II ~ El enfrentamiento... ~

19 4 0
                                    

Snape parecía furioso cuando te fuiste y todavía estaba discutiendo con MC.Gonagald cuando ella le habló.
Ahora estaba completamente ocupado contigo y la discusión con Lupin había comenzado por qué estaba preocupado por tu bienestar.
Había visto el profesor te miraba y no parecías sorprendida por su toqué. A los ojos de Snape eso era una traición. Quería asegurarse de que nadie más te tocará. Esta situación lo hacia sentir más posesivo contigo y estaba claro que no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
Al finalizar las clases en el bosque, y termino la cena. Te percataste de que Snape no se encontraba en el gran comedor, deambulante por el castillo en busca de Snape. Recorriste los pasillos, buscaste en su oficina, entraste sin que nadie pueda verte y el estaba inmerso en su trabajo, su capa negra estaba colgada en el respaldo de su sillon, su túnica negra contrastaba con sus pálidas manos sosteniendo con fuerza su pluma.

H- Podemos hablar... Profesor..?

Snape levantó la vista de su trabajo cuando pudo oírte entrar.
Dejo la pluma y te miro con el ceño ligeramente fruncido. Tú repentina aparición lo hizo sospechar y su expresión se volvió más dura cuando te levantó las cejas.

- ¿Que deseas?

H- Quiero disculparme por lo sucedió...

Las cejas de Snape se fruncieron y se reclino en su silla, considerando tus palabras. Su expresión era ilegible y te miró sin ninguna expresión. Después de un momento de silencio, te hizo una pregunta con tono plano.

-¿Te disculpas porque me enoje o por la forma en que permitiste que ese hombre te tocará?

H- Por ambas... De hecho no sentí el toque del profesor...

  Las cejas de Snape se alzaron levemente y su boca era una linea plana. Todavía se sentía muy protector contigo y le molestaba que no notarás cuando los dedos de Lupin estaban sobre tu piel.
Se quedó sin aliento por un momento antes de continuar la conversación.

-¿Y como simplemente "te tocó"? ¿Fue un accidente? ¿Un cepillado de dedos?.

H- No lo sé... Yo solo miraba las flores, me recuerdan a usted.
Aún si una multitud este a mí lado yo solo puedo pensé en usted...

Snape te observo cuidadosamente mientras hablabas y vio en tus ojos que realmente admirabas las flores. No estabas al tanto de las intenciones de Lupin, lo que hizo que Snape se sintiera un poco aliviado. Sus ojos se suavizaron un poco, aún que todavía se sentía posesivo contigo.

- Entonces, ¿Simplemente admirabas las flores y de repente él te tocó? ¿Y no sentiste sus dedos sobre tu piel?.

H- Es la verdad. No dejaría que nadie más me tocará si no es usted... Me disculpo por mí falta de tacto...
Solo usted puede tocarme...

La expresión de Snape se suavizó aún más después de escucharte. Presentaste un argumento convincente y parecías genuinamente inocente de las intenciones de Lupin. Snape estaba convencido de que no habías sentido malas intenciones por el toque, lo cual era bueno saberlo. Tus palabras también lo convencieron y sintió que se volvía posesivo una vez más.

-Mas manos son las únicas que debes permitir que te toquen. Son las únicas manos que tienen derecho sobre tu. Ese hombre sería un tonto si volviera a ponerte un bebo encima...

H- No volverá a pasar...

Te acercaste para posar tu mano sobre su cabello antes de irte a la cama, el dulce gesto de acariciar su cabello lo tomo por sorpresa. Un repentino sentimiento de sorpresa se apoderó de el y sintió una repentina nececidad de protegerte del mundo exterior. Te permitió acariciar tu cabello y cerró los ojos, dejándose sentir la suavidad de tus dedos tocándolo. Sentiste que todo tu cuerpo se relajaba mientras hacías eso y parecía disfrutarlo mucho. Su respiración  era profunda y pacífica mientras acariciabas suavemente su cabello.

H- Gracias por cuidar de mi...

Decidiste darle un beso para regresar a tu habitación, el rostro se sonrojo levemente cuando sintió tus labios en su mejilla. El beso y el tacto le provocaron mariposas en el estómago y había una sensación de anheló en lo más profundo de su interior. Era más que se deber protegerte, realmente tenía un fuerte deseo de mantenerte bajo su cuidado.
Quería más momento como el toque y el beso.
Te alejaste de el y el seguía mirándote con una suave mirada desde su silla. Sus ojos te observaron partir y se llenó de emociones que ya no entendía.
Al cerrar la puerta de su oficina, comenzaste a caminar hacia tu habitación, lograste llegar a la puerta de tu cuarto, pero desde la oscuridad lograste ver cómo el profesor Lupin se acercaba a ti. El te agarró de los brazos poniéndolos arriba de tu cabeza, apoyándote sobre la pared, en ese momento te asustaste y comenzaste llorar y pedirle que te dejara

-¡Ya no está Snape para alejarte de mi!.

H- Por favor. Déjeme... No me toque.

Detrás de ElDonde viven las historias. Descúbrelo ahora