Michael Spencer mirando el ordenador tiene recuerdos sobre Sara, su ex novia. Así que idea un plan para volver a saber de ella, aunque eso signifique contactar a su nuevo novio.
Sí, aquél por el que su relación se rompió.
Iniciará el proceso hacía e...
Él era todo lo que estaba esperando, alguien que le hiciera volver a sentir mariposas en el estómago, los fuegos artificiales en cada beso, con Michael había vuelto a creer en el romanticismo. Jonathan salió más temprano del trabajo, la casa estaba sola, podía practicar de nuevo con aquella canción, tal vez algún día se la dedicaría.
Buscaría la forma de que él lo escuchará. Aprendería a tocar Wouldn't it Be Good, con tal de hacerlo feliz, igual que en estos últimos meses él lo había hecho feliz.
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Michael también ya había salido del trabajo, Patrick lo cubrió de Andrés, lo hizo con la promesa de que no conduciria si las cosas salían mal con Jonathan, debía esperar a que llegará a buscarlo, tenía prohibido conducir.
Algo que Spencer acepto a regañadientes.
No tenía mucho tiempo disponible, faltaba poco para ir a buscar a su nuevo amor, por lo que se apresuró a conseguir una botella para meter la carta que le escribió al contador. Ya tenía en mente todos los pasos que haría, la forma en la que se acercaría y le hablaría. Llevaría la botella consigo en el maletero, después al llegar al lugar la arrojaría al mar.
Sin importar el resultado final, le desearía que fuera feliz.
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05:30 pm.
Michael había llegado a buscar a Jonathan, tenía el corazón latiendo con fuerza, anudado a una sensación de vacío. Dudo bastante de seguir con la cita de esta tarde, quería posponer este momento lo más que pudiera.
No había nada más que hacer, ya estaba ahí. Además el miedo pareció irse cuando vió a su chico sonreírle, posteriormente le abrió la puerta del auto, quería hacer de este día especial. Juro que trataría de no besarlo, pero éso cambio también, ahora no podía separarse de él. Los dos volvían una y otra vez a buscarse, saboreando el sabor, percibiendo la notoria falta de respiración, por que ninguno quería separarse.
Querían amarse como si fuera la última vez, se robarían el aliento mutuamente, los dos querían unir sus almas. Harían lo posible por evitar hablar, con tal de permanecer mucho más tiempo unidos.