El Perfil Del Novio De Mi Ex [Corrigiendo]

LII - Ahora

Michael se disculpó con April & Jonathan, no soportaba el dolor de cabeza, necesitaba descansar.
Así que se marchó a la habitación de su novio, sin duda era de él, tenía su fragancia, el aroma de las colchas le hacían sentir que el hombre de ojos color avellana estaba encima de él.

Y aquello le ayudó a descansar.

Pasaron 30 minutos, se despertó escuchando gritos, le costó abrir los ojos, pero pasó al baño y se hecho agua en la cara, después salió para ver qué sucedía.
Observó a su novio discutiendo con dos personas aparentemente mayores, pero April, ni la la niña estaban por ningún lado.

Aún no sé despabilaba del todo, pero pareció entender algo.

—¡Hasta qué tienes la decencia de dejar de esconder las cenizas de mí hija! ¡Ella no es italiana! ¡Merece estar con los suyos, con su familia!
¡Contigo no tiene nada qué ver más!
Lucía esta muerta, mi hija murió y su familia no tiene dónde llorarle por capricho tuyo.

—¡No es ningún capricho! ¡Ustedes serán los padres de Lucía, pero Cherry es su hija!
Ella tiene derecho de tener lo que queda de su madre cerca, todo lo relacionado a Lucía es de Cherry, no les entregaré nada que tenga que ver con la madre de mi hija, nada ¡Me oyeron!
¡Lucía me dejó todo, yo decido que hago o no hago con sus cosas!

—¡¿Quieres hablar de Cherry?! ¡Una niña que ni siquiera podemos ver por qué la sacaste de su país de origen!
¡Solamente le has sembrado odio hacía nosotros!

—¡¿Yo?! Vienen a gritarme a mi casa cada maldito año ¿Creen qué Cherry no lo escucha? ¡Es mí hija! ¡Mía!
¡Yo decido si la crió en Italia, Estados Unidos o dónde se me de la gana!

—Ésa niña es hija de Lucía, ella la tuvo ¡Te recuerdo qué Lucía murió por tú culpa! ¡Sí ésa niña quedó huérfana fue por culpa tuya!

Michael noto la mirada de Jonathan ensombrecida, aquello que le habían dicho lo había afectado.
Por lo que fue por él, lo tomó del brazo y le habló.

—Ve con Cherry, ahora.

Seguido de ello lo vió partir.

—...¿Usted?

—Soy el abogado personal del señor Bettley, me llamo Michael Spencer, trabajo para la firma de abogados L&B Associati.
Y sí en efecto, ésa niña no es italiana, pero tiene la residencia en esta ciudad, por ello tiene derechos.
También no esta obligada a tratar con ustedes, se le conoce como el derecho al menor de no tener una imposición manu militari, ¿Qué significa? Que si yo pruebo ante la corte que ustedes son dañinos para la niña, no la ven más, la ley pone primero el bienestar e interés personal del menor antes que todo, aunque esto implique cortar lazos familiares que resulten ser riesgosos para su formación.
Y mi cliente no tiene por qué tratar más con ustedes si el juzgado falla a favor de la niña.
Sí quieren ir a juicio, iremos, pero les aseguro que tienen todas las de perder, por qué el señor Bettley es el padre biológico y tutor legal de ésa niña.
No tienen forma alguna de ir en contra de él, menos si el juez ve el estado en el que se pone la niña al verlos.

Michael les entregó una tarjeta con su nombre, la cual portaba su cédula profesional, si querían investigarlo podían hacerlo, con ello comprobarían que de verdad iba en serio con el tema de iniciar un juicio en contra de ellos.

La mujer estaba visiblemente afectada, pero el hombre a su lado estaba sumido en cólera.

—Su cliente es un cobarde, un asesino, y un canalla por recurrir a tipejos como usted.

—No me lo diga a mí, compruébelo en la corte. Yo lo represento a él de ahora en adelante, el señor Bettley es mi principal cliente.
Y desde luego que también defiendo los intereses de la niña, soy especialista en casos de Derecho Familiar, no es mi primer caso, conozco bien a los tipos como usted.
Tiene mi número y mi cédula, investigue primero si realmente soy un tipejo cualquiera.
Luego avisele a su abogado que me contacte.

«Maldito día» murmuró por lo bajo después de que los padres de Lucía cerraron la puerta de un portazo.

En definitiva no era su día.

Michael fue a buscar a Cherry, se puso a su altura y le tendió la mano, por lo que ella fue corriendo hacía él, no quería estar encerrada.
Lo tomó de la mano y lo llevo a recorrer toda la casa, buscando comprobar que sus abuelos maternos no estaban más.
Después de ello, Michael se sentó en el umbral de la puerta, observando los carros pasar junto con la niña.

Ella también quería sentir el aire fresco en sus pulmones.

Ya eran las 11:00, Cherry se había ido a dormir, él volvió a la habitación de su novio, luego se metió entre las cobijas.
Después sintió un peso extra unirse a la cama, era Jonathan.

—Mi amor ¿Qué fue lo qué hiciste para qué se fueran los padres de Lucía?

—Nada del otro mundo, ven aquí, abrázame.

—Hoy fue un día terrible ¿Cierto?

—No del todo, al menos yo disfruté que me hicieras el amor otra vez, luego me trajiste aquí, pasé tiempo con ustedes, cenamos, fue agradable.
Ahora dormiré contigo, y mañana tendré el privilegio de despertar con tu bonita voz, no sé tú, pero estoy feliz con ello.
Yo soy feliz en dónde te encuentres tú.

—Amor, no sé que hiciste, pero gracias, te amo y me alegra que duermas conmigo esta noche.
Michael, en esta habitación soñé tantas veces tenerte aquí conmigo, he pasado tantas noches sólo, pensando en ti, extrañandote.

—Jon, hoy no hay necesidad de soñar, estoy aquí cariño, amándote como siempre.

No le dijo nada más, solamente lo abrazo fuertemente, hoy no tenía la necesidad de usar el abrigo o pasar la corbata de su novio por su cuerpo, hoy lo tenía a él durmiendo a su lado.
Era la primera vez que no tenía la necesidad de buscar calor en sus prendas personales.