Capitulo 35: ¿La quieres?

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Habla Chiara

23:43 p.m

- ¡VIOLETAAA! - Grita Denna, corriendo desesperada hacia la puerta para tirarse encima de su mejor amiga.

Violeta le responde el abrazo con una sonrisa que podría denominarse como forzada.

Veo cómo ambas mantienen una conversación tras separarse que soy incapaz de oír. Las observo a apenas unos metros de distancia con muchas dudas y emociones atizando en mí.
La expresión de Denna podría ser preocupada y la de Violeta de pasotismo, o de cansancio, tal vez.

Dejo de darle atención cuando Ruslana posa una mano en mi cintura y me da media vuelta para bailar. De fondo suena la canción de urban '2 am y una copa', la mano de Ruslana se pasea por mi cintura y cadera mientras que se mueve al ritmo de la canción. Trato de seguirle el ritmo, esbozando una falsa sonrisa, intentando apartar a Violeta de mi mente, pero es imposible.

Giro la cabeza hacia donde se encontraban las padamers antes, pero para mi sorpresa, ya no están ahí. Con la mirada las busco por toda la sala, en un fallido intento de encontrarlas.

Vuelvo a girar la cabeza hacia Ruslana, tratando de olvidarme de Violeta por un ratito, olvidarme de su olor, de sus ojos, de su cuerpo, de su pelo, de su presencia, de sus besos...

- Kiki, ¿qué te pasa? - Pregunta Ruslana exhausta cuando termina la canción.

- ¿A mí? - Asiente. - No, nada, nada, ¿qué me va a pasar?

- No sé, te noto tensa. - Dice subiendo su mano de mi cintura a mi hombro derecho.

Lo masajea sutilmente y toca en el músculo, haciéndome ver que tengo la espalda contracturada.

- Ven, vámonos. - Ordena cogiéndome de la mano y saliendo a la terraza.

Pasamos por el salón y allí están Violeta y Denna hablando, sentadas en el sofá, Denna está más pálida de lo normal escuchando a Violeta y ella porta lágrimas en los ojos, como si le estuviera contando algo súper doloroso.
Algo en mi corazón se parte en trocitos al ver a Violeta en ese estado, pero no puedo ir e interrumpir su momento, por lo que, sigo mi camino a la terraza.

Cuando entramos, Ruslana se sienta en el sofá y da unas palmaditas a su derecha para que vaya con ella.
Camino hasta llegar a su lado y me siento.

- ¿Qué te pasa, Kiki? - Pregunta. Elevo los hombros.

- No lo sé, siento muchas cosas ahora mismo, tal vez esté confundida o mareada... cansada también podría ser.

- ¿Es Violeta? - Otra vez más dando en el clavo. Asiento. - ¿Qué pasó? - Vuelvo a levantar los hombros.

- No sé, está rara desde el pase de micros.

- ¿Has hablado con ella?

- Antes en la habitación, antes de que me llamaras. - Elevo los hombros nuevamente y suspiro. - ¿Quién me lo iba a decir a mí?

- ¿El qué?

- ¡Que ser lesbiana era tan difícil! - Le digo de broma y ambas reímos.

- Kiki, te vuelvo a hacer la misma pregunta que antes: ¿La quieres? - Pregunta cambiando a unas facciones más serias.

- Pff, pues claro. No solo la quiero, la amo, con mi vida, quiero pasar todo a su lado.

- Pues demuéstralo. Díselo y lucha por ella. Lucha por el amor, Kiki. - Dice poniendo su mano sobre mi muslo.

- No sé, Rus. No me siento bien ni segura con nada.

- ¿Cómo? - Pregunta y yo asiento.

- Sí, o sea, son tantas cosas que han pasado en tan poquito tiempo que mi cerebro todavía no lo asimila. He pasado todo con tanta emoción que, al final, lo malo se me ha acumulado y no tengo forma de solucionarlo. - Trato de decirle, pero al girarme y ver su cara confundida, busco otras palabras para expresarlo. - O sea, llegué aquí, nos hicimos amigas y, a las dos semanas ya estamos juntas, ¿entiendes? - Ruslana niega con la cabeza. - O sea, son muchas cosas que han pasado en muy poquito tiempo, y con el TDAH no he tenido tiempo de asimilarlo todo.

Ruslana suspira y asiente, coloca su otra mano en mi hombro y da un suave apretón.

- Bueno, pero el amor es eso, ¿no? - Dice y yo la miro confundida. - O sea, llega y no le importa ni el tiempo ni la edad, simplemente llega.

- Ya... tienes razón... - Digo y tomo una gran bocanada de aire que expulso en forma de suspiro. - Pero, ¿y si en verdad no me quiere?

- ¿Pero qué dices, anda?

- No, en serio, piénsalo. ¿Y si en verdad está conmigo por las circunstancias y, cuando salgamos, se olvida de mí?

- ¿Por qué piensas eso? ¿No te demuestra que te quiere?

- No, claro que no es eso. Es que, si dejó a su novia por mí, una relación de años, ¿qué hará conmigo? ¿qué hará con una relación de meses?

Ruslana suspira y, esta vez, es ella la que alza los hombros.

- Kiki, sientes miedo al reemplazo, ¿verdad? - Asiento, sintiéndome infantil por sentir aquello. - Ay, mi niña... - Dice y vuelve a suspirar.

- Pero que no es de ahora, es de algo que pasó hace ya su tiempo, y pues me han quedado secuelas del trauma. - Trato de quitarle hierro al asunto. Y lo consigo, porque Ruslana ríe un poco.

- Kiki, es que no te puedo decir más de lo que ya te he dicho. Si ambas se quieren, luchen por estar juntas.

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Habla Violeta

00:06 a.m

- Joder Vio. - Dice Denna llevándose una mano a la frente y masajeándola luego de contarle todo lo que le he contado.

- Pues sí. - Suspiro. - Por eso siento eso cuando ella está tan cerca de Chiara.

- Normal que lo sientas, amor.

- Es como que tengo miedo a que se dé cuenta de que no soy tan buena para ella. - Confieso y Denna coge mi mano, acaricia el dorso con su pulgar.

- No creo, Vio. Sería cosa de locos dejarte ir así porque sí. - Dice separando nuestras manos. - ¿Que en la academia no podéis tener la misma libertad que fuera? Sí, - Continúa. - pero ¿y qué?

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Habla Chiara

00:09 a.m

- Mírala. - Dice Ruslana dándose media vuelta sobre su eje y mirando a través del cristal.

Hago lo que me dice e imito su gesto, al hacerlo, me percato de que Violeta está moviendo la pierna muy rápido como hace cuando está nerviosa, y sus caras expresan de todo menos tranquilidad.

- Ve y habla con ella. - Dice Ruslana.

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Habla Violeta

00:10 a.m

- Está ahí frente, Violeta. Mírala. - Dice Denna alzando la vista para mirar a la terraza a través del cristal.

Hago lo mismo que ella y levanto la vista, pero lo que me encuentro allí dentro es lo que menos espero encontrarme.

Mi mirada y la de Chiara conectan, sus ojos encuentran los míos, los míos encuentran los suyos. Nos decimos tantas cosas en tan poquito tiempo con la mirada.
Intento transmitirle tantas cosas, intento pedirle perdón por algo que ella no sabe, intento decirle que la quiero y que echo de menos sus abrazos... pero mi intento de comunicación visual se ve interrumpida porque Ruslana le vuelve a hablar a Chiara y ella aparta la vista.

De nuevo, ese sentimiento de miedo invade en mí.

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Nota: HOLAA, antes de todo PERDÓN, no he actualizado, pero tiene su justificación, estoy a full de exámenes y no sabía cómo proseguir el capítulo.

Pero bueno, sigo aquí JAJAJA.

Besis y gracias a los que hayan esperado por el cap. Os loviu <33

Hoy Y Siempre // Kivi OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora