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María
📍Sevilla, España

Busque la habitación donde aquel rubio me esperaba, casualmente ambos teníamos presentaciones en Sevilla y otra casualidad fue hospedarnos en el mismo hotel.

— ¿Qué buscas, linda?— escuché su voz y me sobre salte a lo que soltó una risita.

— boludo me asustas— sonreí cuando lo mire, lo extrañaba porque hace más de una semana que no lo veía.

Estaba cambiado, se sacó la barba y el rubio. ¿En una semana podía cambiar tanto?. Me abrazo por la cintura pegándole a el.

— acá no, posiblemente estén las cámaras— se separó de mi y entramos a su habitación donde se hospedaba.

Comenzamos a besarnos desesperadamente mientras sus manos bajaban por toda mi espalda a lo que me separé

— no vine a eso— me miró con la ceja arqueada— tengo que hablar con vos de algo muy importante— su cara cambio a una de pánico.

— ¿Tiene que ver con embarazos?— me reí ante sus gestos.

— no tonto, creo que están sospechando que nosotros tenemos algo— me senté en el sofá frente a el.

— De que van a sospechar si nosotros no tenemos nada— comenzó a armarse un porro y lo mire mal— dale María, son un par de noches nomás.

— un par de noches que posiblemente me caguen una relación de cinco años —. Lo mire y rodo los ojos.

Así es, tengo una relación con Fernando, un chico que conocí desde el secundario y siempre fue mi mejor amigo hasta hace tiempo que me pidió que fuera su novia y hace poco menos de un mes su prometida.

— no parece importarte tanto tu relación— se encogió de hombros restándole importancia— vos dijiste que sin sentimientos ni afecto frente a otras personas y eso hago.

— si me importaría pero…—

— querés divertirte y pasar un rato piola con alguien más— me interrumpió Luego de prender el porro— ¿no sería mejor decir que no ya no sentís nada por el y listo?.

— no, no quiero lastimarlo— suena contradictorio lo que digo pero era verdad. Recién me pidiero compromiso y habla con mis papá es buen pibe pero a veces no nos entendemos — si lo hiciera ¿Vos te quedas conmigo?…— la habitación se quedó en silencio.

— dijimos sin sentimientos María, mira te la hago corta, yo no quiero una relación formal— tiro de una a lo que tragué saliva.

Me quedé atónita sin saber que responder, solo jugaba con mis manos ya que claramente fui la que rompió esa regla y también fui la primera que la dijo.

Con Juli llevamos ocho meses ¿Saliendo? Ni yo sé que somos, garchamos, dormirnos juntos y a el amanecer cada uno toma su rumbo.

Flashback

Me encontraba en la barra de un bar esperando mi trago junto a mi amiga y bailarina Rocío cuando un chico de no menos veinticinco años se poso a mi mi lado para pedir.

— ¿Podés darme un Fernet?— lo mire de arriba a abajo porque sentía que lo conocía de algún lugar sobre todo por su voz.

Me pareció lindo, su cabello rubio brillante, sus labios pero sobretodo su olor que era una colonia muy dulce pero de hombre combinada con porro.

— se te cae la baba— chasque Ro sus dedos para sacarme de mi transe.

— ¿Qué?— la mire haciéndome la desentendida a lo que ella comenzó a reír.

— ¿Te gustó el j rei?— tomo un sorbo de su bebida dejándola a un lado. Imprudencia total la de mi amiga, el pibe a lado de mi y ella gritando su nombre aunque no creo que lo escuchará por la música tan fuerte del lugar.

— cállate boba— tome de mi bebida mirándolo de reojo, me sonrió dejándome un papel en la barra para luego irse.

"Vení al v.i.p junto a tu amiga para que estén más cómodas"

Mire a Rocío cuando terminó de leer la nota y me sonríe con picardía.

— ¿Irás?— me miró con cierta desconfianza — esta lit, duko, Emi y tuli.

— vamos a saludar a los pibes— tome su mano para subir al v.i.p donde se encontraban y no perdernos entre la gente. Al estar en el lugar saludamos a los presente.

— beba, te presento al Juli rei— sonreí cuando lo tuve frente a mi siendo presentando por su amigo.

— hola, soy María decime Mary — musite y estire mi mano la cuál el la tomo formando un saludo.

— hola Mary— nos miramos a los ojos por un tiempo largo como si de buscaramos alguna respuesta.

Nuestros amigos estaban en la suya, algunos se pasaron de escarbio y otros fumados.

Hablamos toda la noche entre Fernet y música, hasta que mauro nos invitó al un "after" en su casa a lo que accedimos.

Al llegar seguiremos hablando y bebiendo hasta el punto de estar fuera de mí, fuimos a una de la habitaciones con el pretexto de que me sentí mal cuando claramente las intenciones eran otras.

Desperté gracias al sol que pegó en la ventana, tome mi celular y tenía más de treinta mensajes y llamadas  de Fernando, un dolor de cabeza tremendo y un brazo un tanto musculoso con tatuajes rodeando mi cintura, estaba desnuda y sin recordar del todo lo que había pasado.

Fin del flashback

— Será mejor que paremos de una vez por todas esto— hable en un tono casi inaudible.

— ¿Por qué?— me miró sin entender.

— porque si Julián, porque ya rompí la primera regla— tome mi bolso y salí de la habitación sin mirar atrás hasta llegar a la mía.

𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora