36. En Cero De Nuevo

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Justo una semana después de la pintura, Ámbar, Matteo y yo, comenzamos a remodelar el cuarto de Ámbar, Miguel y Mónica se habían opuesto a cambiar el diseño de la habitación, pero luego de manipular un poco la situación con la reina del Roller habían accedido.

En aquella travesía habíamos puesto repisas, y una base de madera para la cama, para que quedara elevada, cambiamos un poco la ventana y la hicimos más grande, por cierto, casi desnucamos a alguien en ese momento, justo iba pasando Tino y Cato, hicieron un gran drama luego del susto.

Luego de unas semanas habíamos terminado de pintar, acomodar y rediseñar todo su cuarto, su closet lo hicimos más espacioso, después de ver tantos patines y ropa, parecía que tenía 3 cuerpos para usar toda esa pila de ropa era enorme y mejor ni hablar de los zapatos era peor.

Justo habíamos acabado los últimos detalles de poner colchas, sábanas y cortinas a las 3:40 de la tarde, por lo que los 3 decidimos ir al Roller, porque en estas semanas nos centramos solo en el cuarto y no quisimos salir más que a ir a mi casa a descansar, dónde por cierto Matteo y Ámbar se alojaban por mientras.

Al llegar al Roller estaba concurrido como de costumbre, sin embargo pudimos ver a una chica morena abrazando a Simón, derrepente Ámbar la reconoció y fue a su búsqueda para abrazarla.

—¿Qué?— Susurré al ver cómo ambas chicas se reconocían mutuamente.

— Es Daniela, ya te platico de ella ¿no?

Mi hamster mental empezó a trabajar y dió con el momento, me habló de ella, había mencionado que se había unido con ella para hacerle la vida añicos a Luna.

Por supuesto que la reconocía, sin embargo las sorpresas no solo fue esa.

El chico que antes estaba en los red sharks, Benicio, acababa de volver de su viaje por lo que ahora también estaba abrazando a la rubia.

— Tomaré un jugo, ¿Quieres?— le pregunté a Matteo que solo asintio viendo la interacción de ellos 4.

— ¿A dónde irán?— pregunto Ámbar en cuando nos empezamos a mover.

— Por un jugo— contesto Matteo, mientras yo seguia mi camino a la barra del otro lado, dónde no pudiera ver nada.

Por mi paz mental, más que nada.
No debería hacer algún tipo de reclamo no somos nada, pero no puedo evitarlo, me siento como la vez que la vi besandose con Simón, si alguien me toca en este momento se quemaría.

— Calma tus celos— masajeo mis hombros Matteo— Respira— respiró conmigo.

— Gracias— dije cortante.

— Nico nos puedes preparar 2 jugos de Naranja por favor— Justo iba llegando a la barra.

— Claro, en un momento se los doy— me regaló esa linda sonrisa y se agachó a buscar algo en la barra.

— Tengo sueño Matteo, quiero dormir— le avisé.

— No es sueño, son tus celos los que hicieron que te decayeras.

— Si si lo que digas.

— ¿No se supone que tenían acuerdos con forme la amistad beneficiosa?— pregunto.

— Lo sé, creeme que lo sé, solo no puedo evitarlo, algo dentro de mi se enciende como si fuera una flama con gasolina.

— ¿Te enamoraste de ella?.

Su pregunta sacudió mi cabeza; No podría, yo fui la primera en decir que sin sentimientos de por medio, solo éramos una amistad muy unida ¿Verdad?.

— Tomaré tu silencio como un si.

La chica nueva / soy lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora