Capitulo 19: Lo siento

2.4K 119 3
                                    

Habla Violeta

18:31 p.m

- ¡DENNAAAA! - Grito corriendo por toda la sala de ensayo huyendo de mi mejor amiga.

¿Por qué estoy huyendo de ella? Pues porque luego de la merienda nos hemos venido Salma, Denna y yo a la sala de ensayo para pasar el rato. Y pues entre broma y broma, Denna sacó un pintalabios rojo resistente al agua para pintarnos la cara a Salma y a mí.

- Venga Violeta, un corazoncito en la mejilla. - Responde ella siguiéndome aún con el pintalabios en su mano.

- ¿Qué me das si me dejo? - Digo frenando a unos pocos metros del espejo, pero manteniendo una distancia prudente entre ambas.

- Mmm... - Medita su respuesta durante unos segundos y se para igual que yo. - te doy mi amistad, ¿te sirve eso? - Ofrece volviendo a avanzar.

Al ver que anda de nuevo hacia mí, yo retrocedo unos pasos, lo que provoca que mi espalda choque con el espejo y no tenga salida alguna. Denna alcanza mi altura y me sonríe acercando el maquillaje a mi cara.

Dejo que haga lo que quiera conmigo, total, tengo otra escapatoria.

Cierro los ojos mientras ella dibuja por toda mis mejillas y mi frente. Mentiría si dijera que lo hace bruscamente por las risas, la verdad es que lo hace con tanta delicadeza que podría quedarme dormida aquí mismo.

- Ya está, mírate qué guapa estás. - Dice alejándose unos pasos de mí.

Me giro para poder verme en el gran espejo que tenía a mis espaldas y no puedo evitar reír al ver lo que mi amiga dibujó por todo mi rostro.

Tengo puesto "PADAM" en la frente, en mi mejilla izquierda tengo escrita una "D", en mi nariz un "+" y en mi mejilla derecha una "V", por lo que se ve escrito "D+V", D de Denna y V de Violeta, quiero suponer.

- Vaya ocurrencias las tuyas, amorch. - Digo dándome media vuelta de nuevo y observarla riendo.

- Es la verdad. - Dice acercándose y abrazándome. - Ya te lo dije hace tiempo, pero lo nuestro va a ser pa' siempre.

- Ya... y por eso te amo, Almu. - Respondo con ternura acariciándole la espalda.

Justo en ese momento la puerta de la sala se abre dejando paso a una pequeña guiri, que al ver tal panorama, suspira vagamente y nos regala una mirada triste.

- Violeta, si quieres arreglar las cosas, que sepas que puedes contar conmigo. - Exclama antes de darse media vuelta e irse.

Mi cara debe de ser un cuadro entre el maquillaje y el shock de lo que acaba de pasar.

Me separo de Denna y le miro con la boca un tanto abierta por lo que acaba de pasar, ella también me mira sorprendida y atónita sin entender nada.

- ¿No vas a ir? - Pregunta finalmente.

- ¿Debería?

- Hombre Violeta... tu novia quiere arreglar las cosas contigo, supongo que sí que deberías. - Dice con cierto tono irónico.

Le dedico una sonrisa a mi amiga antes de salir de allí en busca de Kiki.

Estoy unos minutos buscándola y la encuentro abrazada a Ruslana en la cocina, la más pequeña de ambas le acaricia el pelo con ternura y delicadeza.

Me acerco un poco más sin que alguna se dé cuenta y escucho sollozos de Chiara. Me parte el alma a la mitad saber que está mal y que, probablemente, sea mi culpa otra vez.

Estoy harta de siempre hacer daño a las personas que más quiero y más me quieren, primero Sofía y ahora Chiara, a veces pienso que todo sería mejor si yo no existiera.

- Chiara... - Me atrevo a decir una vez ya estoy lo suficientemente cerca de ambas.

- Yo me voy, adiós guapa. - Se despide Ruslana de Kiki dándole un pequeño beso en su cabeza.

- Ven. - Me agarra de la mano sin decir nada más y en paso apresurado vamos hacia los vestuarios.

Una vez estamos allí, entramos a uno de los baños, Chiara cierra la puerta con pestillo y apaga su micrófono, todo esto sin decir ni una sola palabra. Hago lo mismo que ella, apago mi micro, le miro y un demoledor suspiro sale de mis adentros.

- ¿No vas a hablar o tienes que ir con Denna? - Suelta despectivamente.

- Joder Kiki, no me hables así.

- ¿Y cómo te hablo, Violeta? - Pregunta alzando un poco el tono. - ¿Sabes lo mal que me llevo sintiendo todo el día? - Reclama mientras que su voz se quiebra con cada palabra que dice, pero nunca sin perder la compostura.

- Kiki... - Hago una pausa y tomo aire. - Lo siento. De verdad, lo siento. Me dejé llevar, lo había pasado tan mal que dije cosas que nunca he sentido ni sentiré.

- Violeta, es que no es tan fácil. - Agacho la cabeza unos segundos tratando de no llorar. - ¿Recuerdas la primera noche en la que me preguntaste por mi relación más reciente? - Asiento. - De esa relación salí con muchísimas inseguridades, me empezó a dar ansiedad y entré en un cuadro depresivo de cojones. - Chiara retira una lágrima que le resbala por su mejilla derecha, la cual está de un color rojizo. - Pues esa chica me maltrataba física y psicológicamente, me llevaba unos 3 años y hacía conmigo lo que quería, como te dije, una relación tóxica. Me distancié de todos, hasta de mi familia. - Toma aire y, sin ella querer, solloza. - Recuerdo oír a mi hermana aún siendo pequeña, al otro lado de mi puerta llorando y rogándome que saliera y jugara con ella. - Cada cosa que ella dice me destroza un poco más el alma, no me quiero ni imaginar lo que sería estar en esa situación. Ahora entiendo todo. - Me dio un TCA del que ya me recuperé, pero me costó bastante salir de esas. No confiaba en nadie, Violeta. No tenía ni amigos, ni pareja, y la relación con mis padres era casi inexistente. - Se acerca unos pasos más a mí. - Me costó muchísimo volver a confiar, hasta que apareciste tú. Apareciste tú y por un momento pensé que había encontrado mi verdadero lugar en este mundo. Pero de buenas a primeras ayer me dices eso, y como comprenderás, me dolió lo que no está escrito, me trajo malos recuerdos y no quería ni seguir dentro de esta academia. - Finaliza ella.

No me salen las palabras, no sé qué decirle, no puedo responderle que yo pasé por algo parecido, sería egoísta por mi parte, además de que todavía no estoy preparada para contárselo a alguien que no sea Hugo, mi mejor amigo.

Me acerco a ella y le rodeo con mis brazos, Chiara tarda un poco en aceptarlos, pero aún así lo hace, me recibe el abrazo y llora en mi hombro. Se desahoga, todo lo que había estado aguantando lo está soltando ahora.

Le acaricio los mechones de su pelo para brindarle mi cariño.

- Lo siento, Kiki. - Susurro lo suficientemente alto como para que ella lo escuche. - Te quiero. - Y esas dos simples palabras revuelven mi estómago en el buen sentido, una oleada de mariposas revoloteando azotan en él, es la primera vez que digo esa frase sintiéndola realmente.

Hoy Y Siempre // Kivi OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora