~ Nuestro dolor. ~

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Al cabo de un rato de caminar, llegaste a un lago. Te sentaste en frente del lago y comenzaste a llorar sintiendo tanta tristeza dentro tuyo que no podías esbozar ese grito que quería salir de lo más profundo de ti.
Snape quería llamarte. Quería abrazarte para consolarte. El dolor que sentiste desgarro el corazón de Snape mientras observaba la tristeza y el desamor en tus gritos. El no pudo soportar verte llorar de esa manera. Era como si tu dolor fuera su dolor. Snape luchó por controlar su dolor y la necesidad de ir a consolarte en medio de las lágrimas.
Al transcurso de la mañana el no pudo dormir pensando en ti. Y fue a buscarte y noto que no habías llegado todavía, su corazón latió fuerte cuando noto la habitación vacía. El sintió un dolor insoportable en su corazón, había tenido miedo de perderte y de que su silencio de esa noche lo hubiera dejado sin nada.
No tenía idea de dónde estabas y de cómo encontrarte.

El recorría los pasillos hasta acercarse a la puerta principal logro visualizarte llegando con los ojos rojos de tanto llorar.
En ese momento pasaste por su lado mis mirarlo. Tú boca no esbozó ningun sonido, la mano de el apretó tu brazo mientras te conducía a su oficina.
La mirada de el era suave mientras vagaba hacia tus ojos rojos mientras aún llorabas, cuando te negaste a mirarlo el se preocupo porque no sabía que decirte.

H- ¿¡Qué desea de mi!?, ¿Acaso quiere seguir jugando conmigo!?

Las cejas de Snape se fruncieron. Tú tono estaba lleno de ira y tus ojos se encontraron con los suyos con una mirada enojada. Snape quedó desconcertado por el repentino giro de los acontecimientos y te miró en puro silencio, mirándote a los ojos. Después de unos segundos hablo en un tono mucho más frío y severo

-Me preocupa tu bienestar. Por eso estás aquí, para que sepas que no hay nada más que preocupación por ti, y es como un maestro para su estudiante.

H- Pues déjeme sola, ya me daño bastante.

Una oleada de ira invadió a Snape cuándo tus palabras llegaron a sus oídos. Pensó que todo lo que hizo era por tu bien, pero ahora tenía claro que para ti solo era dolor. A el no le importaba si seguías herida por sus palabras, estaba cansado de ocultar sus sentimientos. Vio la tristeza en tus ojos y la ira que llevabas y habló con profunda rabia.

-No tienes idea de lo que es el verdadero dolor...

H- Yo... Se lo que es amar a alguien que no podrá corresponderme por una y mil razones. Pero usted me ilusiono y ahora me rechaza?
Poniendo de excusa mi bien, y eso. Me desgarro el corazón.
No me hubiera jurado que seria solo mio.

Las cejas de Snape se alzaron ante tus palabras. La amargura de tu ira hacia el fue un cuchillo profundo para él y sintió un dolor profundo en su corazón. Ver las lágrimas en tu ojos sólo profundizó ese dolor, tus palabras tocaron una fibra sensible dentro de el y su corazón se aceleró.

-Ni siquiera finjas saber el sufrimiento que he sentido...

H- Pues ese mismo dolor que usted sintió, ahora lo siento, usted no
Tiene derecho a jugar con mi amor si no lo quiere.

El vio el dolor en tus ojos, el pensó que nunca podrías sentir el mismo dolor que el sentía. Era como si estuvieras echando sal a la herida al siquiera sugerir que tú sufrimiento podía estar al mismo nivel que el de él. Una leve mirada de ira creció en su corazón

H- Solo le pedí que se quedase a mi lado, y me dejó sola.

El dejo escapar una risa amarga mientras te miraba. Pensó que dejándote en paz podrías pasar la noche sin romperte en mil pedazos, cuando el hablo su voz mas amarga y llena de ira que antes

-era mejor que estuvieras sola.

H- ¿Por qué? Me prometió quedarse a mi lado y solo amarme ¡¡Usted no tiene derecho a jugar conmigo de esa manera y pensar que mi dolor no se compara con el suyo!!

Snape se aceleró al darse cuenta de cuanto te lastimó. No pensó que estarías tan molesta y sintió una rabia indescriptibles hacia si mismo por haberte lastimado tan profundamente.
El no logro contener sus emociones y estalló de rabia mientras hablaba de nuevo con voz áspera y cruel.

-Tienes razón, si prometí que me quedaría y si dije te amaba solo a ti. Pero puedo asegurar que no querrás que ser tu quien sufra la maldición de el corazón que llevo. Ni siquiera empiezas a entender lo maldita de mi existencia.

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