♡*:.｡. cσqυєτσ cσrαʑσท .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ ∂σs)

💞 cαρiτυℓσ vєiทτє 💞

— Uh... Gracias — Zael murmuró al bajar del taxi — Que tenga una buena tarde.

— Igualmente. Adiós.

Suspiró con los nervios dislocados cuando el taxista se fue y lo dejó frente a la casa donde su hijo estaba viviendo.

Entonces, tomando valor se giró, pero llegó a congelarse cuando notó la cantidad de policías que habían.

¿A caso Choi lo denunció con alguna clase de mentira y ahora lo buscaban?

Se abrazó a sí mismo con una intensas ganas de llorar.

Quería correr lejos y esconderse ante la ansiedad que lo estaba atacando, pero realmente quería acercarse y ver a YoonGi aunque sea una sola vez.

Suspiró con temblores en el cuerpo.

Había pasado varios días en poder llegar a Seúl. El viaje fue difícil, mucho y justo ahora no podía simplemente darse por vencido.

Maldición.

Era libre. Malditamente libre y estaba a pocos metros de su hijo, no podía solo salir corriendo.

Por eso, armándose de valor caminó hacia la gran casa, sintiéndose nervioso y asustado ante todos los ojos que estaban sobre él.

Debía ignorar y tragarse las ganas de salir corriendo.

Debía ser fuerte y valiente.

Sí.

— ¿Qué desea? — Habló uno de los armados policías cuando se posó frente a él — No puedo dejarlo pasar.

Así que, tragando pesado alzó la vista con los ojos cristalinos.

— Uh .... ¿Está Min YoonGi? — Preguntó en un susurro — Min YoonGi.

El policía volteó a ver a su líder para que éste se acercara.

— Su identificación — NamJoon pidió — Sin una identificación no lo puedo dejar pasar.

— Bueno, es que .... No las traje — Murmuró con la mirada baja — Pe-Pero yo soy papá de YoonGi.

NamJoon frunció el ceño antes de sacar su celular y marcar el numero de JiMin.

— ¿NamJoon-Hyung?, ¿Pasó algo?

— JiMin, aquí afuera hay un hombre que dice ser el padre de YoonGi. ¿Lo dejo pasar?

— ¿De qué hablas, Hyung? — JiMin respondió confundido — El papá de YoonGi murió hace años.

Ante eso, NamJoon alzó una ceja mientras veía al castaño, quien solo se encogió en su lugar por su mirada seria.

— Está bien — Asintió — No lo dejaré pasar, entonces.

Tras cortar la llamada, alistó su arma por si tenía que usarla.

— Lo siento. No lo puedo dejar pasar — Informó — Lo mejor será que se vaya antes de que lo arraste por mentirle a un Oficial.

— ¡Le parece que estoy mintiendo! — Zael gritó entre lágrimas — ¡YoonGi es idéntico a mí!

— Le voy a pedir que baje la voz — Espetó NamJoon — Y que se vaya. No me obligue a usar la violencia.

Eso no podía estar pasando.

Debía ser una broma.

Justo cuando creía que podía estar con su hijo, tuvo que pasar eso.

¿A caso era una señal para entender que no merecía tener un gramo de felicidad?

¿Su destino era ser un miserable sin vida?