88. Ira

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ANDREA DEL MONTE.

Trato de relajarme, tanto estrés no es bueno, y más cuando estoy empezando a sentir un leve dolor en mi vientre, no puedo dejar que esto perjudique a mis bebes. Tomo mi bolso y con rapidez saco mi teléfono, necesito salir de aquí.

-Aura ¿puedes venir por mí?- digo luego de que mi amiga me respondiera- no estoy nada bien.

-claro ya voy a la empresa- no digo nada más y cuelgo la llamada, salgo rápido del baño y me dirijo a la salida, pasan varios minutos y por fin veo a Aura en su auto, voy hacia ella y me subo en el asiento de copiloto- pensé que no ibas a venir- le digo luego de que ya estábamos fuera de la empresa.

-pues no te escuchabas bien cuando me hablaste- me dice y yo asiento- ¿Qué paso? - yo la miro y niego, necesito pensar bien las cosas sola.

-nada importante- le digo sin ánimos- ¿podrías dejarme en mi casa? No quise conducir ya que me siento muy mareada- ella ve confundida, pero aun así asiente. Al llegar a casa me despido de mi amiga y salgo del auto para entrar a la casa, sinceramente no tengo ganas de hablar con nadie, antes de poder abrir la puerta siento como todo me da vuelta así que me sostengo de la pared para tranquilizarme y esperar que se me pase.

-Andrea- reconozco la voz de Luis, así que no me toma por sorpresa cuando me toma del brazo- ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?- su tono de voz es muy preocupado.

-solo tengo un mareo no es nada- le respondo tratando de soltarme de su agarre.

-estas muy pálida, ven te ayudo- de un momento a otro no siento los pies en el suelo.

-pero ¿Qué haces? Yo puedo caminar no es necesario que hagas esto- le digo enojada e intentando volver al suelo.

-¿Qué pasa si te caes? No voy a arriesgar a mis hijos, así que enójate lo que quieras- me dice en un tono autoritario y por más que traté de bajarme de sus brazos no pude. Al entrar vemos a Adela bajar de las escaleras y al verme en los brazos de Luis se viene corriendo.

-señorita Andrea, pero ¿Qué le paso? ¿está bien? - me pregunta preocupada.

-si estoy bien Adelita, pasa que el señor es un dramático- le respondo- ¿será que ya me puedes bajar? - le pregunto volteando a mirarlo y no puedo evitar sentirme nerviosa al ver como nuestros rostros quedan muy cerca.

-no no lo hare, Adela prepárele un té, casi se cae por un mareo- odio sentirme nerviosa con él.

-claro que si Joven- antes que Luis siga su camino Adela lo detiene- joven su hermana ya esta bien- veo en Luis la confusión y sinceramente yo estoy igual.

-¿Qué le paso a Sara?- le pregunta confundido y Adela lo ve con algo de sorpresa.

-la señorita Sara se cayó de las escaleras- el rostro de Luis se ve la preocupación- pensé que su madre le había avisado- le dice apenada.

-esta bien- es lo único que responde Luis- te subiré a tu cuarto y luego voy con mi hermana- yo asiento sin reclamar sabiendo bien que si me quejo no voy a lograr nada. Al llegar a mi cuarto el me deja en mi cama y va hacia mi closet y yo solo puedo quedarme confundida hasta que el regresa con una manta que coloca sobre mi cuerpo.

-no es necesario que hagas esto, estoy bien, además pude subir sola- le reprocho mientras me acomodo en la cama.

-se ve que no te has visto en un espejo, estas pálida- yo toco mi rostro- voy a ver a mi hermana- yo asiento y miro como el sale de mi habitación, suspiro mientras trato de pensar con claridad, me duele mucho la cabeza.

-mire mi niña, aquí le traigo su té- doy un pequeño salto en mi lugar, no me di cuenta cuando entro Adela- disculpe por entrar así- yo le sonrió sin importancia y tomo la taza que me ofrece- ¿Qué síntoma siente? Se ve muy pálida.

-no es nada de preocupación, solo me duele la cabeza y el mareo eso es todo- le digo mientras tomo del té- debe ser por el enojó que tenía, pero es solo eso.

-debe tener cuidado con sus emociones, eso puede hacer que se enferme- yo asiento sin darle importancia.

-ya con este té voy a estar mejor- le sonrió y ella asiente, luego de tomarme el té ella se va y me quedo de nuevo sola, decido dormir, pero solo puedo pensar en la situación de Pedro y solo doy vueltas tras vuelta, no se cuanto tiempo me quedo en esa situación, pero me levanto decidida a hablar con Juan.

-por fin te encuentro- le digo una vez que entro al despacho, Juan levanta la mirada y yo solo puedo mirarlo enojada.

-¿Qué pasa? ¿hay algún problema? - me pregunta y yo asiento- te fuiste de la empresa sin decirnos nada.

-¿Cómo es posibles que nos ocultes todo lo que esta haciendo Pedro a nuestras espaldas?- le digo totalmente enojada y el solo me mira con sorpresa y duda- ya se que Pedro le esta robando a la empresa, incluso cuando nuestro padre estaba vivo y tu lo sabias- le digo en un tono muy enojado que solo hace que Juan se levente.

-¿Cómo sabes eso?- no tengo necesidad de responder cuando el ya lo hace- nos espiabas cuando estábamos hablando- se siente más como una afirmación que una pregunta.

-sabia que algo ocultaban y no me iba a quedar con los brazos cruzados, todo el show que hizo Pedro fue solo barrera para no sospechar que era él el que esta robando y tu- le digo señalándolo con mi dedo- y tu todo este tiempo lo has ocultado y protegido- le digo decepcionada.

-Andrea, a pesar de todo Pedro es nuestro hermano y estoy tratando de ayudarlo- yo solo puedo reírme.

-¿ayudarlo en qué? Juan como quieres ayudar a una persona que no quiere que la ayuden, a una persona que solo piensa en hacernos daño, los chicos deben de saber la verdad, ya es hora de que vean la verdadera cara de Pedro- le digo molesta y Juan solo niega.

-Andrea entiende por algo mi padre me lo dijo solo a mí, es mi responsabilidad hacer que Pedro cambie, ¿para que les diré a los demás? ¿para qué alejen a Pedro?, se que no entiendes, pero por favor te pido que me dejes esto a mi solucionarlo- Juan me pide con algo de súplica, pero mi enojo no me deja entenderlo.

-Pedro merece pagar por todo lo que le hizo a mi padre, a nuestra empresa, entiende de una buena vez que Pedro tiene que pagar por todo lo que ha hecho, quiso culparte a ti y ponernos en tu contra y casi lo logra Juan- le digo decidida y el solo me mira- la vas a decir a nuestros hermanos la verdad o se las diré yo- le digo seria y convencida.

-¿decirnos que?- pregunta Simón luego de que él, Mateo, Lucas y Pedro entran, yo solo miro al ultimo con mucha ira.

-nada, estábamos hablando de lo sucedido con la empresa- yo volteo a ver a Juan que mira con suplica y algo de advertencia- luego les cuento, ¿Qué pasa? - les pregunta a mis hermanos y yo solo puedo tratar de calmar toda la iría que siento.

-pasa que Pedro quiere hablar con nosotros sobre lo de hoy en la empresa- responde Lucas.

-si, quería explicarles todos y ofrecerles mis disculpas- pero antes de que siga hablando me dirijo a la salida.

-necesito algo más importante que hacer- es lo único que digo mientras salgo del despacho sin preocuparme en lo que digan mis hermanos, no entiendo a Juan.




























Holis, por fin pude escribirle el capítulo algo corto, pero espero que les gusten. XOXO

La Herencia, El Legado Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora