Nunca digas nunca (FirstKhaotung 🔞)

Epílogo

First aprobó aquel primer curso de carrera, gracias a sus amigos. El resto de los años de carrera, no diré que fueron tranquilos, pero no tuvimos que volver a sufrir nada parecido como al tiroteo de aquel primer curso.

Cuando terminamos de estudiar, todos buscamos trabajo. Tomamos rumbos distinto y aunque no nos vemos todo lo que nos gustaría, seguimos manteniendo relación. Pueden pasar años sin vernos, pero en cuanto coincidimos en el espacio y en el tiempo, volvemos a tratarlos como si hubiésemos estado juntos el día anterior. Como si el tiempo no hubiese pasado. Porque cuando alguien vive algo tan trágico como nosotros, crea unos vínculos intangibles que te mantiene conectado con aquellas personas con las que has sufrido semejante infierno. Y nosotros sufrimos mucho.

Mark y Neo se mudaron a Estados Unidos y trabajan para Google. Hace una eternidad que no sabemos nada de ellos. Creo recordar que son millonarios gracias al desarrollo de una aplicación. No sabemos sé si siguen siendo amantes o solamente socios, tan solo espero que sean felices.

Perth y Chimon se casaron casi al terminar la universidad. Aún recuerdo la fiesta de su boda como si fuese ayer. Hasta donde yo sé, todavía siguen juntos.

Off siguió a Gun mientras este auditaba para series y películas por todo el país. Rompieron a los años, cuando Off quiso establecerse y Gun se unió a una compañía de teatro independiente. Pero nunca hubo rencor entre ellos. Creo que no está todo dicho entre ello, pero quién sabe.

First y Khao también se casaron. Su amor es la envidia de cualquiera que pase con ellos 10 minutos. Aún después de tantos ellos, sus ojos siempre están encima del otro, admirándose con absoluta devoción. Adoptaron a 2 niños y 2 gatos y son los encargados de que nos sigamos viendo, al menos, una vez al año.

Force y yo terminamos un año después de acabar la universidad. Él empezó a trabajar en un banco y yo me fue a especializarme en pediatría con Chimon. Cuando finalizamos nuestro post grado, montamos una consulta y yo me convertí en el enfermero de Chimon. Force y yo nos dimos otra oportunidad y lo volvimos a dejar a los meses. Hace un par de años, coincidimos en la fiesta de fin de año de un amigo común y volvimos. Para Semana Santa, los nuestro ya era historia. La verdad es que no somos muy compatibles, pero en la cama... es otra historia.

Y aquí estoy, sentado en la barra de un bar donde hemos quedado todos, después de 5 años, que es la última vez en que coincidimos los diez. Khao y First ya estaban sentados cuando he llegado, pero he preferido pedirme una cerveza y observarles desde lejos. Como ya he dicho, por ellos no pasan los años. Siguen siendo dos adolescentes en busca de un lugar oscuro para meterse mano. No puedo entender como después de todos estos años siguen teniendo tantas cosas de las que hablar y se siguen tocando de esa forma.

- Siempre fuiste un mirón, Kasidet - la profunda voz a mi espalda, me produce un dulce escalofrío.

Me giro sobre el taburete y encaro a mi ex. Está tan increíblemente guapo como siempre.

- Y tú siempre acercándote por la espalda como un depredador, Jiratchapong - contraataco.

Force se aproxima a mí y me da dos besos. Su perfume me embriaga y me lleva a momentos del pasado. Momentos tórridos y muy húmedos que siempre vagan por mi subconsciente.

- Estás increíble - me alaga.

- Tú estás como siempre.

Su gesto se endurece al escucharme. Puede ser imperceptible para los demás, pero no para mí, que lo conozco tan bien.

- ¿Has hecho un pacto con el diablo? Sigues siendo el ser más sexy de la creación - le suelto antes de darle un trago a mi botellín de cerveza.

Entonces saca a relucir la artillería pesada. Esa sonrisa que encandilaría al mismísimo Dios del inframundo y le perdonaría la vida. Se quita la americana y una carísima y ceñida camisa blanca me deja adivinar sus brazos y sus pectorales. Pasea sus ojos por mi cuerpo con todo el descaro del mundo.