Capitulo 36: Tantas cosas ahí fuera

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Habla Chiara

02:54 a.m

Décima vuelta que doy en la cama. El dormir sola y sentir la cama vacía me hace mal, no puedo dormir sin ella. Sin Violeta.

Ruslana dice que si me acuesto a dormir todo se me va a pasar, pero no. Ahora es peor. Ahora pienso en lo mismo todo el rato, el mismo tema está rondando en mi cabeza todo el tiempo.

- Chiara, ¿quieres estarte quieta? ¡estás moviendo la litera! - Dice Ruslana desde la litera de debajo mía con la voz adormilada.

- No puedo, Rus.

- Tía, pues vete al salón. Pero déjanos dormir a los demás. - Ordena y noto cómo se recoloca entre las sábanas.

Lo medito un par de segundos, pero al final termino cediendo en lo que dice Ruslana. Me bajo de la litera y con cuidado de no despertar a los demás salgo de la habitación.

Llego al salón y, en la poca claridad que hay puedo distinguir a alguien sentado en el sofá escribiendo algo. Es más que obvio que se trata de Violeta. No quiero hablar con ella, no por ahora. Quizás Ruslana tenga razón y debo luchar por ella, pero ahora mismo me siento demasiado cansada como para entrar en un combate. Por lo que, decido desviar mi destino hacia la sala de Abril.

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Habla Violeta

03:13 a.m

“Hola Kiki, soy Vivi. Tal vez esto sea raro, pero tengo que decirte lo que siento, porque sé que si no lo hago, será peor y nos hará daño a las dos... Puede ser que suene idiota o empieces a pensar mal de mí, pero lo hago por ti, por mí, por las dos. Por el amor tan grande que siento por ti...
Yo no sé si alguna vez te lo he contado, pero sufro de ansiedad, y, qué loco que es el destino a veces, ¿no crees? Juntarnos a dos personas con miles de problemas del pasado que se hacen presentes a día de hoy, enamorándonos y haciendo sufrir si estamos juntas. Yo sé que, la una al lado de la otra, podemos solucionar todo lo que se nos ponga delante, porque así lo siento yo, siento que contigo todo es más fácil, siento que tú me ayudas en todo, siento que te quiero con mi vida...
Pero no puedo con esto, Kiki. No puedo. No soy tan fuerte como tú crees, tengo mis recaídas, y por desgracia, una de ellas me ha tocado vivirla a tu lado.
Te juro que te quiero, y te querré siempre como nunca más he querido a nadie en esta vida. Pero las cosas que se complican, y nunca todo es bonito. Dicen que cuando algo no empieza bien, pues... pasa esto.
Hay tantas cosas que te esperan fuera, que sé que, estando a mi lado, no vas a poder lograr, y eso es lo único que no quiero: hacerte daño y hacerte mal...
Hay tantas cosas pendientes por hacer, tantas cosas que quiero hacer contigo fuera, tantos momentos que quiero compartir a tu lado, Kiki. Y te juro, que cuando sea el momento, te estaré esperando para hacerlas todas. Te estaré esperando para ver Skam, esa serie de la que tanto hemos hablado. Te estaré esperando para cantar juntas al piano. Te estaré esperando para bailar bachata con canciones de Romeo Santos de fondo. Te estaré esperando para dormir abrazadas, luchando contra el frío invierno. Te estaré esperando para crear un futuro a tu lado.
Pero antes de eso ambas tenemos que sanar, tenemos que sanar nuestros corazoncitos para evitar que nos lo rompamos en pedacitos la una a la otra. Por eso, con todo el dolor que en mi pecho puede caber, pienso que es mejor alejarnos un tiempo, ¿no crees?
Te quiero mucho, Kiki. Nunca lo olvides.

- Vivi.”

Dejo el bolígrafo sobre el sofá, con mi mano temblorosa. Arranco el folio de la libreta y lo doblo, dejando que unas cuantas gotas salgan de mis ojos. ¿Por qué esto me hace tanto daño? No lo sé, pero no es bonito. Nunca he sabido gestionar mis emociones, y no quiero que eso le pase factura a la persona que más quiero en esta vida.

Echo la cabeza para atrás, ahogando cada sollozo que de mi garganta pueda salir.
No entiendo por qué estoy así, si debería estar apoyando a Kiki, ¿soy mala persona por no estar con ella en un momento así? ¿Soy mala persona por dejarle sola luego de saber todo lo que le ha pasado?

Resoplo y trago en seco tratando de eliminar el nudo que cada vez se tensaba más en mi garganta. Abro la hoja de papel y releo el texto, pensando en si está bien o no.

La vuelvo a doblar cuando ya me sé hasta la más mínima coma de aquellas palabras que he escrito para Kiki. Vuelvo a coger el bolígrafo y escribo mi nombre en la cara visible del folio, añadiéndole el dibujo de unas cerezas al lado del nombre: “Violeta HF.”

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Habla Chiara:

08:30 p.m

Me froto los ojos y me desperezo cuando la música empieza a entrar por mis oídos. Me levanto unos quince minutos después, cuando ya he estado mucho tiempo tirada en la cama y la habitación se va quedando casi vacía.

Abro mi armario y miro extrañada un papel que estaba colocado sobre la montaña de ropa que hay en mi armario. Y me extraño más cuando veo en aquel papel pone el nombre de Vio.

- Buenos días, preciosa. - Me giro al escuchar la voz de la pelirroja y le esbozo una sonrisa.

- Good morning, baby. - Le respondo y abro mis brazos para recibir un abrazo.

Ruslana parece entender el gesto, porque se lanza a mis brazos, dándome un beso justo después de separarse del gesto cariñoso que se ha vuelto rutina en nosotras.

- ¿Ayer pudiste dormir mejor? - Me pregunta cogiendo un mechón de mi pelo entre sus dedos. - Kiki, tienes el pelo sucio.

- Uno: no, no pude dormir. Y dos: ya sé que tengo el pelo sucio, tontita. - Enumero en tono burlón y con una pizca de sarcasmo.

Ruslana ríe y suelta mi pelo para ponerse a mi lado, mirando mi armario. Me doy la vuelta de nuevo y la veo cogiendo el misterioso papel entre sus manos.
Noto cómo cada segundo, su expresión facial va cambiando cada vez a más seria.

- Kiki, ¿tú has leído lo que pone aquí? - Niego y elevo los hombros.

No me da tiempo ni de moverme para mirar lo que decía en el papel, ya que, un carraspeo de garganta nos saca de aquel bucle. Doy media vuelta y veo a la otra pelirroja de la academia mirándonos con un café entre las manos.

Violeta lleva sus usuales gafas de sol y una sudadera que aparenta cuatro tallas más.

- Era solo avisaros de que Noemí quiere hablar con todos. - Dice en un extraño tono semblante y tomando un sorbo de su café antes de volver a salir por aquella puerta.

Hoy Y Siempre // Kivi OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora