♡*:.｡. cσqυєτσ cσrαʑσท .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ ∂σs)

💞 cαρiτυℓσ ∂iєcisєis 💞

— No. No, Yoon... Tú-Tú eres un grosero.

JiMin hipeó entre lágrimas y sollozos falsos, tragándose la sonrisa de Victoria por ver a YoonGi arrollado y pidiéndole disculpas por lo que pasó horas atrás.

— Mi-Mis caderas quedaron hecha polvos por tu culpa — Dijo en un hilo de voz — Y-Y ya no puedo caminar bien. ¡Te odio!

Maldición.

Alguien debía darle un premio por lo también que actuaba.

Joder.

— Por favor, perdóname — YoonGi pidió con sus manos y desde el piso —  Me dejé llevar.

Con el rostro rojo y bañado en lágrimas, JiMin lloró más fuerte mientras balbuceaba sobre el dolor en sus caderas, dejándolo a él con una culpa y un gesto de aflicción rotundo.

— Me-Me costó media hora bajar las escaleras — Mintió — Ya-Ya no quiero que me toques.

YoonGi hizo una mueca, arrodillado frente él mientras él estaba cómodamente en el sofá.

Honestamente, sus caderas sí dolían y mucho, eso no lo estaba actuando, lo que sí era fingido era el llanto.

— Que-Que tú  .... E-Eres muy sádico — Dijo entre hipeos — No-No puedo caminar.

— Perdóname, bebé — YoonGi volvió a pedir — Dime qué es lo que quieres que yo haga para que me perdones.

Luego de decir eso con sus varoniles manos, JiMin paró todo llanto para verlo con una sonrisa que le provocó escalofríos.

— Ve arriba y me preparas un baño, por favor — Pidió con un mohín caprichoso.

— ¿Y con eso me perdonas?

Se encogió de hombros mientras revisaba sus uñas.

— Puede ser.

YoonGi sonrió hasta dejar ver sus hermosas encías rosáceas, dejándole luego un beso en una de sus rojizas y gorditas mejillas para después ponerse de pie e ir rápidamente hacia las escaleras.

Entonces, cuando él desapareció de la vista de JiMin, éste dejó salir todo el aire para soltar después una risita.

— Hay que ser manipuladores, de vez en cuando — Habló mientras se ponía de pie — Ah, Yoon es tan inocente.  Es un bebé.

Riendo con travesura empezó a bailar con Victoria, tarareando una canción con una gran sonrisa.

— Tu padre estará orgulloso de ti, enano — Se felicitó — Bien, Park JiMin, ahora sí puedes decir que eres un buen hijo — Sonrió — Eres grande. Eres grande.

Empezó a saltar mientras chillaba.

Sus caderas ya no dolían tanto gracias a unos analgésicos muy efectivos.

— No. No — Negó cuando escuchó que su novio bajaba las escaleras — De nuevo a tu papel, Park.

Después de murmurar eso, se lanzó al sofá y tomó una expresión de dolor mientras sus ojos se cristalizaban poco a poco.

—  Ya está lista — Dijo YoonGi al llegar a él — ¿Quieres que te cargue?

— Uh .... Sí, por favor, Yoon — JiMin susurró en un hilo de voz — No puedo moverme muy bien .... Me-Me duele el cuerpo.

YoonGi asintió con una mueca, acercándose a él para poder cargarlo entre sus brazos.

— Gracias, Yoon — Murmuró — Te amo.