♡*:.｡. cσqυєτσ cσrαʑσท .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ ∂σs)

💞 cαρiτυℓσ qυiทcє 💞

JimDae observó su celular.

Observó la cantidad de mensajes y llamadas que tenía de parte de su hermano.

En todos esos días no había vuelto a ver a YajaTzael y éste solo intentaba comunicarse con él de todas las formas posibles.

Se sentía mal, claro que sí.

Se sentía una escoria por ignorar a YajaTzael, pero verdaderamente se sentía mal por lo que había pasado.

Carajo.

Si él amaba a su hermano, daría su vida por él, por eso el hecho de que no entendiera lo duro que es ser él, eso es lo que lo hacía sentirse tan miserable.

Suspiró cuando la llamada fue cortada.

— Tienes dos opciones, Park — GiYoon habló en su oído — O le respondes la llamada o lo ignoras por completo. Tú eliges, grandote.

JimDae suspiró nuevamente mientras él besaba su cuello.

— ¿No hay una tercera? — Murmuró — Ya sabes, a parte de las dos.

GiYoon lo pensó mientras sus manos acariciaban sus voluminosos pectorales.

— Hay una tercera — Respondió — Follarme toda la noche.

El mayor sonrió tras el mordisco que él dejó en su oreja.

Entonces, llevó sus brazos hacia atrás para poder acariciar la cintura de GiYoon, quien yacía arrodillado en la cama y con su pecho pegado a su espalda.

— ¿Y tu esposa? — Cuestionó al levantarse — ¿Dónde está ella?

GiYoon bufó de mala gana.

— No arruines el momento, Park — Se quejó — Además, ZuHi fue a visitar a su hermana. Así que tengo toda la noche.

Bueno.

Fue inevitable para JimDae no sonreír ante su respuesta.

Entonces, empezó a desabotonarse la camisa mientras se acercaba a GiYoon, quien estampó sus bocas para crear un beso lleno de deseo y desesperación.

— Park ....

El menor calló para tragar pesado cuando los labios de JimDae se dirigieron a su clavícula, ambos ignorando el sonido del celular.

Estaban en su mundo y debido a lo mucho que les costaba estar juntos, debían ignorar cualquier cosa fuera de esa habitación.

Nada importaba.

— Bebé, ¿Ya te he dicho que me encantan tus piernas? — El mayor murmuró mientras se metía entre las piernas contrarias — Son muy bonitas.

GiYoon rió tras quitarse la camisa y desabrocharse los pantalones.

— Y todos creyendo que eres inocente — Se burló — Si supieran lo sádico que eres en la cama.

— No soy sádico — JimDae se defendió — Es solo que a veces no mido mi fuerza.

Él negó mientras sus pantalones eran sacado de sus largas piernas.

— ¿Tengo que recordarte lo que me hiciste la otra vez? — Inquirió — JimDae, literalmente me rompiste la piel por todos los mordiscos que me hiciste. Eres muy agresivo y debes aceptarlo.

JimDae se encogió de hombros antes de colocarse sobre él y empezar a succionar el hueso de su clavícula.

— A ti te gusta, bebé, no te hagas.

Obvio.

Y jamas lo ha negado.