O al menos eso creía.
A la tarde siguiente, Tristan llamó para cancelar la cena.—Lo siento, cariño —dijo, su voz profunda a través de la línea—. Surgió algo.
¿Parecía irritado...? ¿Enfadado? ¿Frustrado? Tal vez las tres.
—Está bien —murmuré, más que decepcionada, mientras miraba fijamente la pantalla de mi ordenador de la oficina—. ¿Está todo bien?
—Sí.
No sonaba bien.
—Simplemente programémoslo para otro día. Tengo otra cena de negocios mañana por la noche, pero ¿qué tal el miércoles?
Mi corazón se hundió en mi pecho. ¿No le vería durante dos días? Con el ceño fruncido, dije—: Claro. Eso suena bien.
Vaciló.
—Realmente lo siento, Noelle. No te enfades.
—No lo hago —dije con sinceridad, inclinándome en mi silla de oficina— . Decepcionada, sí, pero sé que estás muy ocupado. Ya te tuve todo para mí ayer, por lo que debería dejar de ser tan egoísta —bromeé, sonriendo un poco—. Simplemente te veré el miércoles por la noche, ¿de acuerdo?
—Vale. Ten una buena noche, cielo. Te llamaré más tarde.
—Adiós, Tristan —susurré. Me quedé en la línea hasta después de que colgó y el tono de marcación sonó.
Con un suspiro, colgué el teléfono y volví a mirar la representación final en 3D de la oficina de Tristan. Annie había añadido sus propios toques, pero había puesto algunos míos también. Y me gustaba lo que veía. A Tristan le gustaría también.
Me hubiera gustado poder verle esta noche, a pesar de que me desperté con él esta mañana.
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A la tarde siguiente, estaba en Blackwell Financial con Annie. Por fin había terminado el proyecto en el que había estado trabajando con su cliente famoso, para poder dedicarle más tiempo aquí. Y, por supuesto, lo primero que quería hacer era supervisar los diseños del baño. Típico de Annie, pensé que con un movimiento de cabeza y una sonrisa.
Hicimos que pintores profesionales realizaran las oficinas de nivel más bajo hoy y luego empezarían con las oficinas de los ejecutivos mañana. La planificación estaba siguiéndose bastante bien. Estaba contenta con que terminaríamos los diseños con tiempo de sobra y sabía que Annie también lo estaba.
A pesar de que estaba en su edificio de oficinas, no había visto a Tristan en toda la tarde. No me había llamado la noche anterior, para mi gran decepción. Por lo general siempre llamaba cuando decía que lo haría. Pero me había enviado un mensaje de buenos días antes, por lo que al menos sabía que estaba bien.
Todo estaba todavía en el aire entre nosotros. El domingo había sido intenso. Tristan me había aferrado a él a medida que nos dormíamos esa noche, como si tuviera miedo de que me fuera. No me había importado, sin embargo. A veces, cuando se trataba de Tristan, sus acciones eran más elocuentes que sus palabras. Sabía que tenía sentimientos por mí.
Sentimientos fuertes, aunque él no hubiera dicho nada al respecto.
Pasé por la sala de conferencias cuando fui a tomar un almuerzo tardío.
Mi corazón saltó de emoción cuando oí los tonos bajos y amortiguados de la voz de Tristan. Entonces, oí pies arrastrándose y sillas de cuero gimiendo y pensé que estaba terminando una reunión. Decidí esperar a ver si ya había almorzado.Un grupo de ocho hombres salieron en fila, dirigiéndome corteses sonrisas cuando pasaban por mi lado antes de desparecer en el ascensor.
Tristan salió, un hombre a su lado, todavía enfrascado en una conversación sobre su reunión. No me había visto todavía y sonreí, mi pecho doliendo por lo guapo que estaba en su traje ajustado y su corbata.
Levantó su cabeza y sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa cuando me vio.
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❤Sr. Blackwell🪐 "En Proceso"
Teen FictionTristan era todo lo que había querido para una cita de una noche. Era un tipo que hacía que se te derritieran las bragas con un cuerpo esculpido por los dioses griegos y un amante de la charla sucia que me dejaba jadeando y rogando por más. Mejor aú...