♡*:.｡. cσqυєτσ cσrαʑσท .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ ∂σs)

💞 cαρiτυℓσ ∂iєcisiєτє 💞

— Maldición.

SangYeon gruñó mientras apretaba el volante al ver que la casa de JiMin estaba bien resguardada de policías.

Ya sabía que cuando pasara por ahí la casa estaría custodiada, pero jamás pensó que tanto.

Jamás podría acercarse con todos esos hombres armados, eso sería firmar su sentencia de muerte, y él no se dejaría atrapar hasta cumplir con su objetivo.

Tener a Park JiMin para él solo y matar a Min YoonGi.

Eso era lo que tenía en la mira.

— No te fíes tanto, mi pequeño Hyung — Murmuró — No creas que porque estás custodiado de policías no te tendré conmigo.

Soltó una risita mientras subía la velocidad del coche para no levantar sospechas. De igual forma, el auto era blindado y los vidrios oscuros para que nadie pudiera reconocerlo.

Entonces, dándole una última mirada a la gran casa estilo mansión, decidió salir de ese condominio.

— Por la mierda — Gruñó tras notar que un auto policial lo seguía — No me van a atrapar. Eso se los puedo asegurar.

Drásticamente subió la velocidad del auto mientras lo seguían y, maldiciendo entredientes decidió meterse a una de las calles más estrechas que estaban al final del condominio.

Observó por el espejo retrovisor que solo un policía lo seguía, eso lo hizo sonreír porque podría divertirse un rato.

— Yo seré el gatito y tú serás el ratón — Rió — Y yo te atraparé a ti.

Riendo aumentó la velocidad hasta saltarse los semáforos, provocando algunos accidentes a su paso, sabía que tal cosa podría desviar un poquito al policía.

Luego, esquivó a la cantidad de personas que transitaban por la calle, volviendo a maldecir al ver que el auto policial estaba cerca de él.

Así que, sonrió lascivo antes de estacionarse en un callejón abandonado para esperar a que el policía bajara del auto.

— El gato siempre termina comiéndose al ratón.

Sonrió mientras observaba cómo el policía caminaba hacia él hasta golpear la ventana.

Entonces, tomó la gorra que tenía en el asiento del copiloto para ponérsela y luego bajar el cristal de la ventana.

— ¿Pasó algo malo, Oficial? — Cuestionó con la mirada baja.

— Se ha excedido con la velocidad, así que tendré que ponerle una multa — El policía habló — Deme su identificación y licencia de conducir, por favor.

— Claro — Sonrió — Déjeme la busco.

Tomó su cartera y sacó su identificación con una mano y con la otra tomó lentamente la navaja que tenía bajo su pierna.

Ese policía no lo iba a atrapar.

— Aquí tiene, Oficial — Dijo tras alzar la licencia de conducir — Y lamento haberme excedido.

El policía asintió y justo cuando iba a tomar las tarjetas, él rápidamente alzó la navaja para incrustarla sin lástima contra la yugular contraria.

Entonces, mientras el policía caía al suelo con un charco de sangre y revolcándose por tener la navaja enterrada, SangYeon salió del coche para poder sacar su bate de los asientos traseros.

— No debiste venir solo, Oficial — Habló tras acercarse al policía — Jamás debes salir solo.

Soltó una risa mientras veía cómo el policía se retorcía en el piso.