♡*:.｡. cσqυєτσ cσrαʑσท .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ ∂σs)

💞 cαρiτυℓσ ciทcυєทτα y ∂σs 💞

JiMin no supo cómo sentirse cuando llegaron al lugar que SangYeon les indicó.

Cuando salieron de Seúl él estaba demasiado ansioso, al igual que cuando llegaron a las afueras de Busan.

Había llamado a SangYeon como éste pidió y después éste mismo le mandó una dirección por correo.

Ahora que habían llegado a tal lugar, se sentía tan nervioso y angustiado.

Tembló cuando YoonGi tomó su mano.

Se giró para observarlo.

— Yoon... Tengo miedo — Murmuró — Estoy muy asustado.

YoonGi alzó la mirada para poder verlo y dedicarle una suave sonrisa que logró reconfortarlo.

— Nunca te dejaré solo  — Habló en señas tras soltar su mano — Siempre estaré contigo.

JiMin bajó la mirada con lágrimas en los ojos justo cuando él tomó su nuca para dejar un beso sobre su sien.

— No quiero meterte en esto — Susurró — Ni a mis papás.

Ahora debía enfrentarse a SangYeon y tratar de llegar a un acuerdo para que dejara libre a YajaTzael, a JimDae y a YoonGi, por supuesto.

— Siento que algo malo va a pasar, Yoon — Dijo entre lágrimas — Yo sé que algo pasará que me dejará destruido, Yoon, no sé qué es, pero sé que me ve a doler.

YoonGi negó mientras lo apresaba entre sus brazos.

— Deseo que te quedes conmigo, pero no quiero que algo malo te pase — Confesó — Lo mejor será que te vayas, YoonGi.

Entre sollozos decidió alejarse del mayor.

Sentía un dolor tan grande en el pecho y una culpa inmensa.

Pensar que su familia estaba secuestrada por una maldita obsesión que SangYeon se creó, hacía que se sintiera tan mal.

Un fuerte dolor en el pecho era testigo de lo angustiado que se sentía.

Recordar cómo estaban su papá y su tío, cómo estaban de golpeados y amarrados, le provocaba unas intensas ganas de derrumbarse y llorar sin poder parar.

Su llanto salía, no podía detenerse. Se sostenía el corazón entre las manos mientras pedía al cielo que cuidara de sus papás.

JimDae también era su papá, era el hombre que siempre le dio su amor, le enseñó a perdonar a los demás, a tratar de entender que no todos en ese mundo eran tan malo como aparentaban.

Le enseñó a dar oportunidades y a no sentir rencor, le enseñó el propósito de la vida y el porqué ésta siempre dice " No "

Le enseñó que para ser fuerte no necesitas aparentar serlo, le enseñó que, por más débil que te veas, siempre habrá un corazón fuerte en tu interior.

Y YajaTzael, ese hombre le enseñó lo que uno puede ser capaz de hacer por la persona que amas.

Le enseñó que para dejar de sentir miedo, debía enfrentarlos.

Le mostró lo bello que es admirar a una persona diferente y lo hermoso que es ser único.

A pesar de todo, desde niño le mostró que para amar a alguien, no debe ser precisamente lo contrario a ti, que podemos amar si esa persona es igual que tú, si es de tu mismo género o sexo.

Jamás le permitió rendirse y derrumbarse.

Le mostró lo duro que es la vida y le enseñó que si ella te cerraba la puerta, podías romper una ventana.