THE OUTLAW¹: Case 143 | K.HONGJOONG

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"FOURTEEN"

NAKIA.

ㅡ Necesito que hagan un reconocimiento facial. ㅡmenciono apenas entro al área de informática, y todos voltean a verme pero ninguno hace o dice nada.

ㅡ Por aquí. ㅡfinalmente veo que una mano se eleva entre tantas computadoras, y cuando me acerco, me doy cuenta de que es una chica.

Le doy la imagen que se había obtenido de la grabación de la camara del auto, y ella la escanea para luego comenzar a buscar en el servidor.

ㅡ ¿Es para un caso de homicidio? ㅡpregunta entusiasmada, parece muy joven, debe ser nueva.ㅡ Soy Jihyo, ingresé aquí hace unos meses, pero antes fuí asistente de fiscalía por dos años y seguramente piense que soy muy joven para haber estado ahí y la verdad es que...

ㅡ ¿Qué es eso? ㅡinterrumpo cuando noto que el análisis se detuvo sin un resultado, ella se da vuelta y hace una mueca.

ㅡ Bueno, eso sucede cuando no hay coincidencias en el sistema, lo siento...

ㅡ No, intenta de nuevo.

Ella me mira algo desorientada por el cortante tono de voz que usé, pero hace lo que le pido y vuelve a escanear la imagen.

ㅡ Ah..., bueno creo que sí hay una coincidencia. ㅡdice en voz baja, y me inclino para acercarme a la pantalla de la computadora, definitivamente era una coincidencia.

ㅡ ¿Puedes imprimirlo para mi, por favor? ㅡpido en un tono más suave, y ella asiente.

Luego de unos segundos, la copiadora se enciende y Jihyo se pone de pié para ir hacía la máquina, y no tarda en volver con una hoja en sus manos, la cuál me entrega cuando se para frente a mi.

ㅡ Gracias. ㅡhago una ligera reverencia, y antes de darme vuelta veo que ella hace lo mismo.

ㅡ ¡Llámeme cuando sea que lo necesite! ㅡescucho antes de abandonar la sala, y una pequeña sonrisa aparece en mis labios, esa chica tenía una extravagante personalidad.

Me detengo frente a la oficina del jefe Min, y doy un par de toques en la puerta, casi de inmediato ésta es abierta y me encuentro al hombre del otro lado, que a penas me ve sonríe grandemente y abre la puerta por completo.

ㅡ Nakia... ㅡsu alegre tono me hace sonreír, siempre era tan amable conmigo.ㅡ Pasa, pasa, ¿Que te trae por aquí?

Admito que algunas veces llegué a abusar de esa amabilidad para conseguir estar a cargo de algún caso, aunque no lo veía precisamente como algo malo, a fin de cuentas lograba resolver los casos sin ningún inconveniente.

Entro a la oficina cuando me da el paso, y escucho como cierra la puerta para luego caminar hasta su escritorio y sentarse sobre el -literalmente se sienta sobre el escritorio-.

Su actitud siempre me ponía de buen humor, la mayoría del tiempo no se comportaba como un jefe, sino como un amigo, era así con todos aquí, lo que lo volvía alguien en quién todos confiabamos. Tampoco era muy mayor, apenas había entrado en sus cuarentas, y no iba a mentir, se conservaba bastante bien.

ㅡ Señor, solicito una orden de arresto para ésta mujer... ㅡle entrego la hoja impresa de los análisis de reconocimiento, su actitud cambia a una más seria y toma el documento.ㅡ También quiero un equipo de apoyo para la misión.