╰┈⫸𝐃é𝐣à 𝐕𝐮⫷┈┈╯

Día 28: Voces del pasado.

Decidí no tomarme este día como, literalmente, voces si no más bien como rescuerdos del pasado de conversaciones

⚠️AnuSeth/ Seth/FemAnu
⚠️Relacionado con el Os "llamado del destindo"

Nace entre el medio de la sangre, el dolor y gritos de clemencia, en el desierto en plena noche.

Nace bañado de la sangre de su madre, a quien mata en pleno proceso de nacimiento, algo que su padre nunca le deja olvidar.

(No importa cuantas veces rogó y lloró para que se callara, su progenitor nunca tuvo la más mínima consideración con él, no tardando en culparlo de la muerte de la mujer que amaba, aun si él solo era un bebé sin conocimiento de nada.)

Nace en la noche más helada, llorando a todo pulmón.

Nace pequeño, frágil y asesino.

Una pequeña bestia con disfraz de inocente, un lobo con piel de cordero.

Un matricida con las manos manchadas, bañado en el rojo carmesí de una inocente; su destino es estar eternamente solo, sin amor, sin compañía, sin cariño...

-"¿Sabes? Está noche fue totalmente mágica, esposo, pero quiero conocerte mejor..."- Su esposa, su Anubis, habla con tímides. Sus mejillas están sonrojadas y eso la hace ver deliciosa, más que su cuerpo desnudo cubierto por una manta de arena o las marcas que ahora reinan en su piel producto de sus dientes. -"crees qué... ¿podamos comer juntos? ¡Si no es mucha molestia! ¡Y-Yo...! Solo quisiera conocerte más..."- ¿Conocerlo a él? ¿En verdad su destinada quiere conocerle? Parpadea sorprendido.

Siente sus brazos y hombros arder, sin embargo, no tiene corazón para negarle un pedido tan pequeño.

Nadie nunca ha disfrutado de sus presentes. Los consideran vulgares, de poca monta o demasiados toscos.

-"Gracias por los obsequios, son muy dulces. Adoré las peinetas y el nuevo maquillaje."- Su esposa se ve adorable toda rojita, tanto que desea regalarle mil cosas más solo para seguir viéndola colorearse. -"Aun así, me pregunto si no te molesta que pida un gatito. Solía tener muchos en el palacio, se cómo cuidarlos ¿puedo tener uno?"- ¡Sus ojitos de cachorrito son tan lindos! Asiente incluso si no es muy fan de esos animales.

Todo sea por su amada destinada.

No esperaba que ante su muda respuesta, Anubis se lanzara a sus brazos, abrazándole con fuerza.

Es el primer abrazo que ha recibido en su vida.

No recuerda que alguna vez alguien haya disfrutado de su hablar; lo consideran obtuso, una molestia, algo que debe verse, pero no oírse.

Su padre lo trata así, los otros dioses siguen su ejemplo.

-"Me gusta oírte hablar, tienes cosas muy interesantes que decir."- ¿Él? ¿El dios de la guerra, el caos, las tormentas y el desierto? ¿tiene cosas interesantes qué decir? Eso es... nuevo. -"¿Puedes seguir contándome de la conquista en las tierras vecinas? ¡A Simba le gusta!"- el maullido de un minino se une a su risa.

Él no debe quejarse de sus deberes, en todo caso, debía agradecer tener siquiera la divinidad.

Después de todo, su padre pudo dejarlo morir en las traicioneras arenas, pero no lo hizo. Tiene que estar conforme.

-"Como te dije, disfruto oír tu voz, incluso si son solo quejas. No te avergüences y déjalo fluir."- Su esposa se mete con él a la gran bañera, llevando sus brazos a sus hombros, dándole un pequeño masaje. Deja escapar un suspiro de alivio, cerrando los ojos por un momento.