Hoy Y Siempre // Kivi OT 2023

Capitulo 34: Te voy a echar de menos

Habla Violeta

22:13 p.m

- Violeta. - Llaman mi atención tras ese silencio.

- ¿Chiara?

- No, qué va, soy mi prima la de Newcastle. - Responde irónicamente.

De repente, todos esos recuerdos de Chiara y Ruslana, todas inseguridades, esos miedos al reemplazo, se hacen presentes de nuevo en mi mente. Si la ignoro o le trato mal, tal vez, no duela tanto, ¿no?

Bufo y llevo una mano a mi frente.

- Ay, Chiara, de verdad. Cuando te pones así, hija mía... - Digo y cojo la libreta de la cama poniéndola sobre mis muslos.

Chiara se acerca lentamente a la cama y se sienta en la parte contraria, quedando frente a frente.

- ¿Qué te pasa?

- Nada, Chiara. Nada. - Digo sin apartar la vista de la libreta.

- No, sí que te pasa algo. - Insiste y chisto la lengua.

- Vale, Chiara. Sí, me pasa algo. - Cambio de opinión.

- ¿El qué?

- Nada, cosas mías. - Respondo, tratando de zanjar el tema para no tener que hablar.

- Vio, ¿confías en mí? - Dice acercándose lentamente. Yo me limito a levantar los hombros, tratando de mostrar indiferencia.

- Supongo. - Respondo quitándole importancia.

- Pues dime qué te pasa, a lo mejor te puedo ayudar. - Trata de convencerme con un tono cálido.

Levanto por fin la vista de la libreta, miro a Chiara y suspiro. Me froto los ojos y trago en seco.

- ¿Quieres que te lo diga? - Pregunto bajando el tono y Chiara asiente.

Justo cuando voy a hablar, unos toques en la puerta me lo impiden.

- Kiki, ¿sales? - Pregunta Ruslana desde el otro lado de la puerta.

Chiara me mira. La miro. Compartimos miradas. La suya expresa duda, busca una aceptación en la mía.
Me muerdo el labio inferior, suspiro y ruedo los ojos. Conteniendo todo tipo de emociones que pueda llegar a sentir.

- Ve con ella, Chiara. - Digo con la voz débil, pero a su vez, tratando de hacerme la dura.

- No, Violeta. - Dice esta vez firme, cogiendo mi mano.

Su mano es suave, está fría, supongo que del aire acondicionado. Con su pulgar acaricia el dorso de mi mano. Es una caricia suave, sin otras intenciones que no sean relajar el ambiente.
Pero a mí, en vez de relajarme, me pone más nerviosa. Ruslana la está esperando. Tal vez no sea para nada más allá que bailar todos en la sala de ensayos. Pero el simple hecho de saber que lo hará con ella y no conmigo me parte a la mitad.
Tengo tantas cosas en la cabeza, tantos miedos, tantas inseguridades, tantos complejos, que sin yo quererlo, me afecta a lo que tengo con Chiara, que es lo más puro que he tenido nunca.

Rápidamente, en un solo movimiento, separo nuestras manos, dejando a Chiara aturdida.

- Ve con ella, no te quiero joder la noche.

- ¿Qué dices, Vio?

- Que no pasa nada, que vayas. - Respondo bajando el tono.

- Que no, que no quiero dejarte sola. - Espeta resignada.

- Que vayas. - Ordeno fríamente.

- ¿Segura?

- Sí.