en un segundo siento un fuerte jalón en el cabello, gruñí por el dolor y me volví para ver a la rubia cabeza hueca observándome con una sonrisa divertida.

Quiero abofetearla, pero me siento muy cansada para ello.

Me da igual lo que me haga a mi, lo que me preocupa es que eso le da libertad para hacer lo mismo con alguien más. Y no quiero ser yo quién permita eso.

Un golpe de electricidad recorre mis extremidades y ese impulso me invita a levantarme y borrarle la sonrisa del rostro.

El cansancio se evaporó en un segundo.

Recordé a Dylan. Sus palabras. Compruebo que ella no está sola.
Y sé que a mí nadie va a defenderme si se le ocurre meterme una paliza hasta mandarme a la enfermería en frente de todos, por que eso hacían con él.

Si actúo, él puede terminar pagándolo.

Me mordí el interior de las mejillas con fuerza, con la rabia ardiendo en mi garganta y la sangre hirviendo, mis ojos volvieron a la pizarra.

El cansancio vuelve a asentarse con la misma fuerza de antes, me hundí en mi asiento.

Observé de reojo al rubio hablarle en susurros a la chica, quizá la está reprendiendo, o no. No me importa. Ella está riendo y él la fulmina de tal manera que esa sonrisa termina volviéndose una mueca.

Es la segunda vez que los veo conversando y sí, están en el mismo grupo de amigos, lo sé. Pero me pregunto si tienen una relación más allá de eso y de que tipo, por que la confianza con la que se expresa delante de ella es muy distinta a como lo hace Ethan.

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