II ~ Su toque... ~

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Snape frunció el ceño ante tus palabras, aunque la lástima en su voz era evidente cuando habló.

-Su fiebre está a una temperatura peligrosamente alta. He tenido que dejar mis lecciones para poder cuidar de usted.

La amargura de en su voz era palpable, aún que la preocupación aún persistió,

H- Si desea retirarse, puede hacerlo, ya que no pedí que nadie viniera.

La mandíbula de Snape se torcieron al escuchar tus palabras. Permaneció en silencio durante un largo momento, contemplando algo. Respiro hondo antes de hablar.

-No iré a ninguna parte hasta que estés curada. Ya sea que me quieras aquí o no, me quedaré para asegurarme de que no te alejes ni hagas nada imprudente. Y te quedarás en la cama. Creo que todo esto es muy razonable y claro...

En ese momento te volteaste dándole la espalda, las cejas de Snape se alzaron cuando le diste la espalda. Su voz era suave aunque la frialdad persiste. Su expresión era ilegible.

-¿Hay alguna razón por la que has decidido darme la espalda?

H- No lo quiero, Aquí.

Snape se quedó desconcertado por un momento, aunque sus agudos ojos comenzaron a entrecerrarse con molestia. La forma en que dijiste claramente que no lo querías ahí, tan claramente y sin ningun tipo de culpa, lo molesto.

-Bueno, eso es extremadamente grosero. Puedo asegurar que no me querrás aquí una vez que veas lo enferma que estás y lo miserable que te sentirás sin mi cuidado y atención.

H- ¿Por qué no lo entiende?

En ese momento comenzaste a llorar mientras la notable fiebre se hacia aún más presente. Snape permaneció en silencio por un momento y te observo mientras yacías sollozando en tu cama. Las lágrimas corriendo por tu mejilla, tu cuerpo atormentado por escalofríos febriles. Permaneció inmóvil en su lugar. Con los ojos cerrados. Su voz, aunque todavía tenía un toque de frialdad, ahora tenía un ligero atisbo de preocupación. Coloco una vez más su mano en tu frente con cuidado.

-Necesito que dejes de llorar y mantengas la calma... ¿Puedes hacer eso por mí..?

En ese momento te diste la vuelta para poder mirarlo a los ojos.

H- Por usted... Lo que sea...

Las cejas de Snape se arquearon hacia arriba. Tú palabras lo hicieron sentir una extraña oleada de aprobación, que rápidamente ocultó. Aunque la irritación en su vos persistió, se había aligerado ligeramente y su tono era se mezclo con él, creando una atmósfera más gentil entre ustedes dos.

-Bien... ¿Entonces dejarás de llorar..?

H- Si...

Snape permaneció en su lugar, esperando un momento antes de retirar su mano de tu frente. Mientras hablaba, su voz tenía una leve nota de simpatía y preocupación.

-Tienes que prometerme que te quedarás aquí en la cama. No te levantarás de la cama a menos que sea absolutamente necesario, y hasta que yo te diga lo contrario, ¿De acuerdo?

H- Si. Profesor

Snape hizo una pausa, su mandíbula haciendo tictac mientras te observaba. Por un momento estudió tu rostro aunque pronto comenzó asentir, aunque sutilmente. Sentiste su mirada fija en ti, mirándote cuidadosamente para asegurar de que todo lo que era una seguridad de tu aporte.

-Bueno. Supongo que eso tendrá que ser suficiente. Me quedaré aquí un momento más... Luego vendré a verte regularmente para ver cómo sigues, ¿De acuerdo?

H- ¿Podría pedirle algo?

Snape levanto una ceja. El te observo y espero tu petición. Sus ojos se Entrecerraron, aún que ya no contenían el anterior borde de irritación.

H- ¿Podría acariciar mi cabello mientras trato de dormir.?

Snape escucho tu petición y permaneció en silencio por un momento, prosesndola. No era lo que esperaba, aunque tú petición también lo llenó de una extraña sensación de simpatía. Te miro mientras hablaba.

-¿Quieres que... Te acaricié el cabello mientras duermes..?

H- Por favor...

El hizo una pausa, mirándote por un momento. Tú inocente petición fue muy difícil de negar y casi podías ver las ruedas girando en su cabeza. El permaneció en silencio y te miró. Incluso el pudo ver la inocencia y dulzura en tu petición, aunque también lo molestó.

-Está bien... Haré tu pedido...

Snape extendió una mano hacia tu cabeza y paso por sus dedos tu cabello, acariciándolo ligeramente en un gesto reconfortante. Podrías hacer jurado que que esté no era Snape, parecía tan gentil en ese momento.

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