Cuarta semana

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8 de febrero

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8 de febrero.

La fecha me seguía persiguiendo en sueños. Pesadillas que no acababan al despertar.

No me levanté de la cama ese día.

No pude.

Revisé de reojo la hora, con las sábanas envolviéndome y la bruma desvaneciéndose dándole paso al dolor. Mi cuerpo seguía ardiendo por los moretones y rasguños del otro día, y eran algo ínfimo en comparación con el vacío que se extendía en mi pecho.

Nada. Me sentía así, prescindible de la existencia misma, y sin ánimo alguno para levantarme.

Aún así, lo hice. Por rutina, costumbre, ese impulso automático que me empujaba a ponerme en pie sin energía alguna para enfrentarme a nada.

Y el fuego ardió en mi pecho.

No, no ese fuego que te levanta y te ayuda a seguir. Era el fuego que incendiaba cada gramo de ti hasta volverlo cenizas. Que hacía que tu existencia se sintiera como una condena en vez de un privilegio. No asistí al instituto, mi papá lo sabía. Él sabía lo que sucedía este día.

Mi cabeza dolía, como si alguien arrancará trozos de mi cerebro desde adentro y los devorará, me sentía prisionera de mí misma. Encerrada. Contenida en una caja, ahogándome en un mar de lágrimas no derramadas que se encontraban almacenadas en algún lugar de mi pecho que nunca sabía cuando se vaciaba.

No había lágrimas. Ninguna. Y eso solo intensificaba el ardor en mi pecho que siguió extendiendo hasta que sentí que todo mi cuerpo se encontraba en llamas.

Me acerqué al espejo, y una vez enfrente compusé una sonrisa. Con mis ojos verdes casi translúcidos apagados y opacos. Negué con la cabeza. No funcionaría. Pero al menos, podía fingir. Por hoy.

Mantuve la sonrisa ensayada, al salir, y desayuné con prisa. Antes de verificar que tenía la cartera en mi bolso. Dylan, tampoco asistió a clases por razones que desconocía, se encontraba tumbado en el sofá viendo Batman, me saludó una vez me vio entrar en la sala. Le devolví el saludo.

—¡Iré a visitar a mamá! Volveré dentro de unas horas.

Y con eso cerré la puerta, con un nudo que suplicaba que el tiempo regresará.

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