El Perfil Del Novio De Mi Ex [Corrigiendo]

XLIII - Seguridad

April tocó la puerta de su hijo, había escuchado que salió temprano, después volvió, pero era hora que no salía del cuarto. Y su nieta Cherry no tardaría mucho en despertar.
Le llevo un té preparado, pensaba que le ayudaría con los nervios.

Lo vió recostado en la cama con los ojos hinchados, abrazado al abrigo, aquella vista no le agradaba.
Por lo que trajo una silla, se sentó al lado de él y acarició su cabello.
Era raro verlo llorar, nada más lo recordaba así cuando falleció Lucía, las veces en las que venían sus suegros a decirle cosas que siempre terminaban hiriendolo, eran contadas las ocasiones en las que su hijo se ponía así.
Por ello pensó lo peor, creyó que Michael se había retractado, aunque realmente lo dudaba.
No lo conocía, pero por lo que le había contado su hijo, Michael no era la clase de chico que haría algo como éso.

April le limpió las lágrimas, acariciaba suavemente su rostro, tratando de hacer que él dejará de llorar.

—Oh, cielo. Dime qué es lo qué pasó.

—¿Crees qué Michael me quiera después de hoy?

—Estoy segura de que lo hará, escuche que saliste, puedo asegurar que él vino a verte.
Jon, cielo ¿Éso no te dice nada? ¿Todavía crees qué él te dejará así de fácil? Nadie deja de querer a alguien de la noche a la mañana, éso te lo puedo asegurar.
Deja de pensar en lo que ocurrirá, piensa en que Cherry es encantadora, no hay forma de no quererla.
Tu hija es tan buena Jonathan, se parece tanto a ti, es imposible que alguien que de verdad te ama no la quiera a ella, es un pedacito de ti.
Tienes que ayudarla, eligele un atuendo, pasa la mañana con ella, el tiempo se te irá de inmediato.
Además tienes que ayudarme a mí también, dime quién cuidará de la niña en lo que yo me arreglo también.

—Sí, yo sé que los fines de semana son los tiempos en los que más puedo convivir con Cherry, espero que al menos se divierta hoy.

—Lo hará, nosotros también.
Levántate ya, ve a ducharte, arreglate ésa barba y ven a desayunar con nosotras.
Verás que la mañana se nos irá de inmediato y cuando menos lo esperes, Michael estará afuera esperándonos.
Y tómate el té, te hará bien, te ayudará a relajarte.
Y te advierto, no me hagas venir por ti.

Seguido de ello acomodo la silla, cerró la puerta de la habitación y se fue a la cocina.
Luego de unos minutos Jonathan recibió un mensaje de Michael.

«He llegado al trabajo, pasaré por ustedes dentro de un rato.
Te quiero, cariño».

El hombre de ojos color avellana vió el mensaje, suspiro con pesadez, se tapo con las cobijas otra vez y navego por la red.
Quería ver las fotos que Michael tenía subidas, necesitaba ver su rostro, después vió que de perfil él tenía una foto de ellos dos, ésa en la que él esta dándole un beso.
Y de fondo en todo el muro de la red de StelRM tenía una foto también con él, sólo que tapo su propio rostro con un emoji.

Éso le pareció demasiado lindo, pero el que Michael tuviera sus fotos con él de perfil... lo había hecho sentirse mejor.
Luego se levantó y releyo la carta de la botella, aquello había servido para levantarle el ánimo.

Quería confiar en él.

Michael llegó tan temprano a la oficina que debió de usar su juego de llaves y desactivar la alarma por su cuenta.
Tan sólo esperaba que no le hubieran cambiado la clave, si no sé metería en problemas.
Para su fortuna pudo desactivar la alarma, le pareció tan amplio el lugar al entrar, normalmente estaba repleto de personas, había sido el primero en llegar.
Y le sorprendió como pasó de llegar tarde a diario a llegar un poco más temprano, e incluso se había acercado un poco más a sus compañeros.

Estaba dejando los casos atrás y encargarse de su función principal, supervisar a los nuevos en la firma, apoyar en otros casos, y solamente atender a clientes importantes (lo que le reprochaba Andrés de no hacer), los principales de la firma en cuestión.
Las cosas estaban cambiando en su vida, y parecía que cambiarían mucho más en conforme pasará el tiempo.
Después le mando un mensaje a Jonathan informándole que ya había llegado al trabajo.

Luego de una hora comenzaron a aparecer algunos compañeros, Patrick entre ellos, quien sabía que día era hoy.

Lo miro de arriba a abajo y lo odio.

—Verás a tu suegra y a tu hijastra hoy ¿E irás así vestido? Parece que irás a un funeral y los botones de tu camisa estan rotos, te ves fatal.

—No pensé que estuviera hablando con Andrés —murmuró—. En mí defensa puedo decir que Jonathan rompió dos de los botones.
Segunda, no iré así vestido, saldré temprano, y me pondré un atuendo mejor que este.

—Éso suena mejor, te deseo suerte.
Elige un buen atuendo, un reloj fino, corbata de seda, que vea tu suegra que tienes buena economía, y que Jonathan vea que tienes los elementos monetarios para ser un buen padrastro.
Y sobre todo, modera el tono de tu voz, se sutil, no les hables de los casos que llevas, o pensarán que eres pretencioso.
Muéstrate educado, cortés, caballeroso, permiteles a ellas hablar, y lo más importante, recuerda que se trata de ellas, especialmente de la niña, esta reunión no es otra cita con Jonathan.

—Es lo que le comenté a él, pero se mostró algo decepcionado por qué no podré besarlo o tocarlo.
No le fue fácil de aceptar, y me temo que me haya mal entendido.

—Uhm, a ver —hizo una pausa, después retomó—, si quedaste a las 11:00, llega unos 15 minutos antes, aparca una casa antes, y avísale que estas ahí, que puede venir a verte antes.
Después él entra 5 minutos antes, tú luego aparcas ahora sí en su casa, bajas los regalos, saludas cordialmente a toda y acá no paso nada.
El hecho de que lo veas antes, le dará seguridad, te aseguro que le relajará verte.

—Bien, haré eso.

Michael estaba nervioso, pero a la vez estaba emocionado de pensar que podría al menos ver más tiempo a Jonathan, si es que acaso Cherry lo aprobaba, todo se reducía a éso.