ANDREA DEL MONTE
Me bajo del coche y voy corriendo a la casa, necesito saber que carajos esta pasando, entro rápidamente a la casa.
-¡Juan, Mateo, Lucas!- abro el despacho y nadie esta, solo suspiro frustrada estoy sola en la casa, sin que nadie me explique.
-Tus hermanos no están, se fueron a la empresa- me volteo rápidamente al escuchar su voz, al verlo solo puedo correr hacia él y abrazarlo con fuerza.
-Te extrañe mucho tito- le digo abrazada a su pecho.
Modesto:- y yo también mi niña- me dice acariciando mi cabello, luego de unos segundos nos separamos y el pone sus manos en mis mejillas un gesto que siempre hace para demostrarme su cariño paternal- seamos sinceros, ya sabíamos que no podría alejarme de ustedes- yo asiento sonriendo, tomo una de sus manos y nos dirigimos hacia el sofá, tengo tanto que hablar con él.
-¿Cómo has estado tito? ¿Cómo sobreviviste sin nosotros?- le digo en tono de burla.
Modesto:- muy difícil vivir sin ustedes- me dice en el mismo tono- pero bueno no solo vine porque los extrañaba sino por que también quiero ayudar a tus hermanos.
-ay tito no sabes lo feliz que estoy de que estes aquí- el me sonríe y veo como toma mi mano derecha
Modesto:- te conozco muy bien para saber que algo te pasa- yo lo miro y le sonrió algo triste- a ver dime.
-Carmen mi supuesta madre vino a buscarme- el me ve sorprendido
Modesto:- ¿esa mujer estuvo aquí en la casa?- yo asiento sin ganas- ¿Qué te dijo?
-que quería que la ayudara, que tenia cáncer o yo que se, no entendí bien- el me ve con algo de pena- me volví loca cuando la vi, la corrí de la casa y ordene que no la dejaran entrar si se vuelve aparecer.
Modesto:- me sorprende la capacidad de esa mujer de venir aquí como si nada- me dice enojado- es que acaso no se arrepiente de lo que te hizo- yo lo miro con mis ojos llorosos
-para esa mujer no fui mas que una basura que podía patear, humillar y hacerle las peores cosas que se pudo imaginar- yo miro a Modesto con algo de temor- tito ¿Qué tal si….- mi voz tiembla- ese hombre esta con ella?- mi tito niega rápidamente.
Modesto:- no no te preocupes, tu padre le dio lo que se merecía a ese desgraciado y esta donde debe estar y le va a quedar muy difícil salir y lo sabes bien- yo asiento- además ya no estas sola me tienes a mi y tus hermanos que te vamos a proteger- yo asiento segura de sus palabras y me seco las lagrimas que me salieron, me hacia falta las palabras de mi tito para que me dieran seguridad- ¿tus hermanos no saben nada cierto?
-no, aun no se los he dicho y tampoco a Luis, tengo miedo- le digo nerviosa
Modesto:- ¿miedo de que?
-no se, supongo que no quiero que me vean con compasión y con pena- le digo tratando de encontrar una razón de entender porque no les quiero decir.
Modesto:- tu sabes muy bien que tus hermanos no harían eso y por lo que veo que te quiere Luis tampoco lo haría, así que mejor sincérate conmigo- suspiro cansada, trato de conseguir un buena razón.
-quizás es porque nunca he hablado del tema y tu sabes muy bien que no soy capaz de hacerlo tito- el asiente- no se siento que hablar de esa parte en especial de mi niñez puede debilitar esa barrera de protección que he creado, no se lo que realmente me pasa- me tapo la cara con mis manos de la frustración, en eso siento como la puerta es abierta y por ella entran Mateo y Lucas, ambos nos levantamos.
Mateo:- ¿y Juan? Le he estado marcando y no contesta ¿Dónde esta?- yo miro a ambos preocupada para luego ver a Modesto.
Modesto:- bueno creo que será mejor que no salgan de la casa hasta mañana, tenemos que cerrar la puerta con llave- yo lo veo asustado, no entiendo nada.