Capitulo 27: Minuto a minuto

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Habla Violeta

16:02 p.m

Ver a Chiara tan débil en mis brazos me hace partirme a la mitad, aún más, sabiendo que lleva todo el día rara, distante, perdida...

Escucho cómo suelta pequeños sollozos escondiéndose en mi pecho, gesto que hace que el corazón me duela aún más. Una persona como ella no merece que la vida le ponga momentos difíciles en la vida, se merece lo mejor.

Refuerzo el abrazo, atrayéndola más hacia mí, notando cómo poco a poco mi ropa se va mojando por la parte de mi pecho. Chiara se suelta milésimas de segundos después, llora como si la vida se le fuese en ello. Deja ir todo lo que seguramente ronde por su cabeza y lleve torturándola desde por la mañana.

Por unos segundos me siento afortunada, afortunada de que se derrumbe conmigo, de que no tenga que hacerlo sola, de que confíe en mí para sentirse mal.

Los demás hacen un pequeño círculo alrededor de nosotras preguntando que qué pasa. Chiara llora cada vez más fuerte, dándome a entender el agobio que está sintiendo. Acaricio su pelo tratando de transmitirle tranquilidad y confianza.

- Está bien, suéltalo. - Le susurro lo suficientemente alto para que solo ella lo escuche.

- Lo siento... - Musita y segundos después sigue llorando desconsoladamente.

¿Lo siento? ¿Qué tengo que disculparle?

- ¿Vamos a las duchas, Kiki? - Vuelvo a hablar con el mismo tono de voz.

Chiara responde asintiendo con la cabeza. Se separa del abrazo y me toma las manos arrastrándome por toda la academia hacia las duchas por segunda vez en mi estancia en la academia.

En menos de 3 minutos estamos entrando a las duchas. Yo después de ella. Ambas apagamos los micros luego de cerrar la puerta.
Nos quedamos mirando en silencio unos segundos, segundos en los que puedo leer a Kiki perfectamente, en sus ojitos puedo notar tristeza, miedo, inseguridad, y dolor. Veo cómo, poco a poco, sus ojitos se van rompiendo y quedándose aguados. No lo dudo ni un segundo y me acerco a ella para envolverla en un abrazo.
Y por segunda vez en el día, rompe en llanto escondiéndose en mi pecho. Ahora, en vez de acariciarle el pelo, le acaricio la espalda. Recorriendo de la forma más delicada del mundo con mis manos toda su columna vertebral, sus caderas y su cintura.

- ¿Qué te pasa, Kiki? - Me atrevo a romper el silencio.

- Me pasa de todo. - Responde con la voz entrecortada.

- Dime, solo quiero ayudarte. - Digo separándonos del abrazo y tomando sus manos con las mías.

Pasan unos segundos en los que espero respuesta por parte de mi supuesta novia.

- ¿Yo por qué te gusto? - Pregunta dejándome desconcertada y sin palabras.

- ¿A qué viene eso, Chiara?

- Que, por qué te gusto, Violeta. Dime motivos por los cuales te gusto. - Aclara intentando volver a tener su tono de voz de siempre.

- Buff... y yo qué sé, Chiara. - Digo sin saber bien qué responderle.

- Si es que, era obvio, ¿cómo voy a gustarle yo a alguien? - Bufa hablando más para sí misma que para mí.

- ¿Qué dices, Chiara? - Pregunto confundida y a la vez indignada.

Indignada de que piense eso de ella, de que no se valore cómo se merece. Le aprieto ligeramente las manos para llamar su atención del todo.

- Es la verdad, mírame y mírate, ¿cómo alguien como tú se podría fijar en alguien como yo? - Dice con un tono que ha pasado de la tristeza a la histeria.

Hoy Y Siempre // Kivi OT 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora