♣4♣ La fundación del futuro

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Con movimientos no simétricos, me abrí paso al escenario. Después de todo, ¿qué es lo peor que podría pasar?

—¿T/N? W-wow... e-em, ella será mi acompañante de hoy y me ayudará a realizar algunos de mis trucos. —Dejé escapar una pequeña risa a penas notoria por la reacción de Himiko, solo la vi así en algunas partes del juego.

Hice una pequeña reverencia hacia todos. Algunos silbidos se empezaron a escuchar, pero antes de insultar, vi de dónde provenían.

Kokichi, que estaba de pie, daba pequeños saltitos mientras silbaba, era demasiado lindo... A su lado estaba Shuichi, que parecía no saber donde meterse cuando nuestras miradas se cruzaron. Sus mejillas se tornaron a un rojo fuerte mientras colocaba su mano en el pecho como para controlar su respiración. Rantaro, que se encontraba un asiento más a la derecha que el detective, me dedicó un simple guiño.

El director, que estaba junto a los maestros, me miraba estupefacto, posiblemente nunca me había visto vestida de esta manera.

Antes de poder llegar a centrarme de nuevo en la actuación, casi por instinto, busqué a esa persona que tanto intenté evitar durante toda la semana. Sus ojos se cruzaron con los míos, su mirada estaba llena de nervios por haberme visto, y sus mejillas contrastaban el color de la parte de baja de su cabello. Apartó su mirada, intentando cubrir su sonrojo con sus manos.

Pasaron menos de dos segundos, pero para mi, fue una eternidad.

—Después de esta pequeña introducción, ¡pasaremos a los trucos de magia! —Himiko se veía realmente feliz, haciendo que toda mi concentración fuera hacia ella.

Como ayudante de la maga, no podía ni hablar ni reaccionar más que solamente estar todo el rato con una sonrisa pegada en la cara, como si de muñeca se tratara.

Como habíamos practicado continuamente estos días, me sabía perfectamente todos los trucos, hasta como realizarlos.

Unos chicos trajeron una caja gigante y la posicionaron en el medio del escenario. Himiko me abrió la puerta y me metí en su interior. Hizo parecer que yo desaparecía, pero realmente había un compartimiento secreto atrás, haciendo que me escondiese perfectamente. Después de escuchar algunos aplausos, volví a girar de nuevo para hacer parecer que había vuelto a aparecer.

Después de unos cuantos trucos, tanto de cartas como palomas que salían de sombreros, quedaba el truco final, cortarme por la mitad.

El truco era bastante sencillo, me colocaban dentro de una caja y Himiko cortaba por la mitad con una sierra. Lo que no todos saben es que la caja ya está partida por la mitad, y en cada una de sus partes, se escondía una persona.

En este caso, yo debía de mostrar mi tronco y cabeza y el otro ayudante, cintura para abajo.

El truco terminó bien. Algunos incluso se levantaron a aplaudir. Pero no contaba con que mi capa se quedara enganchada al cierre de la caja, rompiendo el colgante que rodea mi cuello para que esta no se caiga.

Lo malo es que no solo ocultaba la parte trasera de mi cuerpo, sino también cicatrices.

Intenté hacer que no pasaba nada y pude ocultar fácilmente las marcas con la tela que quedaba de la capa. Pero, como si algo me estuviera guiando, di una pequeña reverencia y salí del escenario lo más rápido posible.

Cerré la puerta de mi pequeña habitación junto al escenario y me dejé caer en el suelo. Mi cuerpo empezó a temblar, haciendo que se me dificultara respirar. El pecho dolía hasta el punto de no poder moverme, ya que si lo hacía, este se intensificaría. Las lágrimas empezaron a salirse  rápidamente, como si hubiera aguantado el llanto desde hace mucho.

¿Solo por ti? (Nagito x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora