Tenía sentimientos encontrados en el ascensor, subiendo al ático de Tristan. La última vez que estuve en él, había estado luchando contra las lágrimas. Mis rodillas habían picado por caer torpemente en su suelo. Y me habían humillado. Completamente humillada por haber sido usada y descartada por el hombre que había empezado a gustarme. Ese hombre y el hombre dentro del ascensor conmigo parecían tan diferentes.
Sin embargo, fue como retroceder en el tiempo, de vuelta al momento en que juré nunca me involucraría con un hombre como él.
Sin embargo, aquí estaba. Casi me reí.
Tristan podía sentir mi tensión. Habíamos tenido una gran cena y cuando él había sugerido volver a su casa, ni siquiera dudé en mi respuesta.
Ahora, me preguntaba si debería haber sugerido mi casa.-¿Qué estás pensando? -dijo la voz profunda de Tristan, llenando el ascensor. Estaba cerca de mí. Su brazo envuelto alrededor de mi cintura mientras esperábamos que las plantas pasaran.
Miré por encima de él y mostré una pequeña sonrisa.
-La última vez que estuve aquí. -Él ya lo sabía, por supuesto. Sin embargo, todavía preguntó.
-Si pudiera hacer algo porque esa noche fuera distinta de cómo fue, lo haría. -Fue su respuesta-. No hace falta decir que me siento muy mal por la forma en que te traté.
-Y te perdono por ello -dije, mientras las puertas se abrían, revelando su prístino ático en toda su belleza simple-. No esperaba sentirme incómoda. Ni siquiera se me pasó por la mente hasta que llegamos a tu edificio.
Maldijo en voz baja y pude oír que estaba llena de pesar.
-Lo siento, Noelle. No lo pensé. ¿Quieres que te lleve a casa? -Su mano ya estaba alcanzando el botón para llevarnos de vuelta hacia abajo.
Alejé su mano y salí del ascensor, tirando de él junto a mí.
-No. Es mejor superarlo de una vez.
-No quiero que tengas que superar nada -dijo, sus labios tirando hacia abajo en un ceño fruncido ante mi elección de palabras.
Suspiré.
-Sólo quería decir que, si queremos seguir viéndonos, al final tendría que hacer frente a lo que pasó esa noche.
-Noelle... -empezó, mirando hacia atrás hacia el ascensor.
Mis manos se elevaron hasta tirar su cabeza hacia abajo y entonces le di un beso. Inmediatamente, sus brazos pasaron alrededor de mi cuerpo, acercándome más. Quería demostrarle que quería estar aquí, independientemente de lo que pasó esa noche. Pero tendría que pasar algún tiempo para acostumbrarme, a estar en su ático.
Cuando le solté, bajó su mirada hacia mí, el calor elevándose en su mirada.-¿Me acabas de besar para callarme?
Sonreí.
-Sí. Pero creo que funcionó. Eres tan charlatán, ya sabes.
Hizo un sonido divertido en el fondo de su garganta.
-Alguien quiere ser castigada más tarde.
-¿O qué tal ahora? -susurré, sonriendo.
-¿Qué? ¿No quieres un recorrido primero? Pensaba que sería una prioridad para una diseñadora de interiores como tú, después de todo.
La excitación iluminó mis venas y sonreí.
-¿Puedo?
Sus ojos se suavizaron y mi corazón se hizo polvo en mi pecho. Siempre quise que él me mirase de esa manera, como si fuera a hacer cualquier cosa por mí.
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❤Sr. Blackwell🪐 "En Proceso"
Teen FictionTristan era todo lo que había querido para una cita de una noche. Era un tipo que hacía que se te derritieran las bragas con un cuerpo esculpido por los dioses griegos y un amante de la charla sucia que me dejaba jadeando y rogando por más. Mejor aú...