21

58 4 2
                                    

María
|Semana 20 y 6 días|

En estas últimas semanas solo dormía y comía, a decir verdad comía un montón todo el tiempo aún así mi panza se notaba como si estuviese subiendo de peso lentamente. Lamentablemente los medios no tardaron en especular si tenía alguna enfermedad, subí de peso por las giras o embarazó y más, era tedioso el que subieran noticias sobre mi cuerpo.

Romeo por su parte se desarrollaba de la mejor manera, mide por el momento 18 cm y pesa 425 gramos. El nombre entro para quedarse a final de cuentas es lindo, Romeo Oliver Reininger, nuestros amigos cercanos saben la noticia y están super emocionados con ella.

Juli y yo nos encontrábamos cocinando, nos interrumpieron cuando comenzaron a tocar la puerta y Juli fue a abrir.

— ¿Emilia?— escuché la voz de Juli emocionado, pare lo que está haciendo para escuchar la conversación— ¿En qué momento regresaste? Cambiaste un montón— mis celos se hicieron presentes. Últimamente me ponía así si alguien se le acercaba mucho.

— hola, Juli. Ayer llegué y me dijo Lu me dijo que vivis acá así que decidí venir a visitarte,¿Te jode?— Juli me miró esperando una respuesta, solamente lo mire mal y me encogí de hombros.

— no tranqui, estaba con mi novia cocinando— ¿escuché bien? Siempre dice que soy su esposa y ahora sólo dijo novia. Listo, se metió en terreno peligroso.

Entro una chica de no más de 23 años, alta con varios tatuajes en los brazos, cabello largo y morocho, sus ojos son azules. Es muy linda por cualquier lado. Me bajoneo el hecho que fuera muy linda y conociera a Julián.

Subí las escaleras dejando todo como estaba, apague el fuego, limpie mis manos y salí.

— amor, veni— me llamo Julián a lo que lo ignore— Mari—

Seguí mi camino hasta la habitación de arte que tenía, cuando entre a esta di un portazo provocando que algunas cosas se calleran, entre ellas un cuadro con una foto de mi familia, extrañaba a todos pero ellos a mi no. Me senté en el la silla que tenía frente a mi escritorio intentando calmar mi respiración. El aire me faltaba un montón en estas semanas, se notaba que él bebé estaba creciendo y mi cuerpo estaba haciendo lugar para este.

Coloque música y comencé a pintar cualquier boludez que se me viniera a la mente, solo quería olvidarme de todo, evidentemente quería llorar al sentirme insegura al ver a esa chica tan linda, no entendí porque me sentía insegura si yo también era linda, pero igual lo sentía.

𝑒𝑙 𝑎𝑚𝑎𝑛𝑒𝑐𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora