Tercera Semana

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Me subí la capucha y balanceé mis piernas en el borde del asiento

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Me subí la capucha y balanceé mis piernas en el borde del asiento.

Me restregué los ojos y solté un bostezo. La clase se encontraba repleta de estudiantes parloteando y el ruido taladraba en mis oídos.

No hablaban, gritaban unos por sobre otros para ser escuchados y era desesperante. Me hundí en mi asiento y deseé con cada gramo de mi alma tener mis audífonos para dejar de escuchar las estupideces de proporciones astronómicas que hablaban.

Vi de reojo a alguien sentarse a mi lado. Enarqué una ceja con la mirada pérdida en la libreta que yacía frente a mí. Nadie se sentaba a mi lado. En ninguna clase.

Alcé la cabeza y ahogué una risa al ver al rubio. Claro. Por supuesto. Él era la única excepción a la regla no escrita que parecía obligar a media institución a no dirigirme la palabra.

Me bajé la capucha, por causa de una gota de sudor que se deslizaba por mi cuello, y escuché un claro jadeo indisimulado.

Mis ojos se posaron en el rubio.

—En definitiva la discreción no es lo tuyo.

Sus mejillas ya eran de una tonalidad escarlata. Solté otra risa suave.

Desvió la mirada sin decir nada. El color de sus mejillas se intensificó. Y yo volví a sonreír. Desconozco el porqué; para cuando me forcé a dejar de hacerlo mi mirada acudió al encuentro de la suya y las comisuras de mis labios volvieron a elevarse.

—Lo siento.

Murmuró con una voz casi inaudible.

—No te preocupes. Está bien. No eres el único con nulas habilidades para disimular. Me pasa igual.

—No es solo por eso.

Confesó en voz baja.

Oh.

Parpadeé unas cuantas veces, entendiendo lo que quería decir.

Las disculpas no las merecía yo.

Desvíe la mirada.

—Demuéstralo.

Hice una pausa.

—Y no a mí.

Sus ojos repasaron mi expresión por un momento que pareció volverse una eternidad, a medida que escaneaba cada centímetro de mi rostro.

Asintió con suavidad, entendiendo a quién me refería.

Ladeé la cabeza. Él alzó la mirada.

—Te queda bien.

Musitó cambiando de tema.

Sonreí de lado.

—Gracias.

—¿Cerrando ciclos?

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