35| LIAM&EMILY

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|LIAM

Emily me había estado llamando y enviando mensajes desde finales de año. Durante una semana, la evité, no tenía ganas de verla en absoluto. Alegaba que quería hablar conmigo, pero la rechacé cada vez que intentaba acercarse. No estaba de humor para presenciar sus intentos de devolverme el dinero que, según ella, "me debía". No me importaba su puto dinero; lo que quería era a ella. Pero ella estaba con ese jodido principito de los huevos.

Pasaba las noches imaginándome a Emily en los brazos de Connor, y eso me destrozaba por dentro. Mi corazón estaba dividido en dos, algo que ni siquiera había sentido con Laila durante nuestros cuatro años juntos. Sin embargo, lo que sentía por Emily era algo inmenso, fuerte y posesivo.

Annie, de la agencia de modelos, me llamó para hacer una sesión de fotografía de ropa interior esa misma tarde. Trabajaría de nuevo con Samantha, la misma chica con la que había colaborado anteriormente y la que Emily pensaba que estábamos saliendo. Pagaban bien, así que acepté sin importarme nada más.

Cuando entré al estudio, Samantha se acercó con su esbelta figura de modelo, vestida con una bata de seda que dejaba entrever la lencería sexy.

—Hola, bebé —ronroneó.

Sonreí con un gesto de cabeza en forma de saludo. No estaba de humor para coquetear con nadie, y mucho menos con ella. Era una chica simpática y guapa, pero solo buscaba solo sexo sin compromiso, sin importar si uno estaba soltero o comprometido.

—¿Qué tal, Sammy?

—Genial, he empezado el nuevo año con nuevos propósitos.

—Me alegro.

—¿Quieres oírlos?

Me reí entre dientes. Era mejor no saberlos, estaba claro.

—¡Eh! ¡Vosotros dos, a posar! —nos gritó el director de campaña.

Fuimos hacia el fondo blanco y posamos según sus indicaciones. Llevaba unos bóxeres negros de Hugo Boss, y ella un conjunto rojo muy sexy. La agarré de la cintura y ella se apoyó en mi hombro, mirándonos. Luego, ella miró a la cámara mientras yo la seguía observando. Cumplimos con sus órdenes siguiendo sus expectativas, o al menos eso esperaba.

—¡Bien! —aplaudió el director—. Hasta aquí. Un trabajo genial chicos. Annie os dará el cheque cuando salgáis, os enviaremos las fotos en un par de días con la información necesaria para que las publiquéis.

Dos mujeres nos pusieron batas para cubrir nuestra desnudez mientras nos dirigíamos al vestuario. Por suerte, me quedé con esos bóxers, al igual que anteriormente también me quedé con esos vaqueros y la camisa Tommy Hilfiger.

—Buen trabajo —me dijo Samantha—. Oye, ¿Estás bien?

—Sí —mentí.

—No lo parece. Si necesitas hablar, ya sabes.

Asentí, aunque no tenía ganas de hablar, y mucho menos con ella.

Después de vestirme rápidamente, fui directamente a Joe's, donde los chicos estaban tomando cervezas. Andrew parecía estar de un humor de perros.

—¿Qué te pasa? —le pregunté.

—¿Y a ti? —me ladró él de vuelta.

Ninguno de los dos contestamos. Estaba claro que algo había pasado con Noa. Nuestros amigos nos miraron beber nuestra cerveza de un solo trago, pero ninguno nos insistió con el tema.

Esa noche todos nos emborrachamos, afortunadamente los partidos no empezaban hasta la semana siguiente o el entrenador nos metería una buena bronca.

Desperté con migraña al día siguiente. Evan parecía igual que yo. Daba gracias a que fuera sábado y podíamos despertarnos sin madrugones. Decidimos pasar todo el día en casa, con una maratón de películas, videojuegos y comida china. Le conté lo que me había pasado, y él me contó lo mal que estaba con la situación de Kate. ¿La chica con la que estaba conociéndose? Se había ido en cuanto vio lo posesivo que era con Kate, otra vez. Así que era nuestro día de lamer nuestras heridas.

¿Princesa o muñeca? (Serie «Solo tú II»)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora