¿Princesa o muñeca? (Serie «Solo tú II»)

30| LIAM

Estaba cruzando por el umbral de la residencia, deslizando mis manos por mi cabello sudado, cuando avisté a Emily descendiendo por las escaleras. Sumida en su móvil, aún no había notado mi presencia.

—Hola, muñeca —saludé antes de dar un trago a mi botella de agua. Ella alzó la mirada al oír mi voz—. ¿Qué haces aquí?

—Había venido a buscarte, quería hablar contigo.

—¿Quieres subir al piso?

—¿Te parece si nos vemos en el Coffee Place? —inquirió.

—Claro. Me ducho, me cambio y estoy listo —le guiñé un ojo—. ¿En media hora?

Ella asintió en acuerdo. Le di un beso en la mejilla antes de susurrarle en el oído.

—Hasta ahora, muñeca.

Subí las escaleras con rapidez, deseando darme prisa para llegar cuanto antes. Pensé en que esta era la oportunidad perfecta para decirle lo que sentía por ella.

—Hola, amigo —saludó Evan desde la cocina mientras limpiaba los platos.

—¿Qué tal?

Evan cerró el grifo y se giró, apoyándose en la encimera de mármol.

—Acaba de pasarse por aquí Emily.

—Sí, me la he encontrado en la entrada. Hemos quedado ahora para tomar algo.

Evan se mordió el labio, como si quisiera decirme algo, pero no estuviera seguro de si debía. Eso me puso nervioso.

—¿Qué pasa?

—Creo que deberías decirle de una vez lo que sientes por ella; parecía algo confundida.

—Ese era el plan. Espera, ¿confundida?

En ese momento, me di cuenta de algo: no la había visto sonreír durante nuestra pequeña charla.

—No lo sé, pero espabila o la perderás.

Fruncí el ceño.

—Voy a darme una ducha.

—¡Aprovecha y prepara tu discurso de amor! —me gritó mientras entraba en mi habitación.

Me reí entre dientes, negando con la cabeza, aunque eso fue precisamente lo que hice. Estar bajo el chorro de agua caliente me ayudaba a aclarar mis ideas. Era el momento de la verdad; tenía que decirle que estaba loco por ella. Quería dejar atrás los juegos y las tonterías de celos. Solo quería estar con ella. Después de vestirme a toda prisa, cogí las llaves del coche y salí corriendo.

—¡Buena suerte! —me gritó Evan antes de que cerrara de un portazo.

El Coffee Place estaba prácticamente lleno, pero encontré a Emily enseguida. Llegaba algo temprano; sin embargo, antes de pedir, quería que supiera que ya estaba aquí. Ella ya tenía su chocolate caliente y estaba de espaldas a mí hablando por teléfono. Me acerqué a ella con una sonrisa que se congeló en cuanto escuché sus palabras:

—Pues en realidad va bien, hemos oficializado nuestra relación.

¿Había oficializado su relación? ¿Qué quería decir?

Emily abrió los ojos como platos al verme a su lado, entonces lo entendí, fuera con quien estuviera teniendo la conversación, estaba hablando de Connor. ¿Había empezado a salir con él? ¿Por eso quería hablar conmigo?

Dando pasos hacia atrás pestañeé varias veces saliendo del estado de shock y salí de la cafetería. ¿Cómo había hecho eso? ¿Lo había elegido a él después de todo? ¡Ni siquiera me había dado la oportunidad de declararme!