7

72 4 1
                                    

María

Ahí estoy yo, mirándome frente al espejo que tenía mientras acomodaba mi vestido para que se viera impecable en la ceremonia.

Elegí un vestido grande, blanco con muchos brillos, el velo es igual de largo que la cola del vestido con un encaje muy lindo y caro. La ceremonia sería en la catedral de Luján, iglesia elegida por Fernando.

Faltaba una hora dónde tendría que decidir si casarme o no, tuve la oportunidad de salir corriendo la cuál desaproveche por completo. Mis amigas se preparaban a la par mía con mucha más emoción que yo. Fiorella me miraba queriéndome hacer que cambiara de opinión, seguía siendo la única que sabía de lo mío con Julián al igual que Tiago, ambos insistieron en que debería de cambiar de opinión.

Miraba mi teléfono cada tanto esperando su mensaje o llamada para poder salir corriendo con él. No pasó, desde hace un mes que no lo ví más.

Flashback

estacioné mi auto frente a su casa sosteniendo un sobre el cual contenía la invitación para mi boda. Toque la puerta y espere algunos segundos para que abriera.

— Hola — fue lo primero que dijo al mirarme—¿Querés pasar?— de hizo a un lado a lo que negué.

— hola, solo ve la a entregarte esto — le dí la invitación a lo que reviso el sobre y miro el título.— es por si querés venir…—

— ¿Me estás invitando a tú boda?— me miró confundido regresandome el sobre— perdón pero no pienso ir, ¿Qué estás intentando hacer?

— solo que vayas como un amigo— su expresión era confusa entre dolor y enojo podría notarlo, pero ¿Por qué dolor?— si cambias de opinión espero verte ahí.

— ¿Para qué?, ¿Para ver cómo te casas después de decir que te enamoraste de mi?— tragué saliva— sabía que aunque te dijera lo que sentí no cambiarias de opinión —. Cerro la puerta frente a mi cara.

Fin del flashback

— Mari, ¿Estás lista?— hablo Rocío sacándome de mi transe a lo que asentí— el chofer está aquí —.

—no lo hagas, no te jodas la vida así— hablo tuli cuando todas salieron de la habitación — vos no querés esto—

— vos no sabes lo que quiero hacer, Fiorella. No te metas en mis problemas, solo hoy no lo hagas— evite su mirada teniandola frente a mi.

— se lo que querés y esto no es exactamente eso. Vos querés ser libre pero de Fernando— la mire por única vez en todo el día— vos querés ver por última vez a tú amor imposible y así decidir que es lo que querés —

— basta, Fiorella. Vamos tarde — salí de la habitación dando un suspiro pesado, subimos todas mis damas a la limusina. Entre pláticas y retoque de maquillaje llegamos a Luján.

Salí del auto con ayuda de mi papá con quién entraría a la iglesia del brazo, dejo un beso en mi frente dándome una sonrisa dulce a lo que correspondí se la misma forma.

Comenzó a sonar la marcha nupcial, entre por un pasillo lleno de flores a los costados. Mis sobrinas sujetando la larga cola del vestido y el sobrino más pequeño de Fernando tirando flores por el pasillo.

Mire a un costado y ahí está él, mi amor imposible como lo llamo tuli. Vestido de negro muy formal, su mirada clavada en mi y en mi vestido. Separé mi vista de él cuando estuve a unos cuantos metros de mi casi esposo.

Comenzó la ceremonía normal, nos colocamos los anillos escuchamos algunas palabras que nos decía el sacerdote y llegó el momento que toda novia desea, en mi caso, no quería que llegara.

— Fernando Mariano García, ¿acepta como esposa a la señorita María de los Ángeles Becerra para amarla, respetarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?—

— sí, acepto— me miró a los ojos con una sonrisa después de su respuesta.

— María de Los Ángeles Becerra, ¿Acepta por esposo a Fernando Mariano García para amarlo, respetarlo en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?— pase saliva porque sentí la boca seca, mire detrás de Fernando a Tiago el cual negaba levemente con su cabeza. Busque a Julián y está ahí atento pero con los ojos aguados esperando una respuesta. Finalmente a Fiore la cuál me miraba sin expresión alguna.

— sí…— fue lo único que pude decir después de mirar la cara deis dos mejores amigos.

— si alguien hay alguien que intervenga, que hable ahora o callé para siempre— todos se quedaron en silencio, en mi mente rogaba para que Julián lo hiciera pero obviamente no pasó
— los declaro marido y mujer, puede besar a la novia— Fernando sonrió y dejo un tierno beso en mis labios. Todos aplaudían y sacaban fotos del suceso, Fernando sonreía y festejaba con sus amigos.

— anímate Mari, te casaste boluda, el sueño de todas— intento animar Valentina mi corista a lo que sonreí a boca cerrada.

Mire a Julián antes que estuviera por salir de la iglesia, me dió una sonrisa y salió subiendo a su auto sin más.

— Julián también se engancho— susurro Tiago cuando estaba a lado de mi sacándose una foto— no quería decírtelo porque aún así no cancelarias la boda— lo mire queriendo llorar y salir corriendo, ya era tarde. Estaba casada con alguien que no amaba.

Llegamos a la recepción. Me cambié a un vestido más corto y cómodo, todos bailaban, festejaban, se ponían en pedo y yo seguía buscando a Juli pero no llego.

Las horas pasaban y todos se estaban yendo, ordene un poco y ayude a Fernando a caminar hasta el auto que nos llevaría a nuestra casa. Al llegar intento cargarme, no pudo de lo borracho que estaba y fue al revés casi lo cargo yo.

— y como ya somos marido y mujerer podemos tener nuestra luna de miel— comenzó a besar mi cuello a lo que me separé— dale, es nuestra noche de bodas.

— estás en pedo, además de que me llegó y sabes que no me gusta hacerlo cuando tengo mi periodo— menti, no quería está con él. Tenía dos meses sin que me llegara y este mes me llegó, pero muy poco, me asusta a él echo que fuera un embarazo aunque lo fui descartando conforme pasaban las semanas.

— ahora entiendo el porque estabas tan insoportable — se tiro a la cama quedando dormido de una, me saque el vestido poniéndome mi pijama.

Julián
Felicidades por tu matrimonio.
Espero que seas feliz.
Te amo un montón.

Las ganas de llorar me invadieron al leer sus mensajes, sentí ¿Mariposas? Cuando leí ese “te amo” y desaparecieron cuandoe di cuenta que era otra persona con la que decidí estar el resto de mi vida.

𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora