Hoy Y Siempre // Kivi OT 2023

Capítulo 41: Jueves a las 17:00

Habla Violeta:

11:23 a.m, 1 semana después

- Bueno, Violeta, aquí la pregunta más esperada por todos tus fans. - Dice el periodista que me entrevista. Sé por dónde van los tiros. - ¿Cómo es tu relación con Chiara? Recordamos el post que subiste en la academia diciendo que estás enamorada de ella y...

- Bueno, es algo complicado. - Le corto. - Quiero decir, ahí dentro vives las emociones aún el doble de intensas y el tiempo pasa muy rápido y dos semanas parece que son cuatro meses.

- Eso no responde a la pregunta que recorre todo Twitter.

- Chiara y yo no estamos juntas. - Sentencio harta de todo. No tienen por qué saber la historia completa ni mucho menos saber mi vida privada.

- Bueno, pero...

- Mira, prefiero no hablar de mi vida privada, por algo es privada, si me vais a seguir haciendo preguntas que no son de mi carrera y de mi música, que es para lo que he venido, me levanto y me voy. - Le interrumpo de nuevo en un tono más autoritario que antes.

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13:42 p.m

Tumbada en la cama de la habitación del hotel y con el móvil entre las manos, suspiro y abro Instagram.

Vuelvo a suspirar, aún más frustrada que antes, sin saber bien si estoy a punto de tomar la decisión correcta o no.

Selecciono el post con Kiki y le doy a editar, borro todo el texto escrito y lo cambio por un nuevo pie de foto: "Kikita <3".

Sé que no sirve de nada, que eso ya está rulando por todos lados, que todo el mundo habrá sacado ya miles de capturas de pantalla. Pero me da igual. Así se enteran de que algo ha pasado, aunque, a lo mejor, lo que acabo de hacer solo provocará más preguntas incómodas en las entrevistas. Pero me da igual. Solo quiero que me dejen en paz de una vez, no saben de la misa a la mitad.

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Habla Chiara:

18:34 p.m

- Venga, va, Kiki. Tienes que centrarte en la canción de esta semana. - Martin acaricia mi rodilla en un intento nulo de tranquilizarme.

- No puedo, Martin, no puedo.

- No es que puedas, Keeks, es que tienes que hacerlo, ¿o es que quieres que te expulsen?

- ¡Es que a mí me da igual si me expulsan o no, Martin! - Espeto levantándome del sofá de la terraza y dejando a Martin aturdido por mi tono. Pero ya no puedo controlarme más. - No puedo, ¿vale?, y joder, ojalá poder, pero no puedo. No me metas más presión porque todo eso yo ya lo sé. - Las lágrimas empiezan a inundar mis ojos, haciéndome la visión completamente borrosa, nublándome todo.

Él, lejos de enfadarse por mi tono, parece incluso aún más compresivo que antes. En sus ojos noto un deje de tristeza.

- ¿Por qué no puedes, Kiki?

- Porque la amo.

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Habla Violeta:

20:21

Con lágrimas en los ojos y el móvil entre manos, sentada en la cama del hotel, le doy replay al momento en el que Chiara dice que me ama. He visto esos cuatro escasos segundos del directo, como mínimo, veinte veces.

Se me parte el corazón a la mitad cada vez más. Siento cómo me desmorono al oírla. Saber que, por mi culpa, ella lo está pasando mal, es algo que no me puedo perdonar.

Chiara, mi Chiarita, mi Kiki, mi todo, mi mitad. El amor de mi vida.

Casi sin ver, por culpa de las lágrimas, salgo de Youtube, quitando a su vez el 24horas. Entro en Whatsapp y busco el número de mi antigua psicóloga y segunda madre, Claudia. Dudando si escribirle o no.

Hace más de un año que no voy a verla. Creo que me hace falta.

Sé de antemano que con ella no voy a tener problemas para expresarme. Me conoce desde que voy al instituto. Siempre me ha comprendido y ayudado, además de porque es su trabajo, porque su hija siempre fue muy amiga mía, es como mi segunda familia, por muy ilógico y poco profesional que suene. Me parece totalmente absurdo buscar otro profesional teniéndola a ella.

20:27
Hola, Claudia!

20:32
¡Violeta, cariño!

20:33
Cuánto tiempo, ¿qué tal?

20:35
Pues muy bien, la verdad. Algo estresada y tal por el programa, tú qué tal?

20:37
Yo bastante bien, Violetita.

20:37
Pero intuyo que no me has escrito solo para saber cómo estoy, ¿no?

20:40
Jaja, qué bien me conoces. No, la verdad, quería preguntarte si puedo verte algún día de estos.

20:44
Me alegra que me lo preguntes, Vio. Me gusta que empieces a mirar por ti y por tu salud.

20:45
¡Claro, cariño! Pásate por la consulta cuando quieras, siempre eres bienvenida.

20:47
Muchísimas gracias, Clau

20:47
El jueves a las 17:00 podría ser?

20:47
Claro, hasta pronto, Violeta.

Suspiro y dejo el móvil a un lado. Me tiro en la cama y, por inercia, sonrío. Vuelvo a suspirar, esta vez más profundo. Suspiro porque lo necesito, porque, por fin voy a ir con la psicóloga. Suspiro porque es un alivio el hecho de saber que podré hablar todo esto que siento. Suspiro porque voy a tener la ayuda de poder aclarar mis pensamientos, por mucho que duela hacerlo y traer recuerdos del pasado al presente. Todo sea por Chiara, por estar bien conmigo para poder estar bien con ella.