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[ THE GREAT WAR ]
a finnick odair fanfiction

Todo comienza aquí, en el Distrito 4, una semana antes de la Cosecha de los 66 Juegos del Hambre...

finnick's perspective

Era un día tranquilo en el Distrito 4, hace casi un año desde que gané los 65 Juegos del Hambre y parecía ayer cuando contra todo pronóstico de la gente, gané con tan solo 14 años. Eso me lo hicieron saber bien que era el más joven en ganar en la historia de los Juegos del Hambre. Muchos creerían que eso te traía lujos, privilegios y paz, algo que muchos anhelábamos en estos tiempos. Pero todo lo contrario, aún era un esclavo al servicio exclusivo del Capitolio, aunque no lo fuera del Distrito. Aunque me dijeron que no "venderían mi compañía" hasta que cumpliera los 16 años porque o sino no lo harían con buena conciencia. Eso me asqueaba. Además del absurdo estilo de vida de las personas del Capitolio. Mientras ellos tenían comida para abastecerse durante años, los distritos más pobres se morían de hambre. Pero, por supuesto, eso no les importaba. Algo que aprendí en mi "Gira de la Victoria"

Estos días solo encontraba paz en mi mentora, Mags, como yo la llamaba. Era una figura materna para mí y una muy buena persona, una de las pocas vencedoras que realmente mereció ganar y tenía una buena personalidad. Me gustaba ir a la playa, algo que me tranquilizaba al estar en un entorno tan familiar para mí. Siempre me iba a un lugar de la playa que pocos llegaban a conocer por estar muy escondido entre unas rocas. Nunca había visto a nadie aquí y se convirtió en mi lugar seguro.

Sin darme cuenta del tiempo seguramente, me quedé dormido en la arena. Abriendo los ojos lentamente y viendo que ya era de noche.

—Me he quedado dormido.—murmuré con fastidio, seguro que Mags estaría preocupado por mí al no llegar a la Aldea de los Vencedores.

Me levanté de inmediato, disponiéndome a irme a casa pero oí el canto de una melodía preciosa. Le tomé especial curiosidad porque se supone que no debería de haber nadie por la noche en este lugar que pensé que solamente yo conocía. Vi a una chica rubia cantando en la orilla, sentada ahí mientras las olas la golpeaban. "Luce como una sirena mismo, pero, ¿no tendrá frío? Es muy tarde ya y suele ser peligroso." pensé antes de acercarme a ella.

—Tienes una voz preciosa.—le dije, ella se giró algo sorprendida pero relajó su mirada cuando me reconoció.—Soy Finnick Odair.

—Sé quién eres, el vencedor más joven de los Juegos del Hambre, lo siento por tu compañera, ¿se llamaba Kaila, no?

—Si, así se llamaba.

Kaila Thart fue la tributo femenina del Distrito 4 que le tocó estar conmigo en los últimos Juegos del Hambre, al final solamente habíamos quedado ella y yo. A pesar de todo lo que hice para mantenerla a salvo durante el principio, no dudo a la primera que tuvo para intentar matarme y casi lo hizo si no fuera porque esquive a tiempo su ataque y yo le maté primero. Y salí como vencedor de esa Arena.

—Mi nombre es Thallasa Calder.

Me quedo en silencio unos segundos, ese nombre me sonaba bien de algo pero en ese momento no se me ocurría de qué. Pude ver que ella lo notó.

—Mis hermanos fueron tributos en unos juegos del hambre hace unos años, cuando no hubieron vencedores.—dijo ella y se me iluminó la bombilla, fue algo tan triste esos Juegos del Hambre que ambos hermanos murieran tan trágicamente dejándola a ella en este mundo.—Thalia y Erik.

—Lo siento por tu pérdida, Thallasa.

—No es ningún problema, estoy acostumbrada.

—Es tarde, ¿no tienes ningún hogar a la que ir?—pregunté dándome cuenta de la hora.

—No tengo un hogar como el que tú imaginarías.—contestó ella con una mueca.—Mis padres son alcohólicos desde lo de mis hermanos, me paso la mayoría parte del tiempo en la playa, en este rincón con mi propia compañía. Suelo dormir por este lugar también.

Para la menor de los hermanos Calder, esta era una vida difícil y ella se veía como una chica frágil pero de buen corazón. Me sentía mal por ella y quería ayudarla pero no sabía cómo en aquel momento. Se me ocurrió invitarla a mi casa en la Villa de los Vencedores, al menos por unos días antes de que los Agentes de la Paz se diesen cuenta de esto.

/•••/

Pasaron tres días desde que invité a Thallasa a mi casa, ella parecía bastante feliz de estar aquí y me alegraba que mi presencia fuera útil para alguien.

—No tendrías que haber hecho todo esto, Finnick, te puedes meter en problemas si alguien me descubre aquí.—dijo ella con algo de preocupación.—Lo último que querría es que sufrieras por mi culpa.

—Tomaré toda responsabilidad, yo quiero tenerte aquí. Total, no tiene sentido estar en una casa tan grande yo solo.

—Eres un buen hombre, Finnick.

Ella lo decía con una sonrisa plena que veía en pocos por este Distrito de pescadores, una presencia cálida como el sol, sus ojos de un color azul mar tan precioso y cabello de hilos de oro. Definitivamente era la mujer más hermosa que había visto en mi vida, con la personalidad más pura y amable que había conocido en mi vida.

"No sabría cómo se me caería esta fantasía,
cuando ella fuera seleccionada como tributo
y yo pensara que tenía cero posibilidades de
ganar contra los letales soldados del 1 y 2."

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora