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¿Distopía o Utopía?

finnick's perspective

Abría lentamente mis ojos, un dolor de cabeza intenso pasaba por mí como si de un huracán se tratase y aunque claramente hubiera conseguido la primera tarea, mi visión no era una clara. Empecé a levantarme con cuidado de no hacer nada no prudente, entre esos segundos mi visión se aclaró completamente y observé mi entorno con detenimiento. Tratando de identificar alguna amenaza o peligro para mí. De repente, un pitido muy molesto se apoderó de mi ser hasta que desapareció cuando una puerta detrás mía se abrió. Camine a través del pasillo hasta llegar una mesa rectangular, donde tuve que apoyarme para mantenerme de pie. Y oh si tenía que apoyarme, porque lo que me iban a decir ahora, sería necesario.

Cuando finalmente recobre el sentido, me di cuenta de quienes tenía alrededor de la mesa.

—Haymitch, ¿dónde cojones estoy?—pregunté aún teniendo encima ese increíble y molesto dolor de cabeza.—Esto no es el Capitolio.

—Estas en el Distrito 13, os sacamos de la Arena hace unos días, ¿no te acuerdas de eso?—me dijo Plutarch, ahí ya se me vino todos los recuerdos como una oleada infinita de emociones y memorias tan dolorosas.

—¿Y Thallasa? No la veo aquí.

—Eso es una situación algo complicada.

—Dime la verdad Haymitch.

Miró hacia Plutarch, como si estuviera esperando una señal de aprobación—la cual le fue dada en forma de un asentimiento.—suspiró profundamente, como si le costara hablar de este tema pero yo ya me estaba preocupando demasiado. En mi mente pasaban todo tipo de escenarios posibles, uno de los que ni me querría imaginar era, ¿Y si fue capturada por el Capitolio?

—Tranquilo, ella está "bien"—contesta, seguro al notar mi no tranquilidad a la situación.—Se encuentra en coma, creemos que debido a todo el estrés que estaba sometida bajo estos últimos ocho años, el aborto antes de los Juegos y los Juegos en sí, hizo que su cuerpo recurriera a ese estado físico para recuperarse. No está en peligro, solo que no sabemos cuándo despertará.

—¿Cómo sabéis sobre eso?—pregunté. Ella y yo nos esforzamos bastante para ocultarlo, nada bueno saldría de que la gente lo supiera.

—Un examen médico fue suficiente.—contestó con serenidad Plutarch.—No saldrá a la luz, no tenemos la necesidad de airear los secretos de nuestros queridos invitados en el Distrito 13. La Presidenta Coin desea verte en cuanto de hayas reincorporado.

—¿Y el resto de los demás?

—Todos los que pudimos rescatar despertaron antes que vosotros dos, ahora solo queda que nuestra señorita Calder despierte.

—Odair, ella es mi esposa.

—Eso lo sabemos.

Antes de que pudiera preguntarle sobre a qué se refería con "Todos los que pudimos rescatar..." se fue con la excusa de una reunión importante con esta tal Presidenta Coin, quien no me daba muchas vibras de ser muy diferente a Snow. Pero no conocía a la mujer, así que quizás no debería de juzgar antes de conocer.

Haymitch—quien estaba sobrio, algo muy sorprendente de estos años que llevo conociéndolo.—fue tan amable de llevarme a lo que ellos llamaban la enfermería. Solo hubo una cosa que me incomodó, había uno de los guardias del Distrito 13 siguiéndonos constantemente a todos lados desde que salimos de esa sala rara.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora