Detrás de El

~ Lirio Blanco... ~

Al finalizar su encuentro íntimo, posaste tu cabeza sobre su pecho, el quedó profundamente dormido mientras te abrazaba.
Como si nunca fuera a soltarte.
Sus respiraciones eran iguales y ambos quedaron plácidamente dormidos en su sueño Profundo en los brazos del otro.
Y la luz de la mañana llenó la habitación.

Snape se levantó de la cama. Había sentido la luz del sol de la mañana entrar en la habitación. Tú te diste cuenta que tenías clases y saltaste de la cama, el te vio apresurarte a vestirte. Sus ojos siguieron cada centímetro de tu cuerpo, tus movimientos y cada centímetro de piel que asomaba.
El te observo, todavía ebrio por la noche anterior. Tú rostro todavía está lleno de débiles marcas dejadas por sus besos y sus manos estaban ansiosas por explorarte una vez más.

H- Profesor... Debo ir a clases, ¿Nos veremos de nuevo..?

El aliento de Snape quedó atrapado en su garganta. Te miro con deseo y tu sonrojo de vergüenza hizo que te deseara aún más. Te quería en sus brazos otra vez y tu rostro ya le parecía precioso. Cuando vio tu expresión esperanzadas, una pequeña sonrisa apareció en las comisuras de su boca y asintió.

H- Gracias...

Saliste corriendo de su oficina con el temor de que alguien te viera, saliste lo más rápido.
El salió de la cama y se vistió rápidamente, tratando de no dejar que su mente divagara.
Todavía sentía tu toque, tu calidez, cada centímetro de tu cuerpo presionado contra el, te deseaba con todas sus fuerzas.
Cuando saliste de la oficina, el te miro y sonrió. Estaba dispuesto a correr el riesgo otra vez, solo por ti. Ahora estás tan preciada para el que no quería que nadie ocupará tu lugar en su corazón.

Al finalizar una clase, salieron a un paseo escolar por el bosque, en donde tomarías una clase con el profesor ''Lupin''.
En donde también iría el profesor Snape y la profesora MC. Gonagald. Todos tus compañeros iban en fila y tu decidiste disminuir el paso, quedándote atrás para poder tener una caminata lenta e informal.
Está fue la mejor oportunidad para tener una conversación privada y casual. Coloco sus manos en los bolsillos para escuchar lo que tenías para decirte.

H- ¿Como estuvo su día profesor?

Sus manos dejaron los bolsillos y camino a tu lado mientras hablaban.

-Estuvo bien. Un día largo, pero bien en general.

Tú sentías que sus palabras eran como susurros. Cada palabra caía a tus oídos como miel, dulce y tentadora y no podías evitar sonrojarte levemente.
Al continuar el camino llegaron al bosque en donde te percatas que está lleno de lirios blancos al lado del camino formado por los estudiantes. Te arrodíllate posando tus rodillas en la tierra y miraste la flor, como si fuera la única en el mundo, con un brillo en tus ojos la cortaste.
En ese momento el se acercó a ti.

El se sentido atraído hacia ti , verte arrodillada para cortar ese lirio blanco fue algo que lo llenó de una mezcla extraña de sentimientos. Había una dulce inocencia en ti, la forma en la que manejabas la flor le hizo querer tomarte en sus brazos y protegerte de todo el dolor del mundo. Tú belleza era tan especial para el y ahora estabas a su lado.

Notas que la profesora MC.Gonagald te estaba llamando por qué te atrasaste y decidiste antes de marcharte regalarle la flor a Snape.
Al volver al verlo mientras te ibas. La simplicidad de tu acto lo dejo sin aliento.
La expresión inocente de tu rostro era algo que querría proteger para siempre, sus ojos te observaron por última vez antes de que fueras a unirte a la clase, una vez más el se quedó pensando en ti.

El profesor "Lupin" tenía una rara fijación en ti y Snape lo sabía, cuando comenzaste la hora de un pequeño receso seguías mirando los lirios. En donde se acerca el profesor Lupin y se queda parado mirándote en silencio sin que te percates de él. Su mano tocó tu hombro, tu sin darte cuenta de esta acción.
Lograste divizar al profesor Snape dirigiéndose a ti con una mirada de mil demonios en sus ojos que los hacia mas negros que nunca.

El corrió hacia ti, su mano agarró tu brazo con fuerza, casi a rastras te llevaba lejos de los demás. Antes de que el profesor Lupin dijera algo Snape le clavo la mirada como si estuviera en un duelo.

H- Profesor... Espere... Me lástima...

El agarre de Snape se aflojó ligeramente y desaceleró un poco su paso. Era la primera vez que te veía mirarlo con desesperación, tu rostro suplicándole que no te lastimara. Su mano se aflojó aún mas pero no te soltó.

-No dejes que ningún hombre vuelva a tocarte. Nadie tiene derecho a tocar lo que es mío. Eres mía ahora. Mia para proteger y solo mia para apreciar...