-Oh... joder -gruñó Tristan.
- Gemí, apretando mis muslos, incluso con mi culo en el aire. Sentí la mano de Tristan apretarse en mi cabello mientras me ayudaba a guiarme.
Me encantaba su poder, estar bajo su control. Deleitada en eso.Su gruesa polla salió de mi boca y lamí los lados, arrastrando mi lengua por las venas, trazándolas hasta su propia punta. Su respiración se detuvo y mis ojos se posaron en los suyos. Con los ojos entornados, los labios entreabiertos, era hermoso, con su rebelde pelo oscuro y su fuerte y desaliñada mandíbula. Verlo a la luz de la mañana filtrándose suavemente a través de mis persianas era incomparable.
-Mmmm, sigue mirándome así mientras chupas mi polla, cariño - gimió. Otro apretón de mis muslos. Me encantaba su boca sucia también- . Te gusta hacer esto para mí, ¿no?
Mi respuesta fue un gemido alrededor de su pene mientras otra oleada de calor florecía entre mis muslos. Sí, Tristan Blackwell, el multimillonario heredero de la familia Blackwell, me estaba convirtiendo oficialmente en una libertina. Y me encantaba.
Otro aliento brusco de Tristan mientras lamía el punto sensible en su propia punta. Su mano se apretó en mi cabello por un breve segundo antes de que cambiara de posición y me arrojara sobre mi cama. Una vez que se puso el condón,
Tristan agarró mis muslos y los abrió de par en par para que mi coño mojado estuviera expuesto. Me miró, su enfurecida polla enfundada palpitando, antes de arrastrar un dedo a través de mis pliegues.Jadeé ante el contacto, arqueando mis caderas de la cama, esperando sentir más de él.
-Me has molestado lo suficiente, cariño -dijo, colocando mis piernas sobre sus hombros. No era una posición completamente cómoda.
Estaba completamente expuesta a él, vulnerable. Se movió hacia adelante, levantando mi culo de la cama mientras mis tendones se estiraban deliciosamente, y su pene golpeaba mi clítoris.
Lo necesitaba tanto. Traté de mover mis caderas para que su pene se deslizara dentro de mí, pero él tenía completo control. Finalmente, le rogué:
-¡Por favor, Tristan!
-¿Qué es lo que quieres? -preguntó, arrastrando los labios hacia un lado de mi cuello
-. ¿Quieres esto? -En ese momento, empujó sus caderas de repente y su pene se deslizó a casa.
Mis labios se separaron, sintiendo su dureza dentro de mí.
-¡Sí, cariño! ¡Por favor!
Se retiró y casi golpee su espalda musculosa por la frustración.
-Dime.
-Te quiero. ¡Por favor, te necesito tanto!
-¿Qué necesitas?
¡Ugh! Exasperante hombre.
-¡Tu polla! Necesito tu polla.
Inmediatamente, me dio lo que quería. Sus brazos se apoyaron en la cama a ambos lados de mi cabeza, estabilizándose mientras se zambullía dentro. Y luego continuó, empujando dentro de mí, llegando hasta mi útero.La posición hizo que estuviera tan adentro que no podía decir dónde comenzaba él y donde terminaba yo. Nos unimos de la manera más íntima posible. El calor era exquisito.
-Tan jodidamente bueno -gruñó, puntuando sus palabras con un fuerte empujón que juré que sentí hasta la garganta-. ¡Joder, Noelle!
No podía pensar, no podía hablar. Todo lo que hice fue jadear y gemir porque el placer que se estaba construyendo no permitía nada más. Podía escuchar los golpes rítmicos y poderosos de nuestros cuerpos uniéndose.
Podía sentir el aliento desigual de Tristan en mi oído y percibir su olor picante y embriagador. Los pelos suaves que se alineaban en su pecho hicieron cosquillas en mis pezones, haciéndolos fruncir y apretarse aún más.
ESTÁS LEYENDO
❤Sr. Blackwell🪐 "En Proceso"
Teen FictionTristan era todo lo que había querido para una cita de una noche. Era un tipo que hacía que se te derritieran las bragas con un cuerpo esculpido por los dioses griegos y un amante de la charla sucia que me dejaba jadeando y rogando por más. Mejor aú...