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El amor eterno


thallasa's perspective



Más tarde llegaron Jan y Olivia a nuestra habitación de hotel para comenzar con los preparativos de la entrevista de esta noche. Íbamos a ir complementados, de una gama de colores azul pastel y blanco. Yo iba a llevar un vestido blanco veraniego, de escote cuadrado que realmente me gustaba mucho como me quedaba. Jan dijo que si tanto gusto le había cogido, que me lo quedara después de la entrevista, cortesía por los años de servicio. Y definitivamente me lo iba quedar. Decidieron dejarme el cabello suelo, con algunas ondulaciones en las puntas y en la frontal; con maquillaje natural, no muy sobrecargado, la protagonista de la noche era el anillo de compromiso que Finnick me compró en el mercado. Ese que tanto me gustó. En cambio, Finnick llevaba una camisa azul claro, pantalones de color blanco, un look limpio y cuidado, aunque con el pelo algo desordenado.

—Bien, repasemos algunas cosas.—dijo Olivia mientras estábamos de camino al plató de televisión.—Vosotros entraréis cuando os llamen, tomados de las manos y sonriendo por supuesto. Actuaréis como la pareja que está preparada para sacrificarse por el otro, un amor loco y pasional. Debéis de convencer al mundo de vuestro amor.

—No creo que sea muy difícil eso.

Dijo Finnick con confianza.
Pronto llegamos al gran plató de televisión, donde Jan nos dio a ambos unos últimos toques antes de salir al escenario que nos esperaba. Yo jamás quise que mi relación con Finnick se volviera tan pública tan rápido, pero tampoco estaba en contra de la idea, solamente que el Presidente Snow aceleró el proceso. Cuando oímos en alto y claro "¡Y aquí damos la bienvenida a nuestros queridos vencedores, Finnick Odair y Thallasa Calder!" exclamó Caesar. Subimos las escaleras, saliendo al escenario principal con las manos entrelazadas, luciendo nuestras mejores sonrisas y con todas la luces y miradas sobre nosotros dos. Nos sentamos en el otro sofá blanco refinado que había a parte del de Caesar Flickerman.

—Es un gusto para mí y para todos los que nos están viendo teneros esta noche, ya que es un día muy especial, ¿o me equivoco?—dijo Caesar, atrayendo la atención del público.

—Pues no te equivocas Caesar, hace un año en el Distrito 4, justo habían terminado los 66 Juegos del Hambre y yo le decidí pedirle matrimonio a Thallasa.—contestó Finnick.

—Oh, ¿cómo así de repente lo decidiste?

—Claro que no, hace tiempo que me había fijado en ella, sino era por su belleza etérea, sería por su agradable y amable personalidad. Ella tiene un corazón tan puro como ningún otro.—tomó mi mano esta vez.—Y nuestro amor es uno que no tiene límites.

—Eso lo podemos ver, muchos os han visto muy juntos durante celebraciones.—comentó, empezó a mostrar fotos en diapositivas. Todas tomadas durante las Celebraciones de los Vencedores de los últimos dos Juegos del Hambre.—Y bueno, Thallasa, querida mía, no no dejes más con la intriga y enséñanos el anillo.

Mostré mi mano ante el anillo que tantas características del Distrito 4 poseía, el cual vimos durante nuestro paseo por el mercado semanal y él luego tomó el tiempo de volver y comprármelo porque me gustó un poco nada más, una cámara enfocó más al anillo. No era el más costoso o detallado, lo que importaba de verdad eran los recuerdos que tenías con él. Y esos sí que eran verdaderos tesoros.

—Mirad gente, el anillo de compromiso de nuestros vencedores enamorados del Distrito 4.—señaló Caesar.—¿Y por qué revelarlo ahora, todo esto si lo tenías oculto durante un año?

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora