¿Solo por ti? (Nagito x lectora)

♣16.5♣ Su estúpida sonrisa

(Qué lindo el fanart <3)

RECUERDOS

—No me has dicho que estoy bonita. —Resoplé.

El alcohol provocó una sensación bastante extraña, decía y hacía tranquilamente las cosas que nunca se me hubiera imaginado o pasado por la mente.

Lo peor o mejor de todo es que era consciente de todo lo que estaba diciendo... De TODO.

Definitivamente el detector de mentiras no me electrocutaría con esto. 

—¿Cómo? —Preguntó el chico a mi lado.

Conecté con los ojos confusos de Naegi a través del retrovisor delantero. Al segundo, los aparté, ya que me avergonzaba hacer cualquier cosa con él ahora mismo.

Es decir, hace un rato le dije que le quería besar... Lo cual no es mentira, pero todavía me sonrojaba al ver cómo sus ojos verdes me miraban con tanto amor y pasión.

Sabía perfectamente que ya lo había escuchado, pero, una vez más, dejé que mi boca expresara todo lo que pasara en mi mente.

—Me he puesto guapa pensando en ti, en qué dirás y cómo reaccionarías al verme, pero simplemente has pasado de mi y has abrazado a Asahina. —Me crucé de brazos—. Te entiendo, Asahina es muy guapa, tiene muy buen cuerpo y dos tetas como dos carretas.

Esta vez, el moreno me miró extrañado de reojo, bastante confundido.

Seguí sin dirigirle la mirada, ahora simplemente por enfado al recordar cómo me sentí en la fiesta.

—Y, p-perdóname de nuevo, sabes que me tienes siempre para hablar de cualquier cosa que se te pase por la cabeza. Sé que siempre te guardas todo, pero me tienes a mi para expresar tus sentimientos.

Volví a intentar verle, pero este ya no despegaba su visión de la carretera, posiblemente escuchando con detalle cada palabra que decía. Eso sí, no hacía ni decía nada, solo escuchaba.

—Te quiero y amo, Naegi. No estoy preparada para una relación, pero si para conocerte en todos los ámbitos a los que esta respecta y poder llegar a ser algo más.

Y, después de esto, el motor del coche se dejó de escuchar, indicando que el viaje ya había acabado. Reinó el silencio dentro del coche. Ninguno de los dos nos movíamos, solo manteníamos nuestra visión en un punto fijo; él a la carretera y yo hacia la calle.

¿Me he equivocado al decirle esto...?

—¿N-no quieres? P-perdón, n-no quería incomodarte y... J-joder, soy estúpida...

Me di pequeños golpecitos con la palma de la mano en mi frente, intentando recapacitar y olvidar todo lo que había dicho hace un segundo atrás.

Hasta que el sonido de una pequeña carcajada llamó mi atención. El moreno empezó a reír, sin apartar la vista de mi reacción. Al ver que no entendía que estaba pasando, concentró todas sus fuerzas para acabar. Tras esto, simplemente se quedó mirándome con una media sonrisa y unos ojos juguetones.

—¡Oye, ¿cuál es tu problema?! —Le miré furiosa.

—Tú, tú eres mi problema. —Quitó con ayuda de su dedo algunas de las lágrimas que se le habían escapado al reír.

No pude evitar sentirme avergonzada y humillada, aunque sabía que lo hacía con buenas intenciones.

—Ya hemos llegado. —Guardó sus llaves en el bolsillo y salió del coche.