16. Celos.

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El día de la competencia del Roller se acercaba y todos estábamos absolutamente tensos en los últimos ensayos, aún que yo ni siquiera iba a competir, comprendía su sentir.

Me encontraba haciendo unas cuentas que Juliana me había pedido que le ayudará, estaba sentada en los sillones atrás de la cafetería, absorta en mis pensamientos sobre números y justificaciones. Y tarareando la canción que tenía en los audífonos.

Una rubia conocida, se acercó a mi lado y se sentó.

– Puedes perdonarme– había dicho pero yo ni siquiera la escuchaba está vez no fue por voluntad.

Luego de un rato que despegue la vista de las hojas pude notar su presencia, por lo que me quite el audífono.

– Lo siento, ¿decías algo?– pregunté.

– ¿No has escuchado nada de lo que te dije?– pregunto un poco ofendida a mi parecer.

– Mmm no, tenía los audífonos ¿qué habías dicho?– Pregunté mientras volví a poner atención a las hojas que tenía en las manos, por ende para escucharla pause la música.

– Que si ya me puedes perdonar– pude ver de reojo como hizo un puchero.

– ¿Ya le pediste unas sinceras disculpas a Juliana? – alce una ceja al voltear a verla.

Se quedó callada.

Para mi eso era un No.

– Por favor Tn!, Ya no quiero estoy peleada contigo, quiero poder seguir hablando, reír, contarnos cosas, como antes.

– Debiste pensar en eso cuando rompiste el patín.

– ¿Por qué te molesta tanto si no fue a ti a quien se lo hice?

– Por qué me viste la cara de estúpida, sabías lo que pensaba respecto a la persona que tuviera algo que ver desde un inicio y no dijiste nada, y luego empezaste a actuar como un chicle pegado a mi.– fruncí el ceño– luego cuando me enteré seguiste tratando de ocultarlo.

– Se que me equivoqué, pero sabes que cometo errores.

– No Ámbar esto no fue un error, esto fue una venganza, todo porque Juliana te dijo algo que no te gusto.– a este punto de la conversación con Ámbar mi piel se sentía caliente, como si fuera una bomba apunto de explotar, por suerte Dayana llegó no mucho tiempo después.

– Hola preciosa–Dayana quitó los papeles que estaban en mis piernas y luego se sentó en ellas, cuando se acomodó me plantó un beso largo.

– Hola bonita– le sonreí y Rocé nuestras narices.

– Disculpa, estaba hablando con ella– dijo Ámbar en tono hostil.

– Disculpa aceptada– sonrió con gracia Dayana.

– ¿Qué? No te estaba pidiendo disculp...

– Tn, Denzel quiere ir a una cita romántica con nosotras a las 9 te parece bien.

– Dónde ustedes estén, yo estoy– dije en aprobación.

– Perfecto– me dió un cortó beso – Iré a la pista un rato, ¿me alcanzas?– dijo mientras se paraba de mis piernas.

– Solo dame 5 minutos linda– le sonreí y luego ví como se perdía en el camino hacia la pista.

– Bueno, ammm...– carraspeó un poco y siguió hablando– Entonces podemos estar bien.

– Te trataré como a los demás, como una amiga lejana, para que tu mente se sienta en paz– le sonreí.

– No esperaba esa respuesta pero bien, lo tomaré– está vez su tono de voz ya no era hostil ahora era relajado.

La chica nueva / soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora