Nunca digas nunca (FirstKhaotung 🔞)

Capítulo 6

Khaotung

Hoy es mi primer día de universidad. Estoy nervioso por lo que ello supone, pero, sobre todo, porque he regresado a Bangkok después de tanto tiempo.

Después de huir y dejar mi vida atrás.

El campus universitario es enorme, pero estoy aterrado. No estoy preparado para encontrarme con mis antiguos amigos. Desaparecí sin despedirme de nadie. No fue justo para Gun y Book, pero yo estaba destrozado y necesité escapar. Me cambié de escuela y cursé el último curso en Chiang Mai, donde mi madre trabaja. Le dije que prefería estar cerca de ella y me cambió de escuela con gusto.

En cuanto pongo un pie en el campus, me detengo en seco. Tengo la boca seca y aunque hace un calor de mil demonios, un sudor frío recorre mi espalda.

- ¿Qué haces ahí parado? - me dice Neo, acercándose a mí.

- ¡Khao! - me grita Force, sacándome de mi letargo. - Venga, vamos enano.

Neo y Force son mis mejores amigos de la escuela de Chiang Mai. El primero era nuevo en la escuela como yo. En cuanto le vi intuí que estaba huyendo como yo. Su preciosa sonrisa al presentarse a la clase escondía mucho nerviosismo. Quería encajar, pero estaba asustado. Así que me presenté, le dije que yo también era nuevo y me senté junto él. Fue un flechazo instantáneo. Neo es alegre y divertido. Dicharachero hasta aburrir, pero con un corazón que no le entra en el pecho. En cuanto cogió un poco de confianza conmigo, me contó que en su anterior escuela le hacían bullying y que por eso se había cambiado. Me juré a mí mismo que no permitiría que nadie más volviera a acosar a Neo.

El segundo es el típico tío guapo y atractivo. De esos que la gente se gira para mirar cuando pasan por su lado. Las chicas le sacan fotos a escondidas y chillan como locas en cuanto lo ven. Y no es de extrañar. Force es guapo a rabiar, además de un adicto al gimnasio, por lo que tiene, más o menos, como unos 200 músculos más que yo en su cuerpo. Cuando le conocí el primer día, pensé que sería el líder de la clase, teniendo en cuenta su aspecto y que llevaba años estudiando en aquella escuela. Era el más alto de todos, el uniforme le quedaba como un guante y su cara parecía cincelada por los mismísimos dioses. Además, desprende esa aura de que se la suda todo el mundo a su alrededor que poseen los que se saben guapos. Después de la primera clase de educación física, en las duchas, pude admirar su anatomía por completo. Force es un jodido monumento andante, pero me sorprendió que no hablara con nadie. No parecía tener amigos en la escuela. Una tarde de sábado, Neo y yo fuimos a un centro comercial. Nos sorprendió ver a Force salir del cine solo. Salía serio y tras cenar algo, se fue. Neo, que, quizás, por haberlo sufrido en sus propias carnes, es muy sensible con este tema, me dijo que Force estaba siendo acosado en la escuela. Quizás no físicamente, porque él podría matar a cualquiera de nuestros compañeros de clase con sus propias manos, pero sí lo hacían de manera psicológica. Así que, armados de valor, un mediodía, a la hora del almuerzo, Neo y yo nos acercamos a él, ya que siempre comía en la mesa más apartada. Descubrimos que Force es un tío muy bromista y divertido, con una risa contagiosa, pero, sobre todo, un amigo amable y protector. Fue muy duro escucharle decir que nunca había tenido un amigo porque la gente le tiene una envidia atroz.

Desde ese día, nunca más volvimos a separarnos y lo hacíamos todo juntos. Así nos convertimos en los tres mosqueteros. Ellos no lo saben, pero con su cariño y su amistad me salvaron y me sanaron. A diferencia de ellos, yo jamás les conté el verdadero motivo por el que cambié de escuela. Tan sólo les dije que se debía al trabajo de mi madre en Chiang Mai.

- ¡Tranquilo! - me abraza por los hombros Neo sacándome de mis pensamientos. - Seguimos juntos los tres y vamos a poder con todo - dice de manera positiva.