20. Un Adiós

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Durante los siguientes días, dónde se acercaba la competencia no los había vuelto a ver, recibía Miles de llamadas de ellos durante el día pero lo único que contestaba sin vomitar era que estaba entrenando para la competencia.

No los podía ver igual, quien podría hacerlo luego de enterarse de aquella traición , el miércoles por la noche llegué a casa de Juliana hecha lágrimas, en cuanto estuve con ella una enorme ola de sentimientos me invadió y colapse en un ataque de ansiedad, sin poder respirar, sin poder controlarme, sin poder pensar en otra cosa que no fuera eso.

Duré horas sin poder controlarme, Juliana estuvo conmigo toda la noche, acariciando mi cabello y consolando hasta que caí dormida o desmayada, sinceramente no sé cuál fue.

Mi mente solo repetía esa conversación una y otra y otra vez, mi garganta estaba hecha pedazos de gritar tantas veces, el pecho me quemaba cada vez que lo recordaba.

¿Por qué si me defendían de ella, se atrevían a traicionar me y utilizarme? Cómo si fuera una servilleta usada.

No fue hasta el jueves en la noche que Matías llegó con Oliver a su lado y el resto del escuadrón de protección privada.

Cuando ambos llegaron volví a romperme en mil pedazos, y esos dos niños jugando a ser adultos recogieron cada pedazo de mi, me hicieron bañarme alegrarme y tratar de levantar todos los ánimos que pudiera. Tenía que entrar una última vez en el Roller antes de la competencia, por lo que el viernes, ellos iban a mi lado, hombro a hombro.

El Roller estaba igual que siempre, saludé a los pocos amigos que había hecho durante mi estadía aquí, y aún que muchos se quisieron acercar a abrazarme por no haberme visto en varios días, el escuadrón no lo permitió.

Yo con ojos culpables les pedía disculpas desde lejos, caminé hasta los lokers, me puse mis patines, cuando estaba cerca de llegar a la pista junto a Matías y Oliver junto al escuadrón casi rodenadonos por completo pude visualizar a Denzel y Dayana en la pista.

— Mierda — Susurré

— riecht nach menschlichem Abschaum
(Huele a escoria humana) — Dijo Oliver en voz alta, casa que nos hizo a reír a Matías y a mi por el Simple hecho de que lo dijo en alemán, porque el manejaba casi todos los idiomas menos el español.

Denzel y Dayana salieron de su mundo y se empezaron a acercar a mi y cuando estuvieron cerca de tocarme, el escuadrón se les cerró como si fueran unas puertas humanas, que tenían el porte en realidad, eran gigantes. En medio de dos de los hombres se encontraba una mujer un poco más baja que yo, con ropa de cuero pegada al cuerpo como todos los demás

— TN que pasa, porque no me dejan pasar— dijo Dayana mirándome por el hueco que quedaba entre los hombros de los muchachos. Y la cabeza de la chica

— Es scheint, dass die Ratten aus der Kanalisation entkommen sind (Parece que las ratas se escaparon de las alcantarillas)— dijo con burla Oliver.

— Es por protección Dayana— pronunció con asco Matías. — Nadie que no seamos nosotros se puede acercar a Tn.

— Eso es ilógico, somos sus novios— reclamó Denzel.

— Ya no— hable por fin — He decidido terminar con ustedes, lamento que tenga que ser de esta forma pero, ya no quiero estar con ustedes— sonreí ladeando  la cabeza.

— ¡¿QUÉ?! — Gritaron ambos — No puedes hacernos esto, ¿Por qué haces esto cariño?— dijo dolido Denzel.

— ¿Mmm no lo sé?— Hice como si buscará la razón— ¿por qué mejor no se lo preguntan a Sara? — alce una ceja y sonreí cínicamente. Su cara se hizo pálida, abrían y cerraban la boca sin soltar alguna palabra.

La chica nueva / soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora