Epilogo.

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7 AÑOS DESPUÉS

Me encontraba en la ciudad donde nací, Múnich Alemania, estaba esperando a que llegaran Matías y América habíamos acordado vernos luego de que no los había visto en mucho tiempo, la empresa que había creado en Rusia quería llevarla a otras partes del mundo, así que el viaje me hacía matar dos pájaros de un tiro.

Casi siempre venía a visitarlos puesto que mi trabajo me daba esa libertad y no era tan apretada como el trabajo de ellos dos, afortunadamente habían pedido días de descanso, aunque me sonaba un poco extraño considerando que parecen unas máquinas a las que no les gusta descansar, la campanilla de la puerta se escuchó cuando personas entraron al lugar, gire mi cabeza buscando los rostros conocidos de aquella melosa pareja pero no estaban ahí, solo había un chico de mi edad tal vez unos años menos parado en la puerta, llevaba barba de candado bien cuidada, era corpulento y de piel apiñonada, alto y con un porte impresionante, le sonrió a la señorita que lo atendía pidiendo una mesa para uno, demasiada atención para un desconocido, podía escuchar como su Alemán estaba avanzado pero su acento delataba que no era del país, otra vez la campanilla volvió a sonar y esta vez sí era mi pareja favorita de la vida, me levante enseguida de mi asiento para que me ubicaran y en cuanto lo hicieron América corrió a abrazarme, mientras Matías se tomaba su tiempo de dejar el saco en el perchero y el bolso de su prometida.

-- No saben cuánto los extrañe-- Dije separándome de América para abrazar a Matu. 

-- Tengo que contarte tantas cosas, ¿Por qué no me habías dicho que Matías le temía a las alturas?

-- Era una experiencia que debías tener con él, aunque me interesa saber el desarrollo de como lo descubriste-- Sonreí mientras levantaba mi mano para que el mesero viniera a pedirnos la orden y poder pedir un buen vino.

-- ¿Como has estado Darian? -- hablo esta vez Matías intentado cambiar de tema --¿Como va el Impalace Melk?-- pude notar en su rostro una mueca de nostalgia al decir la ultima palabra.

-- De maravilla, cada día hay más patinadores para ingresar en las competencias que hacemos para juntar gente, el lugar está totalmente legalizado y los entrenadores más que capacitados para instruir a los nuevos-- dije emocionada-- en cuanto a mi pues va todo bien, tengo días tranquilos mientras entreno a Danna y Damián sin contar que me siento como una madre orgullosa de sus pequeños porque esos chicos son sorprendentes, destellan en la pista como si unas estrellas estuvieras viendo, la pasión que transmiten es hermosa en verdad y hablando de ellos es un honor informarles que Los Doble D antier por la tarde ganaron su décima competencia consecutiva siendo así los campeones mundiales.

--Eso es impresionante Dar -- sonrió con felicidad Ame -- Estoy segura de que tomaron cada consejo que les dijiste en los entrenamientos, en hora buena linda.

-- Mucho sobre mí, ahora como van los preparativos para esa boda porque ni crean que se me va a olvidar que llevan posponiéndolo por más de dos años.

-- ¿Nosotros, posponiendo la boda? Para nada-- dijo con burla Matías mientras tomaba el vino que recién nos acaban de servir. 

-- En realidad era un tema del que queríamos hablarte-- menciono América con pena-- Sabes bien que eres una parte importante en nuestra relación porque definitivamente sin ti no hubiéramos podido sobrellevar lo nuestro y es más que obvio que te deseo como una de mis damas honor y durante este último año hemos empezado con los preparativos porque definitivamente la posponíamos. -- miro con recelo a Matías y yo reí.

-- Quiero que, para mi despedida de soltero, viajes conmigo a otros países, no solo es para divertirnos también compraremos algunas cosas que ella quiere en la boda-- dijo sin tanto rodeo, como solemos hablarnos.

La chica nueva / soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora