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María

— ¿Tenés que sacar turno para ADN?— me preguntó Julián después de pasarme ropa para poder dormir cómoda.

— sí, mañana lo saco— lo mire cuando se sentre frente a mi en la cama— ¿Qué pensas?

— que esto es muy loco— comenzó a reír nervioso— no caigo.

— tratemos de estar tranquilos igual, recordá que falta el ADN— lo mire despeinado su cabello — que lindo conocer a tú hermana y a catita, son re linda.

— re, sino fuera por ellas estuviera muerto por un coma alcohólico — comenzó a reír y lo mire preocupada— es joda igual.

— sobre el último mensaje que me enviaste, ¿Me amas o solo estabas en pedo?— se acostó con su cabeza en mis piernas.

— me enganche y me daba miedo decirtelo, así que preferí decirlo en pedo— me miró a los ojos— ¿Qué pasará si el bebé es mío?.

— divorciarme, que se yo—  encogí mis hombros restándole importancia— serás un buen papá y lo sé con tan solo mirar como sos con cata—

— ¿No está piola casarce?— negué haciendo una mueca graciosa y reinos— descansa, Mari. Mañana iremos al médico — comenzó a arroparme re bien sin dejar alguna parte de mi cuerpo descubierta.

— vos también, Juli — se acostó a mi lado dándome una sonrisa ya que estuvimos frente a frente, nos miramos a los ojos por un largo tiempo sin decir palabras alguna hasta que senti mis ojos pesar.

Al día siguiente

Desperté al escuchar gritos provenientes del living, me levanté dándome cuenta que Juli no estaba a mi lado, busque unas ojotas y salí de la habitación para encontrarme a Julián a las piñas con Fernando mientras que Mauro, Lucia y Tiago haciendo el intento de separarlos aunque era en vano por la fuerza de ambos. Belen tenía a cata en la patio jugando con ella mientras tuli cubría sus oídos.

— paren ya— intente toma a Julián de la remera pero Lucia me detuvo para no recibir un golpe.

— Julián, déjalo ya— lo levanto Tiago cuando Fernando ya no podía defenderse de tantos golpes que tenía en la cara— no vale la pena.

— ¿Venís a defender a tu amante?— se levantó como pudo — sos una zorra, un asco me da estar frente a vos— me tomo del cabello con fuerza a lo que Mauro le dió un puño en el pómulo, me soltó con fuerza haciendo que caiga al piso— ojalá te mueras— mis amigos lo sacaron mientras Lucia me ayudaba a levantarme.

— estás sangrando— me miró preocupada— tenés que ir al hospital— mire mis piernas las cuales tenían sangre y poco a poco el piso se ensuciaba. Julián entro y me miró preocupado tomándome en brazos.

— ¿Te duele algo?— me coloco en los asientos traseros de la camioneta juntos a Tiago el cual no entendía nada pero ayudaba a limpiar.

— la espalda y siento pinchazos bajo el vientre — me recosté en las piernas de mi amigo el cual preocupado por la situación me hacía mimos.

Llegamos al hospital, Julián bajo lo más posible yendo directamente por un doctor mientras Tiago seguía sin entender bien la situación. Juli regreso, me ayudó a bajar de la camioneta y colocarme en una silla de ruedas para entrar en emergencias, quería que algunos de los dos entrara, pero no fue posible.

— tenés fiebre — me puso el termómetro la ginecóloga para luego comenzar a realizarme la ecografía — su peso es muy bajo para la edad gestional que la que te encontrás— seguía revisando la ecografía — no hay latido alguno.

Mire la pantalla y no se había sonido alguno más que solo el vacío, mi corazón comenzó a latir con rapidez al no saber cómo reaccionar ante sus palabras.

— el procedimiento será lo más rápido posible, tendrás sangrado y dolor tipo cólico, pero es la expulsión del tejido fatal. Tu cuerpo tardará de tres a cinco horas en expulsalo— asenti débilmente mientras en mi mano ponía suero y en este medicamento —¿Querés que llame a tus familiares para que les des la noticia?— asentí y salió para segundo después ver a Julián y a Tiago entrar.

—¿Cómo están?— vino Julián hasta a mi tomando mi mano.

— lo perdí, no pude hacer nada…— acaricio mi mano sentándose a mi lado— perdón…—

— Tranquila, no fue tu culpa— me dió una sonrisa— solo no era el momento—

— ¿Estabas embarazada?— me miró Tiago sorprendido.

— recién ayer lo supe y bueno, solo duró un día la noticia—

— uy amiga lo siento— me dió un abrazo — estaré afuera si necesita algo.

— si querés ve a casa a avisarles a los demás, así no te quedas esperando mucho tiempo, cualquier cosa yo los llamo— asintió mi amigo después de las palabras de Juli para salir de la habitación.

—¿Sentís dolor?— acomodo mi pelo con delicadeza.

— sí, es parte de la expulsión que mi cuerpo está haciendo sobre el feto— entro la doctora para revisar tanto el procedimiento y la expulsión.
Con el pasar de la horas el dolor se hacía más fuerte, la médica entraba para revisar cada tanto si tenía alguna perdida abundante de sangre, Juli se quedó todo el tiempo para apoyarme.

𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora