Capítulo 26

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Khaotung

- Buenos días, mamá - contesto al ver que es la madre de First. - ¿Qué tal está First? - pregunto esperando que todo siga bien.

- Cariño, te llamaba por eso... - a la mujer le falla la voz y a mí se me para el corazón.

- ¡¿Qué tiene First?! - exclamo angustiado.

- Ha recaído en el coma - me informa con voz apagada.

Un enorme peso se aplasta sobre mi cuerpo y me fallan las piernas, cayendo de rodillas en el suelo del pasillo de la universidad. Un sollozo resquebraja mi garganta.

- ¿Khao? ¿Estás bien? - la madre de First parece asustada. - Cielo, el doctor ha dicho que es normal y que no deberíamos preocuparnos demasiado. - habla deprisa.

Sus palabras no tienen sentido, pero tan solo puedo pensar en First. ¿Y si no vuelve a despertar? ¿Este podría ser su final? Solo de pensarlo, lloro desesperado.

- Khao, por favor. Dime algo - está muy nerviosa.

- ¿Hay algo que yo pueda hacer? - me ofrezco, sabiendo que sería capaz de ofrecer mi propia vida por salvar la de First.

- Justamente quería pedirte un favor. De verdad que lo siento, pero necesito salir del hospital. Tengo una urgencia en el trabajo y... - escucho un largo suspiro, como si estuviera muy cansada. - Se lo he pedido a Off, pero no me ha cogido el teléfono. Y Mark tiene un examen hoy... No quiero importunarte, pero no quiero dejar solo a First. ¿Podrías...? - no le dejo terminar.

- Ya estoy de camino - me pongo en pie, sacando fuerzas de no sé donde.

- Te espero en el hospital. - puedo adivinar, sin ninguna necesidad de verla, la sonrisa serena de sus labios. - Gracias mi niño y... lo siento - dice antes de colgar.

Llamo a un taxi y llega buscarme en menos de 10 minutos. Durante el trayecto aviso por correo electrónico a mis maestros de que me ausentaré durante la tarde porque me ha surgido un imprevisto.

No, esto no es un imprevisto. Es la peor de las desgracias.

En cuanto llegamos y antes incluso de que el taxi se pare del todo, ya estoy abriendo la puerta. Le lanzo un billete al chofer y le doy las gracias mientras salgo disparado. Decido subir por las escaleras, incapaz de esperar el concurrido ascensor del hospital. Llego con la lengua fuera, pero tengo una necesidad imperiosa de ver a First. Reprimo estas ganas de llorar que tengo desde que su madre me ha llamado. Toco la puerta y enseguida me da permiso para entrar. Veo a la madre de First sosteniendo la mano su hijo. First no lleva la máscara de oxigeno lo que me permite ver su cara perfectamente. Tiene un semblante sereno. Es tan guapo.

- Cariño - dice la mujer poniéndose en pie y llegando a mi lado para darme un abrazo. Sollozo en cuanto siento sus amorosos brazos rodeándome. - Shhhh - me soba la espalda. - Él va a estar bien. Te lo prometo - susurra antes de besar mi frente.

En cuanto me libera, me acerco a la cama. Veo mi temblorosa mano acercarse a la mejilla del bello durmiente y deposito una ligera caricia.

- Me voy ahora, cielo, pero te prometo que intentaré regresar en seguida - de reojo la veo recoger su gabardina y su bolso que descansan sobre la silla que hay junto a la cama.

- No tengas prisa mamá, voy a quedarme a pasar la noche con él... si te parece bien - espero que entienda mi súplica.

- Khaotung - asiente y su mirada destila una ternura infinita - ¿Por qué no has venido a verle cuando estaba despierto? - me pregunta directamente y trago el amargo nudo de mi garganta.

Nunca digas nunca (FirstKhaotung 🔞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora